Al descubierto de los orígenes. Museo de Historia Natural de Tabasco

Esta tarea es impostergable, pues con la vasta difusión en la prensa, televisión e Internet sobre temas científicos, ningún museo de su tipo puede quedar sólo como un acervo de las viejas teorías decimonónicas. La historia de las ciencias naturales y las de la tierra se han ido ligando cada vez más con los avances de los científicos durante el siglo XX. La Deriva Continental, por ejemplo, ha ayudado a comprender a botánicos y zoólogos que el aislamiento o la unión de los continentes fueron las causas de que la flora y la fauna evolucionaran en cierto sentido.  También la cosmología ha sido fundamental en las teorías del surgimiento de la vida y el desarrollo evolutivo.

La formación y destrucción de las estrellas permitió, con el transcurso de miles de millones de años, la creación de elementos que hoy integran nuestro cuerpo. Asimismo el impacto de asteroides explica las catástrofes que con grandes intervalos se han suscitado en nuestro planeta, la última de ellas al final del periodo Cretácico hace 65 millones de años y que provocara la extinción de los dinosaurios y criaturas marinas como los amonites. Por otro lado, los avances en la genética y los descubrimientos paleontológicos, en particular los realizados al centro y sur de África, abrieron una veta valiosísima en el estudio de nuestros antepasados homínidos, y aunque todavía predominan en muchas personas los prejuicios creacionistas, lo cierto es que la ciencia ha ido corroborandolo que pioneros de la investigación ya habían descubierto o al menos sugerido desde el siglo XIX.   

EN POS DEL SABER   

Como homenaje a José Narcisco Rovirosa Andrade, quien se internó en las selvas del sureste para descifrar sus secretos, las autoridades tabasqueñas decidieron otorgarle su nombre al Museo de Historia Natural inaugurado en 1988 a poca distancia del río Grijalva y frente al parque-museo La Venta. Rovirosa Andrade (1849-1901), durante varias décadas realizó una incansable labor de investigación en diversas ramas del conocimiento científico. Además de una intensa labor académica que lo llevó a pertenecer a importantes sociedades científicas nacionales e internacionales, también fue un gran explorador y recorrió gran parte del sureste mexicano y de Guatemala recolectando plantas, animales, fósiles, minerales y rocas, y realizando una amplia labor deobservación, clasificación e interpretación.     

UNA VISITA AL RECINTO   

Varias salas comprenden la organización temática de este recinto: en la planta baja están la dedicada a Tabasco, la de La Tierra y la del Origen de la vida; en la segunda se hallan la sala El hombre y la de Los recursos.  En la sala Tabasco, donde se inicia el recorrido, se hace una descripción sobre las características geográficas y geológicas de la región; recordemos que se trata del estado con mayor precipitación pluvial del país y por donde cruzan dos de los ríos más caudalosos de México, Usumacinta y Grijalva. Este conjunto de ecosistemas reúne una cantidad de especies animales que lo convierten en un paraíso para el naturalista. 

La de La Tierra resulta fundamental porque aquí se explican las modernas teorías sobre el surgimiento del cosmos y la formación de las estrellas y de nuestro sistema solar; se exhiben también minerales y se relatan fenómenos característicos de nuestro planeta, como los sismos y la actividad volcánica. La sala Origen de la vida es la más grande y sobresaliente del museo y la idea fundamental plasmada es que la vida es el resultado del desarrollo de la materia durante miles de millones de años. Sobre una pared hay un esquema en el que se esboza el camino seguido por los seres vivos desde hace 3 500 millones de años, desde las bacterias hasta los mamíferos actuales. Sobresalen las copias de algunos fósiles de gran tamaño, entre ellos un esqueleto de Allosaurus, el reptil más temible sobre la Tierra durante el periodo Jurásico.

La sala El Hombre muestra varios esquemas que describen tanto la evolución de los primates como la de los homínidos. Hay una vitrina con cráneos de los eslabones en la cadena que llevó hacia el ser humano, que muestran el progresivo avance de los lóbulos frontales en el desarrollo de las cualidades intelectuales de los homínidos.   

Finalmente, la sala Los recursos es un espacio donde se describe a manera de concientización ecológica la interpretación entre el hombre y las materias primas. Aquí se encuentran maquetas con la representación de la morada con techo de guano –una variedad de palma– que aún acostumbran construir los sectores campesinos más pobres de Tabasco, además de utensilios tradicionales de pesca, caza y labranza. Durante mucho tiempo esta forma de vida les permitió a los habitantes de la región sobrevivir sin afectar significativamente su entorno, pero con el advenimiento de la industria moderna y la explosión demográfica estas formas culturales se han visto seriamente amenazadas.   

Fuente:   México desconocido No. 340 / junio 2005 

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