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Arte y Artesanías

Antonio García Cubas constructor de la imagen de la Nación Mexicana

Antonio García Cubas constructor de la imagen de la Nación Mexicana fifu

La generación de los libertadores le cede el quehacer de la historia a la de los consumadores y ésta a su vez a la de los constructores.

Después de la lucha independentista, con un proyecto de país, en partes definido y en partes sólo esbozado, hubo necesidad de precisarlo y de constatarlo con la realidad en muchos aspectos, para construirlo y darle una forma cabal. Tal fue el caso del territorio mexicano y de la creación de su imagen.

Un quehacer generacional

Desde su inicio, el gobierno del México independiente vio la necesidad de contar con una carta geográfica general que comprendiera a la nueva nación, pero al establecerse el pacto federal, en 1824, se vuelve impostergable la construcción de la cartografía del nuevo país, con sus entidades federativas y con sus fronteras.

La tarea no era fácil, pues los cambios en la política interna y externa, modificaban frecuentemente la realidad nacional. Se hicieron varios esfuerzos que culminaron sólo cuando, con el apoyo de varias instituciones de gobierno se formó la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística en 1833, lográndose la primera carta general en 1850, esto es, 17 años después.

Para realizar esta tarea se hubo de utilizar toda la experiencia acumulada: la cartografía de los conquistadores que definieron los litorales y las tierras sometidas, la de los colonizadores que fueron consolidando las fundaciones poblacionales en los territorios ocupados, las de las jurisdicciones eclesiásticas, las de los propietarios de minas y haciendas, las de las expediciones misionales y militares que se ocuparon en cartografiar las provincias septentrionales y las de los registros catastrales. También se consideraron todos los esfuerzos de los agrimensores y de los científicos ilustrados para definir la posición geográfica del país y desde luego, se recogieron en ella todos los mapas regionales.

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Sin embargo, después de este logro inicial, hubo que desarrollar toda una labor para precisar y perfeccionar esta primera carta y es, en este momento, en el que destaca la figura de Antonio García Cubas. Egresado de la Academia de Bellas Artes de San Carlos, se le comisiona para copiar la Carta General de la República Mexicana, a la cual le hace algunas correcciones y concluye en 1856, año en el que también ingresa como miembro a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Después cursa la carrera de ingeniería en el Colegio de minería, con lo que afirmó su vocación de geógrafo.

El conocimiento del país y su descripción

Forma parte del anecdotario de García Cubas la trágica escena, en la que describe la sorpresa que le causó a Santa Anna, al ver por primera vez —cuando se le mostró la carta que él había copiado—, la extensión del territorio que había perdido, hecho del cual, el general no había tenido, hasta entonces, la menor conciencia.

Emanada de la tradición iniciada por los intelectuales ilustrados de la Nueva España, la descripción del país, la evaluación de su riqueza y de su potencial de desarrollo se fomentaron en la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Sus miembros exploraron una temática muy amplia que abarcó, tanto la fisiografía del territorio, como sus recursos naturales y su producción. También fue importante el estudio de su población en sus aspectos demográficos, étnicos y lingüísticos. La cristalización de todo este conocimiento se produjo cuando García Cubas publicó suCarta General de la República Mexicana. México, Imprenta de Andrade y Escalante, 1861. Esta obra fue enriquecida posteriormente con las investigaciones que García Cubas desarrolló entre 1870-1874 y que culminaron en elAtlas mexicano geográfico y estadístico. México, Debray y sucesores, 1885, que fue su obra más importante. Compuesta de una magnífica carta general con indicación de las líneas de ferrocarriles y telégrafos y 30 cartas de los estados, D. F., ciudad de México y territorios de Baja California y Tepic, se publicó con textos en español, inglés y francés.

La enseñanza del país

El esfuerzo realizado por los constructores del país no quedaba consolidado si no se complementaba con la labor educativa que infundiría en los ciudadanos un sentimiento nacionalista. García Cubas le prestó especial atención a la enseñanza de la geografía y publica desde 1861, elCompendio de Geografía de la República Mexicana, arreglado en 55 lecciones para uso de los establecimientos de Instrucción Pública. México, Imprenta de M. Castro. Con el mismo sentido didáctico publica un trabajo con un tema más específico, laGeografía e historia del Distrito Federal. México, Antigua Imprenta de E. Murguía, 1894.

