México en dos ruedas: descubriendo el país en bicicleta
Desde Tijuana hasta Cancún: síguenos mientras mi esposa Annika Wachter y yo, Roberto Gallegos, descubrimos cómo se vive México pedaleando.
Annika y yo nos conocimos en Guadalajara hace 6 años y medio. Ella llegó a la Perla Tapatía por un intercambio estudiantil de su universidad; yo apenas había terminado la carrera y trabajaba en un pequeño despacho de mercadotecnia y publicidad que había fundado con unos amigos. Un día, después del trabajo, abrí la puerta de mi casa y Annika estaba adentro: iba a ser mi nueva compañera de cuarto. Hasta el día en que se fue de la ciudad vivimos en la misma casa. Fue amor a primera vista.
Su espíritu aventurero, alegre y guerrero me conquistó de inmediato. Durante su primera estancia en México, de sólo 7 meses, viajó de mochilazo por las costas de Michoacán con una amiga, me acompañó a Tijuana por tierra y visitó cuantas playas pudo en la costa del Pacífico. En poco tiempo se enamoró profundamente de México, y yo de ella. Al momento de su partida hacia Alemania nos hicimos una promesa: seguir viajando juntos. Promesa que seguimos cumpliendo hasta el día de hoy, ahora casados.
En septiembre de 2011 partimos desde Alemania con el fin de dar la vuelta al mundo en bicicleta. Yo vendí todo lo que tenía salvo una maleta con ropa, un cuadro y una silla. Inicialmente sólo recorreríamos de Alemania a Malasia, pero en el camino se abrieron oportunidades de trabajo, y con ello, la posibilidad de seguir viajando.
Desde entonces hemos recorrido 26 mil km en 27 países de 4 continentes distintos. Hemos tenido la fortuna de pedalear en las cómodas y pintorescas vías de Alemania, los arenosos y majestuosos espacios del desierto de Irán, los inmaculados paisajes de Nueva Zelanda y la imponente tundra en donde reinan los osos grizzlis en el norte de Canadá.
Lentamente, a giro de rueda, nos acercamos de vuelta a la tierra en donde nos conocimos, mi amado México. En noviembre de 2015 entramos por Tijuana, mi ciudad de origen, donde nos quedamos 5 meses –un mes por cada año que me ausenté de mi ciudad– para preparar nuestra última etapa en América antes de volver a Europa.
Este mayo de 2016 iniciamos nuestro recorrido por el mundo partiendo del país del maíz, los paisajes llenos de color y la gente amable. No quiero mentir, mis expectativas son bastante altas. En los últimos meses hemos conocido a cicloviajeros que vienen desde Alaska y Canadá, y de ellos sólo hemos escuchado elogios. Incluso los grupos de cicloviajeros en redes sociales a los que pertenecemos están llenos de buenos comentarios.
Definitivamente nos somos los primeros que han tenido la fortuna de descubrir este país sobre dos ruedas; están, sólo por mencionar algunos, los mexicanos Kodiak, Alan Omar, Bertha Corte y el maestro Felipe Besné. Eso nos motiva a tener nuestra propia historia y, si la suerte nos acompaña, a toparnos en el camino con un par de ellos.
Nuestro recorrido
Iniciamos en Tijuana y nuestra meta es Cancún. Bajaremos por la Península de Baja California y tomaremos el transbordador a Mazatlán. Seguiremos hacia Guadalajara y subiremos a la Ciudad de México. Ahí decidiremos si irnos hacia el noroeste o bajar por Oaxaca y subir a la Península de Yucatán.
No nos molesta desconocer la ruta exacta, pensamos que el chiste es disfrutar el camino. Nos motiva saborear la comida de cada pueblito en donde paremos después de un día cansado de subir pendientes. Deseamos llenar nuestros ojos de paisajes verdes, cafés, azules y rojos (y es que ¡México alberga 8 de los 11 ecosistemas del planeta!).
Deseamos platicar con gente, aprender a pescar, rodar bajo la lluvia, el sol y las estrellas en el desierto. Anhelamos aprender todo lo que podamos sobre tradiciones y rituales, los vestigios arqueológicos que aún viven de su rica historia y la flora y fauna excepcionales que viven en este hermoso país. A donde nos lleve el camino en bicicleta, ahí queremos estar.
Los invitamos a que nos acompañen en esta aventura. ¡Síganos por México desconocido y les compartiremos nuestras experiencias!
Sigue el recorrido de Annika y Roberto a través de su blog Tasting Travels y su perfil de Facebook.
