De Zacatecas a Jerez de García
El mismo significado de Zacatecas, "gente del zacate", adjudicado por los náhuas, hace referencia a lo agreste de esta zona que durante muchos años ignoraron los españoles, hasta que fueron descubiertas las minas de oro y plata que convirtieron a Zacatecas en el centro minero más importante de la Nueva España.
Cantada por Ramón López Velarde, uno de sus hijos predilectos, junto con Candelario Huízar y Pedro Coronel, Zacatecas nos ofrece un conjunto arquitectónico colonial como pocas ciudades, comenzando por la fachada churrigueresca de su Catedral, además de La Plaza y Templo de Sánto Domingo, el antiguo Colegio de San Luis Gonzaga y el Templo de San Agustín, edificios que se combinan con arquitectura neoclásica del siglo XIX como el Teatro Calderón y el Palacio Municipal. Sin dejar de visitar el Cerro de la Bufa con su crestón característico y la Mina del Edén, símbolos de la ciudad de Zacatecas.
Muy cerca de la capital se encuentra el exconvento de Guadalupe, con su templo anexo, construido en él siglo XVIII y en el que está instalado el Museo de Pintura Colonial con importantes obras de artistas novohispanos de los siglos XVII y XVIII. De Zacatecas nos desviamos 50 kilómetros por la carretera 54 hasta las ruinas de Chicomoztoc, de clara influencia mesoamericana y de gran rareza puesto que, a la llegada de los españoles, todo este territorio era controlado por los nómadas guachichiles, una tribu chichimeca.
De regreso a la capital del estado, a 32 kilómetros, doblamos hacia el poniente para visitar Jerez de García, ciudad fundada en 1536, 10 años antes que Zacatecas. Lugar de bellezas arquitectónicas como la Parroquia de la Inmaculada Concepción y el Santuario de la Soledad. Continuamos a Aguascalientes
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