El anillamiento del flamenco rosa del Caribe mexicano
Viajamos a la Reserva de Ría Lagartos en la Península de Yucatán para ser testigos del notable trabajo que hace la Fundación Pedro y Elena Hernández, A.C., a favor de esta increíble especie.
Vive una experiencia única:
George de la Selva, balneario y cenote cerca de Mérida
Nos lanzamos a vivir la experiencia del anillamiento del flamenco rosa en la Península de Yucatán. Aquí te contamos los detalles y porqué debes vivir esta experiencia.
El anillamiento del flamenco rosa, ¡qué empiece la aventura!
Cuando me invitaron a sumarme al anillamiento del flamenco rosa del Caribe en Ría Lagartos, no esperaba encontrarme con un sentido de pertenencia. Y es que, como es costumbre en la actualidad, mi pensamiento era muy individualista.
Sin embargo, las dinámicas grupales que implica el anillamiento, similar al comportamiento mismo de los flamencos y la confianza ciega que profesan hacia sus compañeros de manada, me revocaron a mi niñez. Recordé cuando toda actividad implicaba a más de uno. En ese entonces, pedir ayuda o tomarse de las manos era indispensable.
Me emocionaba también saber que tendría mucho que “instagramear” y no me decepcioné. Me impresionó encontrar cinco tipos de manglares: rojo, blanco, negro, verde y boroquilla.
Además, había playas vírgenes, fosas de sal y más de 300 tipos de aves. Una de las cosas que más llamaron mi atención fue un malecón con un monumento al flamenco iluminado con luces neón. Gracias a esta imagen, me volví muy popular en esa red social.
Tras un vuelo un poco caótico y lluvioso, llegamos a Mérida. Una vez ahí emprendimos el viaje terrestre hacia la cabecera municipal Río Lagartos. Aproximadamente dos horas y media después, nos encontramos en el pintoresco pueblo pesquero que, con orgullo, ostenta ser el hábitat del flamenco rosa del Caribe.
Este es una especie vulnerable que radica en las costas de varios países de la región continental e insular de este mar. Dicha región abarca desde Cuba, Las Bahamas y Venezuela hasta las Islas Galápagos y México.
Hacia el Parque Natural Reserva Ría Lagartos
El ecoturismo se ha convertido en una de las actividades principales de la región. La zona de manglares del Parque Natural Reserva Ría Lagartos cercana constituye un ámbito natural. Por lo mismo, atrae a una gran cantidad de turistas locales y foráneos. Su nombre se debe a la fusión de agua de mar y agua de río.
Esta es una particularidad geográfica de la zona, puesto que, a diferencia de otras regiones del país, los ríos no existen, se trata más bien de canales de agua con una tonalidad de azules y verdes claros, dotados de una gran vegetación acuática y diversidad de especies animales. Un plus son los recorridos en kayak y la pesca deportiva (es posible romper el récord mundial de pesca mosca o flyfishing).
Comienza el recorrido en lancha por los manglares
La primera actividad consistió en un viaje en lancha. En este no solo pudimos observar a la colonia de flamencos, también pudimos ver y clasificar a diversas aves que nos visitaron durante la travesía e incluso se hicieron presentes un par de lagartos. Hubo un punto en el que me sentí como cuando salgo de una clase de yoga: totalmente zen y alineada. Esta serenidad la atribuyo a los cantos de las aves, los olores a sal y la brisa acompañada de un amable sol que tiñó de dorado mi piel.
Si visitas este sitio, algo que no puedes perderte es el baño maya en la Reserva Ría Lagartos. Se trata de una hermosa laguna “curativa” de un tono rosado que contrasta con el azul del cielo y el abundante barro blanco.
Sumergirse en esas aguas enriquecidas con sales y minerales es un placer para la piel, cualquier herida, rozadura o incluso la mala circulación desaparecen conforme te sumerges. El recorrido termina con una mascarilla corporal que consiste en tomar el barro blanco tal como lo hacían los antiguos mayas para protegerse del sol– y untarlo generosamente; la exfoliación es instantánea.
Otra de las delicias de la localidad son sus platillos. Estos están integrados principalmente por mariscos y pescado, la variante de combinaciones son una fiesta para tu paladar. La frescura y los condimentos utilizados en la comida tradicional harán que tu cintura se extienda un poco, pero la culpa puede ser olvidada con una caminata por el malecón.
Mi recomendación sería el calamar horneado con pimientos. Aunque, otro imperdible es la tradicional torta de cochinita pibil. Una gran opción para los vegetarianos es el arroz con plátano macho.
¿Qué es el anillamiento de los flamencos?
Este proceso consiste en marcar a un grupo de 500 ejemplares jóvenes, llamados volantones antes de que emigren de la colonia en la que nacieron; marcaje que permite rastrearlos a lo largo de su vida y consolidar la investigación, el manejo y la educación ambiental en pro de la conservación del animal en México y el mundo.
En un trabajo conjunto, la Fundación Pedro y Elena Hernández, A.C. encabezada por Bárbara Hernández, realizan año con año el anillado, el cual cuenta con la participación de voluntarios locales, nacionales e internacionales. Todo esto con el fin de crear conciencia sobre lo que implica la conservación de estas llamativas aves.
El inicio del anillamiento del flamenco rosa
El anillamiento empieza con un entrenamiento la tarde anterior a la actividad. Este consiste en caminar sobre el agua pantanosa, así como en la formación de vallas humanas que al día siguiente conducirán a los flamencos hacia los corrales en los que serán marcados.
El llamado es muy temprano, a las 4 de la mañana para ser exactos. Nuestra misión es simple: llevar a los “pollos volantones” marcando la orilla del islote de anidación. De esta manera, se reincorporarán de nueva cuenta a su guardería. Lo interesante es que la mayoría de los voluntarios no se conocen y salvo por contadas excepciones, jamás han participado en el anillado. Debido a esto, es necesaria la confianza en el otro, en la persona de al lado.
La experiencia de tener en tus brazos a un pollo es casi maternal. Puedes sentir con mucha fuerza el latir de su corazón, su temor e incertidumbre. Por lo mismo, es una gran responsabilidad ser guía de una criatura que deberá partir en una manada sin sus padres.
Sin embargo, una vez liberado, es sorprendente la capacidad de adaptación de la especie. Y es que, una de sus características es la convivencia grupal en toda la extensión de la palabra. Ejemplo de esto es que, si uno vuela, la manada lo sigue; el mencionado sentido de pertenencia.
Sobre el trabajo de la Fundación Pedro y Elena Hernández
La superación del reto y la participación de más de 200 voluntarios, son el claro ejemplo de cómo un programa integral como el de la conservación del flamenco en México, logra concientizar a la población sobre la importancia de la educación ambiental y el uso sustentable del flamenco como recurso turístico, por ello la Fundación Pedro y Elena Hernández pretende fomentar estas activaciones en tres países más.
Cómo llegar
La mejor opción desde Mérida es la carretera de Motul-Tizimín. Desde Cancún, puedes llegar por la autopista Cancún-Mérida. El tiempo de recorrido es de tres horas aproximadamente.
Contacto
Pedro y Elena Hernández, A.C.
www.pedroyelena.org
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