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Pueblo Mágico Calvillo, razones para visitarlo

Aguascalientes
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© Ernesto Polo

Conoce este Pueblo Mágico que además de ser productor de guayabas, tiene bellas iglesias y un renovado museo de artesanías para recorrer.

Cuando entramos a un mercado, uno de los olores más inconfundibles, ricos y penetrantes es el de la guayaba, esa sabrosa fruta que en ciertas épocas del año engalana los puestos con su aroma y su color.

¿Sabe de dónde viene la guayaba que acaba de comprar? Lo más probable es que de Calvillo, una pequeña ciudad del estado de Aguascalientes mejor conocida como “La capital mundial de la guayaba”.

La vida económica de Calvillo gira en torno de la guayaba, aunque existe otro tipo de agricultura y mucho comercio. La venta de esta fruta, al menudeo y al mayoreo, se realiza en la salida a Aguascalientes, en un sitio conocido oficialmente como “La Panadera” o popularmente como “El Puente”, donde entronca un camino pavimentado que viene de huertas y rancherías. En ese punto el ajetreo es continuo de las seis de la mañana a las seis de la tarde, de lunes a viernes; el sábado sólo se trabaja medio día y se descansa el domingo, aunque en ocasiones algunos almacenes laboran horas extras, e incluso los domingos, cuando hay que cumplir con grandes pedidos. Asimismo, por el libramiento a Jalpa, Zacatecas, hay otro centro de acopio, pero se utiliza menos. Y por si fuera poco, entrando a la ciudad se encuentra una empacadora donde se envasa la guayaba en diferentes presentaciones para destinarla al mercado nacional y al de exportación. Durante los meses que no hay guayaba, ahí se empacan y envasan otras frutas, como piña y mango.

 Ignacio Guevara

Entre el fuerte aroma de la guayaba, decenas de camiones y camionetas esperan la carga o descarga del producto en los alrededores de “El Puente”. En los almacenes vemos a los trabajadores seleccionando la fruta y metiéndola en cajas de rejas para de ahí acomodarlas en los vehículos que las llevarán a las centrales de abasto de ciudades como México, Guadalajara y Monterrey. Dos empacadores, Santos y Salvador García, nos explican que un camión carga normalmente unas mil cajas de 11 o 12 kilos de guayaba cada una.

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Platicar con los trabajadores y patrones significa aprender cosas nuevas. Así nos enteramos de que la guayaba en sí se divide en tres tipos: de segunda, de primera y la extra, que es la de mayor tamaño y la más cara. Los precios de mayoreo, en este punto de venta, dependen de la oferta y la demanda.

Los mismos García nos explican que los suelos del Valle del Huejúcar son de origen sedimentario, con un espesor de más de un metro y con excelente drene y porosidad, además de buena permeabilidad y alto contenido orgánico. Por todo ello, dichos suelos son aptos para el cultivo de frutas y hortalizas, pero hace muchos años alguien descubrió que la guayaba era la que mejor se desarrollaba en estas tierras y desde entonces no se ha dejado de producir para beneficio de todos. 

La mejor época de producción y venta de guayaba es entre septiembre y febrero, cuando la población flotante aumenta considerablemente, tanto por los comerciantes como por los trabajadores –jornaleros y empacadores–. El diario trajinar es incesante, con camiones que llegan vacíos y se van cargados de fruta a diversos destinos del país. Algo que llama la atención en la ciudad son los cientos de huicholes procedentes de diversas poblaciones serranas de Zacatecas, Jalisco y Nayarit, quienes han venido a trabajar en la cosecha. Al terminar la temporada la mayoría regresa a sus tierras, pero algunos se quedan a radicar en Calvillo y, con el paso del tiempo, se adaptan a la vida de la ciudad.

Después de presenciar el pertinaz movimiento en el centro de acopio, es hora de conocer un poco más de la ciudad de Calvillo.

El recorrido por la ciudad

Frente al mercado se encuentra la parroquia de San José, cuyo interior luce acabados en dorado. Presenta tres naves de estilo neoclásico, con arcos de medio punto y columnas lisas. Dichas naves convergen en un altar central muy amplio, dedicado al Señor del Salitre, y rematado con la imagen de Jesucristo en la cruz. A los lados hay sendos altares, el de la derecha dedicado a la Guadalupana y el de la izquierda al Sagrado Corazón y el Santo Entierro. La cúpula, octagonal, es enorme, con ocho magníficos vitrales. Arriba de éstos existe igual número de pinturas circulares muy bien logradas. Hay un pasadizo que rodea a toda la cúpula. Aunque dicha parroquia está consagrada a San José, la fiesta principal no es el 19 de marzo, sino en mayo, dedicada al Señor del Salitre.

 Ernesto Polo

La Casa de la Cultura es otro punto obligado a visitar. Se ubica a pocos metros de la iglesia, frente a la Plaza de Armas. Ahí también encontramos el Museo de Calvillo y la casa de la artesanía, una casona que fue remodelada para dar alojamiento. Ofrece talleres y cursos para niños, jóvenes y adultos.

Esta población estuvo habitada por indígenas nahuas hasta el año de 1665, fecha en que fueron “expulsados” de la región por un español de apellido López Nava. Años más tarde, don José Calvillo erigió una próspera hacienda, la de San Nicolás, para después poblarse el entorno y tomar el nombre de Huejúcar, nombre oficial a partir de 1771; finalmente, se le cambió el nombre en 1948, por el de Calvillo, en honor de su benefactor.

Dejamos la historia, para subir unas calles empedradas; en la cima de un cerro se encuentra la capilla o santuario del Tepeyac. Su exterior es de cantera rosa, con un estilo neogótico un tanto indefinido. En el interior encontramos arcos y ventanas ojivales y un sencillo altar. Desde el atrio de dicho templo se tiene una buena vista panorámica de los alrededores de Calvillo, con los lomeríos tapizados de huertos de guayaba.

Para rematar el viaje o bueno, si ya hace hambre no hay nada mejor que una buena barbacoa de olla o un mole estilo Aguascalientes que ofrecen en cualquier restaurante. Y de postre… pues un buen dulce de guayaba y unas cuantas para el camino.

Cómo llegar

Viniendo de Aguascalientes tome la carretera federal núm. 70 con rumbo a Jalpa y 45 km después llegará a esta ciudad muy comercial. Si viene de Guadalajara, váyase por la carretera núm. 54 a Zacatecas, y en Jalpa desvíese rumbo a Calvillo; son 40 kilómetros.

Para poner en la agenda

La Feria de la Guayaba se realizará este año del 3 al 19 de diciembre.

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