¿Cuántos han recorrido nuestro Golfo? - México Desconocido
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¿Cuántos han recorrido nuestro Golfo?

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Un mar frecuentemente embravecido por los vientos del norte y los del sur, una fuente de sustento humano y una extensa reserva de recursos naturales. Poca gente ha logrado conocerlo navegando su contorno. Aún hay mucho desconocido.

Con las palabras: ‘Golfo de Méjico’ empezó a escribirse la geografía del Nuevo Mundo, relato que todavía está lejos de ser concluido. Aún suman millones los mexicanos que jamás se han asomado al inmenso horizonte marítimo comprendido entre las penínsulas de Florida y de Yucatán, y suman centenares los kilómetros faltantes de carreteras que unan nuestros territorios costeros.

Desde la desembocadura del río Bravo, en el norte, hasta Campeche, la porción mexicana del Golfo mide 2,000 kilómetros más o menos (no hay un marcador que delimite Golfo y Caribe), según Carlos Rangel Plasencia, colaborador de México desconocido quien calculo la distancia siguiendo todo el contorno de la costa.

Él hizo este recorrido, de sur a norte, a bordo de un kayak, siendo el primer viaje de este género en nuestra historia marítima. Su motivo, además del espíritu de aventura, fue el de lograr el conocimiento de primera mano, de muchas áreas costeras que ignoramos la mayor parte de los mexicanos.

Puesto que geografía e historia se entrelazan siempre, es irresistible mencionar que en la desembocadura del Bravo, un puñado de comerciantes persas fundó un pequeño puerto hacia 1850, bautizado como Bagdad, que se convertiría casi en una ciudad (6,000 habitantes) gracias al intenso movimiento comercial suscitado por la guerra civil en Estados Unidos. El restablecimiento de la paz en el vecino país, aunado a tempestades mayores e inundaciones del Bravo, causó que declinara la población hasta su virtual desaparición, siendo finalmente sepultado bajo las dunas del lugar. Esa playa, llamada hoy Lauro Villar, es el punto mexicano ubicado más al norte de nuestro Golfo.

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Hacia el sur…

Destaca un cuerpo de agua de grandes dimensiones: la Laguna Madre, la más larga del país (220 kilómetros). Está separada del mar por una cadena de médanos y barras arenosas, especie de dique natural que permite una notable abundancia de pesca. En algunas zonas de escasa profundidad y muy alta evaporación, se da el fenómeno del agua más densa que la del Mar Muerto. La población se reduce a la existencia de enramadas, toldos y cabañas de algunos cientos de pescadores.

Cada desembocadura de un río o un arroyo origina su propio sistema biótico, fauna-vegetación sumamente complejo, desde crustáceos, peces y reptiles, hasta aves y mamíferos. Todo ello ocurre en esos accidentes topográficos llamados, según el caso, estuarios, barras, humedales, pantanos, dunas, esteros, marismas, manglares y macizos selváticos. Toda la costa tamaulipeca contiene ejemplos de estas manifestaciones ecológicas.

Por Veracruz…
Por muchos años la puerta hacia Europa, no ha tenido grandes cambios con el paso de los siglos. Exhibe extensas sabanas, y también tiene una gran laguna en el norte: Tamiahua, con 80 kilómetros de longitud y varias islas pequeñas, salvo la de Cabo Rojo, desértica y despoblada.

Antes de llegar a la ciudad y puerto de Veracruz están las playas de la Villa Rica, donde Hernán Cortés hiciera hundir (no quemar) sus naves para desalentar a quienes pensaran en desertar. Frente al lugar se alzan los cerros de Quiahuiztlan, desde cuya cima los tlahuilos aztecas pintaron las imágenes de las “casas flotantes”, que Moctezuma recibía a diario en Tenochtitlan.

El puerto de Veracruz es uno de los dos únicos puntos del Golfo que vieron transformado su aspecto -el otro es Campeche-, por las obras de fortificación. Aguas adentro, a unos 4 kilómetros, yace el primer parque nacional submarino, el del Sistema Arrecifal Veracruzano (SAV, del que hablamos nuestro número pasado), relacionado con los bajos de La Blanquilla y La Anegada, y las islas de Sacrificios y la Isla Verde.