El propio García Cubas presenta el libro y en el prólogo explica que la primera parte, dedicada a la primera enseñanza, comprende las noticias elementales de la geografía del Distrito Federal ampliadas con reseñas históricas y tradicionales que, además de amenizar el estudio, favorece la instrucción del niño y que, la segunda, esencialmente histórica, está destinada a la enseñanza superior, pudiendo servir como de simple libro de lectura para aquellos que no estuviesen en posibilidad de emprender su estudio.

La restitución de la imágen del país hacia el exterior

Como en otras ocasiones, García Cubas explica en un prologo los motivos que lo llevaron a ofrecer al publico su libroThe Republic of Mexico in 1876. George H. Henderson (Trad.). México, La Enseñanza, 1876. Refiere que ha sido escrito con la mira de “cambiar las impresiones erróneas, que pudieron haber dejado en las mentes de los lectores esos trabajos que, con intento malévolo o con el deseo de adquirir notoriedad como novelistas, han sido compuestos y publicados por diferentes extranjeros, juzgando a la nación de México, por impresiones recibidas en una excursión rápida sin mayor examen o estudio cuidadoso”.

Para ello, describe a México imprimiéndole una imagen reivindicativa y optimista, como un país con una escasa población para su extenso territorio, ubicado entre dos océanos; resalta las ventajas topográficas de sus tierras, su fertilidad, su clima, la producción minera y sus recursos acuíferos. Acompaña toda esta información con una carta general y con información adicional dividida en tres secciones: una parte política donde trata la situación de la República, su extensión y sus fronteras; su gobierno, división política y población; agricultura y minas, artes y manufacturas, comercio e instrucción pública. Una parte histórica en la que habla de la peregrinación, de los toltecas, de los chichimecas, de las siete tribus y de los aztecas. Por último, una parte etnográfica y descriptiva en la cual se refiere a las diferentes familias: mexicana, opata, pima, comanche, tejana y coahuilteca, keres zuñi, mutzun, guaicura, cochimi, seri, tarasca, zoque, totonaca, mixteco-zapoteca, pirinda matlaltzinca, maya, chontal, de origen nicaragüense, apache, otomí. Indica la distribución numérica de las familias indígenas, hace un reporte de las razas y refiere las causas de su decadencia. Lo más importante en este rubro es que se lo acompaña de una carta etnográfica de México.

La presentación oficial del país

García Cubas fue un convencido de la política liberal en cuanto a las ideas sobre el desarrollo y el progreso de la nación.

La consolidación del proyecto liberal en la segunda mitad del siglo XIX, abre una etapa en la política gubernamental, que trata de presentar una nueva imagen de México, como un país rico y civilizado que puede resultar atractivo a los inversionistas en muchos aspectos.

Dentro de esta idea, en 1885 García Cubas publica suAtlas pintoresco e histórico de los Estados Unidos Mexicanos. México, Debray y Sucesores. Se trata de una serie de cartas que presentan al país con los datos disponibles en ese año, con énfasis en aspectos histórico-culturales. La explicación de cada carta se publicó en elCuadro geográfico estadístico Descriptivo e Histórico de los Estados Unidos Mexicanos, obra que sirve de texto alAtlas Pintoresco. México, Oficina Tipográfica de la Secretaría de Fomento, 1885. A partir de entonces prepara, para ser publicadas directamente por las dependencias del gobierno, principalmente la Secretaría de Fomento, sus obras más importantes, tales como elDiccionario geográfico, histórico y biográfico del los Estados Unidos Mexicanos. México, Imprenta del Ministerio de Fomento, 1898-99, o los libros realizados directamente para los inversionistas de habla inglesa:Mexico, Its Trade, Industries and Resources. William Thompson (Trad.). México, Tipographical Office of the Department of Fomento y Colonización and Industry, 1893. En ellos se proporcionan datos sobre las dependencias gubernamentales administrativas, las características de los habitantes, las facilidades financieras, así como la infraestructura instalada en apoyo de las empresas. Con esta información presentó, de un plumazo, una síntesis de las condiciones del país y de su historia, útil para los visitantes e inversionistas.

