Aventura en Cayuco, navegando las rutas mayas
La histórica expedición para recrear los caminos comerciales de la cultura maya en cayuco vio la luz. Aquí te contamos cómo surgió esta aventura.
En 2008, México Desconocido cumplió su aniversario número 31 y para conmemorarlo realizó una expedición extraordinaria: recorrió las antiguas rutas de navegación maya en un auténtico cayuco, el medio de transporte indígena.
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A través de este especial podrás seguir esta aventura histórica no sólo por el hecho de haber surcado las aguas que hace miles de años usaron los mayas con fines comerciales, sino porque representó construir y reconstruir el cayuco para recrear lo más cerca posible las rutas de los remeros mayas que recorrían los siguientes cuerpos de agua:
- Usumacinta
- Grijalva
- Hondo
- Golfo de México
- Mar Caribe
Transportaban cargamentos con una gran diversidad de productos de ornato y alimentación, entre ellos:
- Mantas de algodón
- Sal
- Hachuelas de cobre
- Navajas de obsidiana
- Adornos de jade
- Capas de plumas
- Piedras de moler
El proyecto original, que se planteó hace 18 años, consistía en revivir las rutas de comercio mayas con un equipo multidisciplinario integrado por expedicionarios y especialistas del tema como historiadores, biólogos y arqueólogos, pero eso no pudo realizarse. Aquella aventura terminó con la construcción del enorme cayuco que pesa una tonelada.
Para lograrlo fue necesario buscar un árbol tan grande que permitiera construir la canoa con una sola pieza. El equipo de México Desconocido encontró un enorme “pich”, de esas especies que hoy son casi imposibles de encontrar pero que hace algún tiempo formaron las selvas de Chiapas y Tabasco.
Con el debido permiso, fue derribado y tocó a don Libio, carpintero especialista en la fabricación de cayucos (oficio también en peligro de extinción), la construcción de la canoa que mide 10 metros de largo por un metro y medio de ancho, y un metro y medio de alto, en la proa y en la popa. Era un árbol tan grande que el carpintero fabricó con el tronco otras seis embarcaciones de menor tamaño.
La expedición se detuvo por un tiempo, pero más tarde, México Desconocido decidió retomar la idea y lo primero era rescatar del abandono la embarcación con ayuda del fotógrafo Alfredo Martínez, quien tenía la encomienda de encontrar el cayuco tallado, más no terminado.
El cayuco quedó abandonado en la casa de don Libio, el propietario del terreno en donde se halló aquel árbol de pich y quien durante 14 años lo guardó en su terreno bajo la sombra de un frondoso árbol de tamarindo, de donde fue rescatado y trasladado para su terminación.
La expedición ya tenía un transporte. Aquí es donde comienza la aventura que conocerás paso a paso en esta sección especial: Cayuco, navegando las rutas mayas, una ruta que después de una travesía, finalmente vio la luz.
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