Águila real, al rescate de este icono de identidad nacional
El águila real es una de las aves rapaces de mayor fama a nivel mundial, y en México ha sido emblemática por siglos. Conoce aquí su historia.
En México el águila real (Aquila Chrisaetos) tiene un significado especial. La gran Tenochtitlan se edificó en donde se encontró un águila real situada sobre un nopal devorando una serpiente; esta imagen es hoy la representación máxima de nuestro lábaro patrio.
Águila real, características
Podemos considerar al águila real como uno de los mayores depredadores de nuestro planeta, ya que las águilas no tienen depredadores naturales.
Están provistas de potentes patas con garras bien afiladas que aprietan a sus presas a razón de 150 kilogramos por centímetro cuadrado, presión superior a la de depredadores como el león, el tigre y el oso pardo.
El águila real tiene un pico ganchudo diseñado para desgarrar cualquier tipo de carne.
Su anatomía le permite alcanzar una velocidad de 240 kilómetros por hora; además, su vista es tan potente que le permite identificar a su presa a más de tres kilómetros de distancia.
Jorge de la Madrid Su supervivencia está en duda
El águila real ha habitado en todos los continentes; por desgracia, en los últimos veinte años su población se ha mermado notoriamente, incluso se ha extinguido en ciertas regiones de nuestro planeta.
México no es la excepción: recientemente la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas informó el registro de 142 parejas reproductivas de águila real en vida salvaje, lo que representa un incremento importante con respecto a 2012 cuando se identificaron 81 parejas, localizadas en especial en Coahuila, Guanajuato, San Luis Potosí y Sonora.
¿Es suficiente? En mi opinión no lo es, tan solo identifiquemos que existen datos de hace 20 años cuando se contaba con más de 1,300 parejas en nuestro país.
¿Qué ha pasado?, ¿qué hemos hecho?, sin duda alguna tanto el gobierno como la sociedad civil hemos sido ineficientes en detener la cacería ilegal, el secuestro de los polluelos para su venta en el mercado negro y el deterioro de su hábitat natural.
Jorge de la Madrid La población del águila real en México
Además, esta especie es de difícil reproducción: cuando una hembra acepta a su macho, forman una pareja hasta la muerte, y cuando ello sucede no vuelven a aparearse. Auténtica monogamía, increíble ¿no?
Esta característica dificulta su recuperación en vida salvaje; la buena noticia es que se adapta a cualquier clima, región y alimentación.
En virtud de que estoy convencido de la importancia que tiene cualquier especie en nuestro planeta, del valor de preservar la vida, del papel que juega el águila real en el balance del ecosistema y de lo que representa esta especie como patrimonio nacional, me di a la tarea de identificar dos esfuerzos de la sociedad civil en materia de conservación que vale la pena reconocer.
Al estar en contacto con las águilas —motivo de honor y dicha personal—, decidí hacer un homenaje a Morya y a Inka por la tenacidad, supervivencia y magia que proyectan.
Jorge de la Madrid La mágica Morya
Morya, cuyo nombre significa “la número uno”, es un águila real de 16 años que lleva en custodia de Imperio Águila desde que tenía semanas de nacida.
Fue encontrada en un decomiso en una caja de huevo, con varios días sin alimento y sin agua; por fortuna, llegó a manos de David Rodríguez Islas, quien a base de dedicación y cariño después de cuatro largos meses logró salvarla.
Hoy Morya es una embajadora de su especie: con 2.10 metros de envergadura ha participado en eventos de conservación, formó parte de control de fauna en Morelos, es embajadora del Colegio Militar y ha ayudado a decenas de personas con discapacidad a través de terapia con aves.
Sin duda, he sido privilegiado al conocerla. Es mágica, poderosa, con un plumaje perfecto de color marrón que al contacto con la luz del sol se vuelve de un intenso tono dorado.
Transmite una sensación de gratitud hacia su custodio. Al tenerla cerca, experimenté sentimientos encontrados: entre la frustración y el enojo por aquellos que la separaron de su madre y de su vida, pero de confort y regocijo por lo que ha logrado.
Una frase de David me tocó el alma: “Cuando he estado a punto de rendirme, la mirada de Morya me dice: ‘Ayúdame a salvar a los míos’”.
Felicidades, Morya, estás logrando tu cometido. Les deseo todo el éxito para que pronto pueda consumarse la descendencia que están buscando con tanto amor y ahínco.
La imponente Inka
En Reino Animal se creó en 2015 el Refugio Salvaje del Águila Real, un santuario dedicado a la conservación y recuperación de diversas especies de aves rapaces.
Este refugio es el hogar de Inka, poderosa y majestuosa, de 14 años de edad, 2.05 metros de envergadura y 5.5 kilogramos de peso.
Hoy está al cuidado y custodia de Saúl Reyes Mendoza, quien con gran empeño y con un equipo de alto desempeño han logrado que aceptara a su compañero Canek: ¡tienen ya dos huevos en su nido!
Al estar en el santuario, observé a Inka incubando sus huevos, echada en el nido y vigilando todo su entorno. Sobresalía su hermoso pico y patas de un amarillo intenso. Minutos más tarde, voló en compañía de Canek dejándonos ver todo su esplendor.
Cuando uno está observando vida salvaje, con claridad se identifica en el rostro de los guías cuando estamos ante algo inusual.
En esta ocasión fue así: las dos águilas estuvieron más de 30 minutos mostrando su empatía entre ellos, como si supieran que iba a escribir este artículo, hasta que por fin Inka retomó el vuelo y fue con todo cuidado de vuelta al nido.
Mientras la veía al vuelo, imaginé lo que sería un mensaje de Inka: “Hoy estoy en peligro de extinción, pero no me dejen desvanecer como una insignia de un pasado prehispánico. Siéntanse orgullosos de verme volar en libertad, como cuando me ven planear en lo alto de una bandera, que representa nuestra historia, tu historia”.
Enhorabuena, Refugio Salvaje y Saúl; felicidades, Inka; estoy cierto de que, pronto, muy pronto, tendremos la alegría de conocer a tus polluelos.
Jorge de la Madrid Trabajando juntos
Gobierno, organismos, instituciones y sociedad civil somos fundamentales para que logremos la recuperación en nuestros ecosistemas del águila real, símbolo de la Nación.
Pero sobre todo tú, con respeto, con un alto sentido de responsabilidad, con empatía, con cariño y transmitiendo el mensaje a las nuevas generaciones, podrás contribuir en que mañana podamos disfrutar del águila real en su estado natural, libre, surcando el cielo y atravesando montañas.
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Jorge de la Madrid Amante de la naturaleza, en especial de los grandes depredadores y muy en particular de los tiburones, su Nick name “Shark Diver”.