Academia Mexicana de la Lengua, historia, fines y actualidad

La Academia Mexicana de la Lengua fue erigida en 1875 en la Ciudad de México, es una institución cultural, con carácter de asociación civil, laica y apolítica. Su misión es el análisis, estudio y difusión de la lengua española en todos sus ámbitos, a través de diversas actividades. A ella han pertenecido grandes personajes de las letras y las ciencias mexicanas.

De acuerdo con sus estatutos, aprobados el 2 de diciembre de 1931, persigue los siguientes fines:

1. Velar por la conservación, pureza y perfeccionamiento de la lengua española.
2. Mantener una constante comunicación de carácter científico y literario.
3. Fomentar y propagar el estudio de la lengua española.
4. Resolver las consultas que le hagan las autoridades o los particulares.

Antecedentes

A lo largo del siglo XIX, surgió en México la intención de crear una academia propia, al estilo de la Real Academia Española, que conservara la pureza del español, circulara las obras de autores clásicos y redactara diccionarios de la lengua, entre otras acciones.

Con estos fines, nacería en 1835 la Academia de la Lengua; las secciones dedicadas a la filología y la literatura de la Academia Imperial en 1865; y la Academia Nacional de Ciencias y Literatura, en 1870. Sin embargo, la inestabilidad política de la época dificultó el funcionamiento pleno de todas ellas.

A finales de 1870, la Real Academia Española decidió constituir academias americanas correspondientes cuyos fines coincidían con las academias fundadas en México, para lo que designó y convocó a diferentes académicos.

Fundación de la Academia Mexicana de la Lengua

Cinco años después, en abril y septiembre de 1875, se celebrarían las sesiones preparatoria e inaugural de la Academia Mexicana Correspondiente de la Española, en República de Cuba número 86, en el centro de la Ciudad de México. El presidente de la Academia fue don José María de Bassoco; Alejandro Arango y Escandón fue el primer bibliotecario; Joaquín García Icazbalceta, el secretario; Manuel Peredo, el censor; y por último el tesorero fue José María Roa Bárcena.

Gracias a la restauración de la República lograda por los liberales y encabezada por Benito Juárez en 1867, México por fin tuvo estabilidad política y la Academia Mexicana de la Lengua pudo iniciar una vida fructífera, contribuyendo a la construcción de la identidad lingüística nacional.

La Academia inició con trece miembros y al día de hoy, según reformas de sus estatutos, posee 36 sillas para sus miembros en activo y cinco para miembros honorarios. A lo largo de su existencia ha contado con más de 300 académicos: escritores, lingüistas, filólogos, filósofos, ensayistas, poetas y novelistas, comunicólogos, dramaturgos e historiadores, humanistas y científicos.

En 1952 se constituyó formalmente como asociación civil, gracias a que el gobierno mexicano le concedió patrimonio propio a través de un fideicomiso. En 1957, la Academia Mexicana de la Lengua inauguró su sede en Donceles 66 y dos años después consolidó su biblioteca, que en la actualidad cuenta con un acervo de más de dieciocho mil volúmenes.

Algunos de sus miembros más destacados han sido Justo Sierra, Ramón López Velarde, Amado Nervo, Alfonso Reyes, José Vasconcelos, Salvador Novo, Martín Luis Guzmán, Agustín Yáñez, Octavio Paz, Salvador Elizondo y recientemente Julieta Fierro, Margo Glantz, Silvia Molina y Rosa Beltrán.

Actualidad de la Academia Mexicana de la Lengua

El 11 de diciembre de 2001, la asociación cambió su nombre por el de Academia Mexicana de la Lengua y puso a disposición del público su sitio electrónico con información institucional y La Biblioteca Digital Décima Musa (Bidimusa) de acceso gratuito.

Además, tanto la biblioteca como el Archivo Histórico de la Academia Mexicana de la Lengua pueden ser consultados con previa cita.

Publicaciones relevantes

• Memorias de la Academia Mexicana. Publicadas desde 1876, divulgan los trabajos leídos por los miembros de la Academia en las sesiones del organismo.
• Anuario. Anuncia los cambios en la lista de miembros de la academia.
• Diccionarios de mexicanismos. Se publicó en 1997 el Índice de mexicanismos y el Diccionario breve de mexicanismos en 2001.
• Refranero mexicano, una extensa colección de refranes usados en México desde principios del siglo XIX hasta la actualidad.
• Semblanzas de académicos, antiguas, recientes y nuevas.
• Diccionarios: Diccionario panhispánico de dudas, Diccionario del estudiante y Diccionario esencial de la lengua española, entre otros.

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