Origen colonial y arquitectura neoclásica en Colima - México Desconocido
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Origen colonial y arquitectura neoclásica en Colima

Colima
Origen colonial y arquitectura neoclásica en Colima fifu

Apesar de ser Colima una de las primeras fundaciones en la Nueva España, a partir de su conquista en 1523, prácticamente no existe en pie ningún ejemplo de su arquitectura virreinal, salvo por las ruinas del ex convento de Almoloyan, construcción franciscana del siglo XVI, de la que se conservan una torre y parte del muro del atrio.

La razón de esta orfandad arquitectónica se debe principalmente a la inestabilidad del suelo, que está en constante movimiento por fallas tectónicas y la cercanía de un volcán que domina el escenario con la belleza de su geometría y sus permanentes achaques eruptivos. Con terquedad admirable, los habitantes de Colima, durante siglos han edificado y vuelto a construir lo que la naturaleza se ha empeñado en destruir.

Uno de los edificios más significativos y de enorme tradición que aún sobreviven en el corazón de la ciudad es el Portal Medellín, construido en 1860 por los maestros de obra Antonio Alderete y Lucio Uribe. Utilizado durante muchos años en las ceremonias de las fiestas patrias, la parte comercial ha servido para instalar cantinas, billares, paleterías e infinidad de negociaciones. Construido en dos niveles, destina la planta baja para comercios y la alta como sitio habitacional.

En el lugar en el que durante doscientos años existieron las Casas Consistoriales, se construyó en 1877 un edificio destinado a Palacio de Gobierno. Este se ha conservado prácticamente intacto en cuanto a la disposición arquitectónica con dos plantas rectangulares de 47 por 60 m, en ambas se ubican las oficinas y dependencias gubernamentales. Su fachada es de estilo neoclásico, y la portada del edificio está compuesta por tres cuerpos.

Otro edificio ubicado en el Centro Histórico es el Teatro Hidalgo, cuya construcción obedece al importante tráfico comercial de firmas alemanas que se dio a partir de la apertura del puerto de Manzanillo, en donde desembarcaban compañías de saltimbanquis, acróbatas, toreros, tirititeros, cómicos de la legua y compañías dramáticas y de zarzuela con destino a Guadalajara y a la Ciudad de México. En Colima hacían escala para descansar de las duras jornadas de viaje y aprovechaban para presentar su espectáculo. En este teatro se presentaban con tanto éxito al público ávido de diversiones como lo fueron los colimenses decimonónicos. Su construcción, que inició en 1871, estuvo a cargo del maestro Lucio Uribe.

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Durante el siglo XIX, los ríos que cruzan Colima como el Manrique y el Colima, eran de respetable caudal, sobre todo en épocas de lluvia, razón por la cual la ciudad construyó una serie de puentes en su recorrido, de los cuales sobresalen en la actualidad dos de ellos: el Principal, edificado a principios del siglo sobre la calle Torres Quintero y el Zaragoza construido en 1873, que es uno de los más interesantes de la capital.

Otros edificios interesantes en el Centro Histórico son la casa de don Blas Ruiz o Palacio Federal, el edificio que ocupa el Monte Piedad, la casa que habitó Hidalgo o el Sindicato de Trabajadores del Gobierno del Estado, la casa Juárez, el ex consulado Alemán, el edificio de la Cocordia, el Mercado Enrique O. de la Madrid y el ex hospital de San Juan de Dios.

En cuanto a templos, sobresalen la Catedral, el templo de la Salud y la parroquia de San Felipe de Jesús; las parroquias de San Fransisco de Asís en Villa de Álvarez y la de San Miguel en Comala.

Durante el porfiriato, destacan en el Estado haciendas ganaderas, azucareras, alcoholeras, algodoneras, cafetaleras y salineras, cuya producción fue motor importante para la economía de la época. De este periodo sobresalen algunas haciendas por sus características arquitectónicas como las de Buenavista, El Carmen, La Estancia, Capacha, San Antonio, Nogueras, El Cóbano y San JoaquínFinalmente, vale la pena mencionar dos edificios antagónicos en lo referente a su tecnología; el primero tuvo un sistema constructivo tradicional de carácter efímero; se hizo sin planos y esquemas previos, tan sólo con el entusiasmo de una comunidad que hace más de 300 años se consagró a la protección de San Felipe de Jesús, santo protector de la ciudad contra temblores y erupciones. A él se dedican las fiestas solemnísimas en donde se erige durante quince días la plaza de toros más original de la región: La Petatera.

En contraposición está un edificio representativo de la modernidad porfiriana de finales de siglo: la Estación del Ferrocarril en Cuyutlán.

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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