Bordeando las dilatadas playas, una cadena de médanos arenosos nos hace reflexionar acerca de que estamos en la misma latitud, 25 grados norte, que Egipto y el desierto de Sahara.

La gran planicie costera se ve cortada por el cauce del río Alvarado y su enorme laguna (agrupamiento de ocho lagunas) puede navegarse en lancha con motor fuera de borda hasta tierras oaxaqueñas.

Más hacia el sur, las montañas parecen abalanzarse hacia el mar y éste se ve poblado por peñascos, cantiles y arrecifes como los de Montepío, donde desaguan dos ríos entre densos manglares en el paraje de Sontecomapan. En esta zona existe la playa más bella que haya desde Florida hasta Yucatán. Se llama simplemente Playa Escondida y su forma de herradura tiene el raro adorno de un acantilado forrado de verde por la vegetación. Siguiendo hacia el sur destaca otra laguna, la de Catemaco, dentro de un cuenco volcánico de grandes dimensiones.

La compleja sierra de los Tuxtlas prosigue enfrentando su boscoso verdor ante la costa hasta poco antes del caudaloso Coatzacoalcos, y retornan las planicies hasta la frontera natural con Tabasco, el río Tonalá, cerca de cuyo margen oriental están los vestigios de la prehispánica La Venta, donde fueron creadas las monumentales esculturas que ahora embellecen a Villahermosa.

Geografía intacta

Poco después, a partir de Sánchez Magallanes, la costa adquiere el aspecto de un continuo sistema lagunar donde el trópico impone las múltiples variantes de una densa vegetación. Aparecen las lagunas Tajonal, la Machona y Mecoacán, entre otras, todas ellas verdaderos universos líquidos donde los caminos de terracería requieren, a falta de puentes, de pangas o chalanas para el cruce de personas y vehículos. Es otra dimensión de la geografía más antigua e intacta.

Traspuesto el río San Pedro, que se origina en Guatemala, el litoral vuelve a ser plano y arenoso con escasa vegetación de arbustos.

Poco a poco, al principio imperceptiblemente, el mar va tomando otra tonalidad, va pasando del verdiazul al verde jade, y así es como se le ve en la desembocadura de la Laguna de Términos, la mayor cuenca hidrológica del país, 705,000 hectáreas, y desde hace tres años la mayor área natural protegida en México. Junto con los vecinos humedales tabasqueños de Centla, es el mayor captador de aves migratorias en el hemisferio norte. Esto es selva y agua en su máxima expresión, agua dulce, salobre y salada para la proliferación de muchas diversas especies de peces y de crustáceos y de moluscos… y de infinitas formas animales. El agua le llega también por el río Candelaria que, al igual que el San Pedro, nacen en Guatemala, y por muchos otros fieles surtidores.

80 kilómetros de este a oeste, 40 de sur a norte, pero más que en kilómetros, Términos debe medirse en su formidable capacidad de supervivencia frente al implacable asedio humano.

Aguas de piratas y reservas

En el estuario de río y laguna se asienta Ciudad del Carmen, en la isla del Carmen, que durante 179 años fue una virtual posesión de contrabandistas y piratas ingleses. La llamaron Trix y también Isle of Trix, hasta que el gobierno español los expulsara en 1777. Vista desde el mar, la isla aparece como un jardín de altas palmeras asomándose entre las casas. Actualmente la unen a tierra firme los dos puentes más largos del país: el Solidaridad y el Unidad, de 3,222 metros.

El paisaje de lánguidas palmeras inclinadas sobre el mar continúa hasta los extendidos humedales o pantanos de El Cuyo, que originan la Reserva de la Biosfera de Los Petenes, y, kilómetros adelante, la Reserva de la Biosfera Ría Celestún. El término “ría”, poco usado, se refiere a una entrada de mar con sinuoso curso como el de un río.

Más adelante el mar ya es definitivamente verde y en los mapas aparecen las palabras Mar Caribe. Como dijimos, no hay línea divisoria, obviamente, creamos entonces que aquí termina la porción nacional del Golfo de México.

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autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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