Así se vivió la Travesía Sagrada Maya en Xcaret
Habitantes de Cancún, Playa del Carmen y alrededores se dieron cita en Xcaret para recrear una antigua tradición: cruzar el Caribe hacia Cozumel y adorar a Ixchel, diosa maya de la fertilidad.
No es fácil describir la emoción que trae este amanecer a Xcaret, en la Riviera Maya. Justo como ocurrió por primera vez hace 10 años, habitantes de Cancún, Playa del Carmen y alrededores se han dado cita en esta bella caleta. Visten a la antigua usanza maya, con la cara pintada de rojo y azul. Estos guerreros del mar, mensajeros, peregrinos, han entrenado durante 6 meses para recrear una tradición que se creía perdida: cruzar el Mar Caribe hacia la isla de Cozumel y adorar a Ixchel, la diosa maya de la fertilidad y la medicina. Eso es la Travesía Sagrada Maya.
A lo largo de estos 10 años, Xcaret ha trabajado de la mano con la comunidad en este sueño: que una tradición rescatada del olvido pudiera contribuir a la identidad de Quintana Roo, el estado más joven de México. Con la asesoría del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Xcaret conformó un programa de actividades sustentado en la historia fidedigna de los mayas y sus rituales. La meta era crear una actividad multidisciplinaria que fuera al mismo tiempo un atractivo turístico para mexicanos y extranjeros, y que hiciera a las personas reunirse para practicar un deporte, compartir experiencias y tocar las almas de sus participantes de una manera profunda y definitiva.
En 2007, la primera Travesía Sagrada Maya contó con la participación de 25 canoeros que cruzaron el Mar Caribe en 5 canoas. Ahora, para la décima edición, participaron 400 canoeros en 40 canoas. Viajeros de 22 naciones se han unido a esta experiencia única que se ha convertido en un icono de la Riviera Maya, bien arraigada en su pasado glorioso, pero integrada al presente multicultural de la región.
En esta edición, la Travesía Sagrada Maya giró en torno a la evolución del guerrero, pues por primera vez se contó con la participación de una segunda generación de canoeros. Al igual que en las ediciones pasadas, los navegantes zarparon desde Xcaret, que antiguamente fue la ciudad maya de Polé, hacia Cozumel. Y el regreso, al día siguiente, fue nuevamente en el parque.
Cada canoero tiene su propia historia; sin embargo, todos de alguna manera manifiestan que participar en la travesía les ha cambiado la vida. Trabajar en equipo, enfrentar los temores, reencontrarse con sus raíces o bien, descubrir una nueva cosmovisión a lo largo de los 6 meses de preparación es sin duda un proceso transformador.
En septiembre próximo Xcaret volverá a lanzar la convocatoria para la edición 11 de la Travesía Sagrada Maya. Y quienes han seguido la evolución de los guerreros volverán a ser testigos de este magnífico espectáculo: una pequeña caleta de arena suave y blanca, iluminándose con los colores del amanecer, gritos de júbilo a lo lejos, oraciones en lengua maya y música de tambores. Mujeres que bailan entre telas azules y rojas. Luego las canoas que zarpan con enérgico remar de sus navegantes y se pierden luego en el mar en busca del mensaje divino.
Si quieres ser canoero en la Travesía Sagrada Maya, mantente al pendiente a partir de noviembre en el sitio web. También en este sitio web estarán informando sobre las facilidades que da el parque a quienes desean participar en las ceremonias de salida y llegada de los canoeros.