La capital como centro de los poderes federales

La delimitación del Distrito Federal en 1824 y la ciudad de México como sede de los poderes federales merecieron, dada su importancia, un tratamiento especial por parte de García Cubas. En el ya antes mencionadoAtlas mexicano geográfico y estadístico, dedica especialmente un plano a la ciudad en 1885, rodeado de recuadros con diversas imágenes. Estas representan unas piedras artificiales (fracciones del pavimento de la antigua catedral recientemente descubiertas), unas cabezas decoatepantlidel Templo Mayor, la planta de la catedral antigua, un plano del Distrito Federal, otro plano de la ciudad de México señalando la traza española, otro más de la ciudad a fines del siglo XVIII, la planta y un corte del Teatro Nacional, la planta de la Escuela de Ingenieros, la planta del Palacio Nacional y un grabado de México con el título “Mexico regia et Celebris Hispaniae Novae Civitas” que representa a Tenochtitlan.

En el texto que lo acompaña se narra el origen y fundación de la ciudad mexica desde la peregrinación; se describe a Tenochtitlan con el gran Teocalli y después a la Catedral. También se refiere a la ciudad contemporánea con sus templos, el jardín botánico y el observatorio meteorológico; el Observatorio Astronómico Nacional en Tacubaya; las escuelas de Medicina, de Ingeniería, de Minería, de Bellas Artes, de Jurisprudencia, de Comercio, de Artes y Oficios; la Preparatoria y las escuelas de niñas y señoritas, de ciegos y sordos, así como el Seminario Conciliar. Hace hincapié en los establecimientos literarios y científicos como la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, la Sociedad de Historia Natural y la de la Lengua; se refiere asimismo a bibliotecas públicas y museos. Presenta plazas, paseos, mercados, hoteles, teatros, jardines de plantas y de recreo, así como panteones. Enumera después los alrededores como Santa Anita, Ixtacalco, Mexicalcingo e Ixtapalapa.

Posteriormente, en 1894 hace un libro especial sobreGeografía e historia del Distrito Federal. México, Antigua Imprenta de E. Murguía, 1894.

Este libro está presentado a manera de manual, destinado a un público amplio en el que se ofrece la información básica sobre el Distrito Federal. Explica sus orígenes y su división política, desde su inclusión en la Constitución del 57 y su definición como residencia del gobierno general o de la federación. Describe cómo se nombra al gobernador, sus funciones, cómo se constituye el Ayuntamiento y sus atribuciones.

En una primera parte refiere los orígenes del Distrito Federal, los organismos que lo conforman y cuáles son los funcionarios de gobierno. Tiene cartas sobre varios aspectos: una sobre división política y población, en la que indican las prefecturas que conforman a la municipalidad de México, y las municipalidades en las que a su vez se dividen y cuyas cabeceras destacan como las principales poblaciones. Otras cartas describen su configuración y aspecto físico, señalando montañas, ríos y lagos; el clima y los productos naturales; las poblaciones principales; la municipalidad de México con la extensión de la ciudad, su planta y sus divisiones: cuarteles, manzanas, calles y plazas, el alumbrado y la nomenclatura de las calles.

En una segunda parte hace una reseña histórica desde la peregrinación de los aztecas, a la fundación de Tenochtitlan, de la cual hace una descripción de acuerdo con las investigaciones histórico arqueológicas de su tiempo; a continuación habla de cómo era la ciudad colonial, para referir después la ciudad de su época en la cual menciona los templos, los palacios de instituciones, edificios para la instrucción pública, teatros, paseos, monumentos, tívolis, casinos, hoteles y mercados. Finalmente hace un listado de las voces mexicanas contenidas en la obra.

De gran importancia es la obra cartográfica de Antonio García Cubas, quien se avocó, a lo largo de toda su vida, a dotar a la nación de una imagen. Esta labor será justamente dimensionada si se refiere a la contribución proporcional que significó su participación en el enorme empeño de construir el país llevada a cabo por las generaciones inmediatas a la Independencia. Destaca de ella, sobre todo, su concepción unitaria de la nación, en la cual trató de integrar su territorio, su población y su historia.

Fuente: México en el Tiempo # 22 enero-febrero 1998

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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