Así se vivió la Noche de los Deseos en la CDMX
¿Fuiste a la Noche de los Deseos en la CDMX? Si te la perdiste, acá te contamos los detalles.
La Noche de los Deseos en la CDMX se preparaba desde muy temprano al oriente de la ciudad, en el deportivo Cuemanco, ubicado en la alcaldía Xochimilco, y a unos minutos del metro Periférico Oriente de la línea 12.
Cerca de las 16:00 horas todo estaba listo y podías ingresar, no sin antes recibir tu material para construir una linterna inspirada en la tradición japonesa Toro Nagashi y pedir por la paz.
Una vez adentro te recibía el escenario donde se presentaron bandas de jazz que ambientaron durante el evento, además de la oferta gastronómica de hamburguesas y hot-dogs al carbón, tacos y café de olla entre las más degustadas; resultaba seductor comer al estilo picnic nocturno a orillas del lago.
Linternas Mágicas en la CDMX
Lo más importante de la Noche de los Deseos en la CDMX es traer la tradición japonesa Toro Nagashi que se realiza durante el verano y consiste en dejar flotar una vela cubierta por papel o tela en el río, con la intención de guiar y agradecer a sus antepasados; además de pedir por la paz y todas las buenas intenciones.
Esta tradición inició con el deseo de recordar y venerar a los caídos durante la guerra y se realiza en los ríos principales de Japón, donde es visible para todo aquel que quiera formar parte de esa noche.
Uno de los lugares más importantes es Hiroshima, donde se reúnen para recordar a las víctimas de la bomba atómica, y pedir por la paz en todo el mundo.
La linterna lleva manuscritos o dibujos que evoquen los mejores recuerdos, deseos e intenciones para la familia, la pareja, los amigos, el trabajo o el planeta.
Mexico y Japón se unen para una Noche de Deseos
El evento ofreció un área con todo el material disponible para armar y decorar tu linterna. Niños, familias enteras, enamorados, amigos y hasta las mascotas compartieron este momento de creatividad.
Listas de buenos pensamientos, dibujos de mascotas que recién se fueron, planes a futuro como viajes o nuevos trabajos, el anhelo por un México mejor son solo algunos de los motivos que adornaban las paredes de esas linternas.
Para abrir el lanzamiento de las linternas y con un escenario iluminado por las estrellas, se inició el emblemático juego de pelota prehispánico, acompañado de una ceremonia entre aroma de copal y música de tambores.
Muy pocos han podido presenciar una representación como esta y fue increíble verlo a la luz de la luna, sobre todo, cuando se encendió la pelota con fuego.
De manera cuidadosa los participantes ofrecieron un momento de tensión y, después de una anotación en ese pequeño aro de piedra, se creó la unión de todos los asistentes eufóricos de ver la habilidad de los jugadores.
Luces iluminando el río
Al finalizar el juego de pelota, el río esperaba todas esas linternas ya encendidas y poco a poco se empezó a iluminar. Flotaban lentamente hacia el centro poco a poco, con una atmósfera tranquila.
Lejos del bullicio de la ciudad, se compartió un momento de paz y meditación que se iluminó más a lo lejos al ver dos globos aerostáticos que se exhibían junto a los telescopios que permitían ver el cielo nocturno.
Muchos asistentes tomaron lugar alrededor del río y se cobijaron con mantas para seguir disfrutando de la noche, la música y de la bebida de los dioses, pulque de sabores.
Sin duda fue una experiencia encantadora para los habitantes de la Ciudad de México y que nos viene bien para unirnos y conocer más de nuestra cultura y de otras de manera lúdica. Gracias a estos eventos podemos compartir en familia y conocer más lugares en la ciudad y vivirlos de forma diferente.
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