La danza de los Xexos en Santa María Picula (San Luis Potosí) - México Desconocido
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Arte y Artesanías

La danza de los Xexos en Santa María Picula (San Luis Potosí)

San Luis Potosí
La danza de los Xexos en Santa María Picula (San Luis Potosí) fifu

Santa María Picula se encuentra en el municipio de Tamazunchale, perteneciente a la zona náhuatl de San Luis Potosí, vecina al estado de Hidalgo. Santa María tiene dos anexos o barrios que reciben el nombre de Rancho Nuevoy Tilapa.

En esta zona de la Huasteca potosina habitan dos grupos étnicos que desde la época prehispánica se han influenciado mutualmente: los teenek y los nahuas.  La Fiesta de Todos Santos y los Fieles Difuntos se inscribe en el calendario religioso implantado en México desde la Colonia. El primer nombre proviene de latín Santorum y en la Huasteca ha adoptado varias derivaciones: Xantolo, Xantola ySantoro.  Los xexos -abuelos-, también conocidos como coles o xexumes -disfrazados-, representan a los difuntos que vienen a disfrutar de las ofrendas especiales que se hacen el 1 y 2 de noviembre, fecha en la que se rinde culto a los familiares muertos. 

“Los xexos vienen contentos, con ganas de trabajar y de ayudar a la gente que está en la tierra”, comenta un habitante de Santa María. En algunas poblaciones nahuas y otomíes de la Huasteca consideran que los disfrazados representan a lasánimas carentes de familia y por ello vagan por las calles del pueblo pidiendo ser recibidas. Se trata de las ánimas solas, a las cuales en varios lugares les ponen una pequeña ofrenda a la orilla del camino.  Los viejos, al representar a las ánimas las hacen visibles, y este efecto causa entre miedo y curiosidad en los niños, que dudosos se acercan y esconden ante la proximidad del grupo de disfrazados.

Los familiares de los difuntos también deben estar alegres “para que las ánimas no piensen que uno ya está aburrido y se lo quieran llevar”.  El grupo de los xexos está integrado por los siguientes personajes: el koli o cole mayor, el abuelo; la zizi, abuela; el huihui, ahijado o mudo, y la ahijada. Recorren las casas del pueblo para bailar frente al altar familiar que se coloca en espera de las ánimas. El koli es el dirigente del grupo y el encargado de pedir permiso a los caseros para entrar al hogar mediante invocaciones en su lengua materna, el náhuatl. Este personaje lleva en las manos un carrizo relleno de semillas que al girar hace un ruido similar a la lluvia, sonido que marca el inicio y fin de las piezas; mientras, el koli emite gemidos y palabras ante los caseros.   

OFRENDAS Y MÚSICA   

Antes de iniciar el baile en cada casa, el huihui sahuma hace la ofrenda respectiva y se incorpora alegremente al grupo. Entre cada pieza musical, el koli bromea con los deudos y si hay buen ambiente interpreta El son del borracho haciendo movimientos chuscos para divertir a los presentes. Después de que los xexos bailan dos o tres piezas reciben comida de los caseros, que se coloca frente a la ofrenda para que la comparta toda la concurrencia; posteriormente continúa la música para agradecer los alimentos.   

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Las piezas musicales que bailan son conocidas localmente con el nombre de vinuetes, palabra derivada del minué, género proveniente de las danzas preclásicas de Europa y las interpreta un trío de cuerdas integrado por violín, jarana yhuapanguera.  Los xexos sólo se encuentran en dos poblaciones nahuas del municipio de Tamazunchale, Santa María Picula y Rancho Nuevo; y en Coyolo, municipio de Tampacán. En Rancho Nuevo llevan cuatro años celebrando una ceremonia comunal el 1 de noviembre, en la cual hacen dos ofrendas, una al maíz y la otra a los difuntos. En su transcurso se presentan los xexos, además de La danza de las pastoras o Danza de fertilidad, y una parte del Chikomexóchitl, ceremonia que tiene el mismo nombre del dios del maíz entre los nahuas. 

En las comunidades campesinas los ancestros son quienes han legado la tierra y ello es una de las causas por lo que están presentes en los rituales agrarios y en la memoria de la vida familiar; no es de extrañar entonces que con ellos se comparta alegremente el producto de la cosecha mediante las ofrendas, en las que se ponen flores, copal, objetos de barro, ceras, velas y diversos alimentos de acuerdo con la edad del muerto, como tamales de frijol, mole, frutas, bebidas y dulces. Todo genera un aroma excepcional que sirve de alimento a las ánimas, que gustosas se reencuentran con sus seres queridos. Muchas familias incluyen un morral nuevo para que las ánimas guarden ahí sus ofrendas para el viaje de retorno. 

En varios lugares se entabla una larga conversación con ellos y en otros pueblos los vivos aprovechan para recordar anécdotas y cualidades de quienes por un motivo u otro emprendieron su viaje al otro mundo.  No ofrendar a los muertos es sumamente sancionado por la tradición, pues puede ser motivo de desgracias para la comunidad. En la Huasteca, como en toda la república mexicana, existen varias leyendas sobre “el que no quiso poner ofrenda”, cuyo final siempre es la muerte del infractor.  Además de las ya citadas, en varias poblaciones nahuas de la Huasteca, como Amatlán, Veracruz, existe la creencia de que la falta de ofrenda convierte a las ánimas benignas de los familiares en espíritus malos que pueden causar infecundidad, enfermedades, sequía, desgracias y la muerte.   

CON ÁNIMAS Y DIOSES     

La fiesta de Xantolo permite, entre otras cosas, agradecer a las ánimas de los familiares difuntos su ayuda en la obtención de las cosechas, aunque su presencia también se aprovecha para seguir solicitando su intervención ante los dioses para obtener beneficios.  Pero eso no es todo, asimismo resulta una gran fiesta para los vivientes, una fiesta de las relaciones sociales en general y del compadrazgo en particular, pues la gente utiliza estos días de descanso obligado para visitar a sus compadres. En varios lugares los padrinos entregan a sus ahijados dinero, ropa o juguetes.  En este día todos los deudos se reúnen en el cementerio para convivir y despedir a las ánimas. Ahí también se coloca una ofrenda y tiene lugar un intenso intercambio de comida, bebida y charlas entre los presentes. A la luz de las velas, la comunidad esperará el regreso de los difuntos el año siguiente.   

Fuente:   México desconocido No. 323 / enero 2004  

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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