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Aventura en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an

Quintana Roo

En la Riviera Maya, esta expedición es una de las experiencias más gratificantes y emocionantes para el viajero. ¡Vívela!

En el estado de Quintana Roo, en la Riviera Maya y en las estribaciones de Tulum, se encuentra la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, una joya natural que es un paraíso para los viajeros que buscan las experiencias de aventura y las sensaciones límite que solo ofrecen estos rincones paradisíacos de nuestra geografía.

Características de la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an

Sian Ka’an significa en maya “donde nace el cielo”, y este ecosistema fue declarado en 1987 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Este rincón natural de la Riviera Maya, con sus 650 ,00 hectáreas, es la mayor área protegida del Caribe mexicano.

A lo largo de sus 120 kilómetros de norte a sur presume: playas, manglares, cenotes, dunas, arrecifes de coral, y una frondosa selva tropical.

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Este paraíso es el hogar de más de 300 especies de aves, 100 especies de mamíferos, y mil de plantas exóticas.

Existe una zona núcleo que está estrictamente protegida, pero su zona de amortiguamiento está abierta a los visitantes.

Existe una zona conocida como de transición donde está permitida la intervención humana: ahí se encuentra la pequeña comunidad de Punta Allen.

Desde Tulum inicia la expedición

Desde este punto, donde por cierto resulta ineludible visitar su espléndida zona arqueológica, inicia el periplo hacia la Reserva de la Biósfera.

Conviene alquilar en Tulum un vehículo de doble tracción, y es que el camino principal de la reserva y muchas de las brechas son de difícil circulación.

Para la pernocta en los distintos parajes, esto es, para pasar la noche, es indispensable considerar los siguientes implementos:

  • Tienda de campaña
  • Agua potable en cantidad suficiente
  • Víveres de preferencia no perecederos
  • Linternas y lámparas
  • Sacos de dormir
  • Repelente de insectos
  • Calzado adecuado, es decir botas o tenis
  • Protector solar
  • Pequeña estufa de gas para campamento
  • Recipientes para calentar agua y alimentos
  • Binoculares
  • Cámara fotográfica
  • Equipo de buceo o snorquel

Resulta muy conveniente salir temprano por la mañana para aprovechar las mejores luces naturales del día para las tomas fotográficas.

Un primer alto en el camino: Boca Paila

Después de una hora de haber tomado el camino desde lo que es puntualmente la entrada de la reserva, se llega a esta espléndida laguna.

Boca Paila es de espectacular belleza: miles de aves anidan en sus manglares, y los cocodrilos suelen pasearse cerca de estos; de hecho no es difícil encontrárselos, así como garzas, cormoranes, gaviotas, martines pescadores, cigüeñas, chorlitos, ibis, e incluso, flamencos mayores.

Este lugar de humedales, pantanos, ciénegas y manglares es ideal para la pernocta, e incluso para nadar, aunque hay que estar atentos con los cocodrilos.

Continúa la ruta hacia el sur

Cruzando el puente de Boca Paila la expedición continúa hacia el sur de la reserva, en el trayecto irán apareciendo playas paradisíacas, más lagunas, dunas costeras, y Punta Pájaros, Punta Xamach, Punta Piedra, Punta Santa Rosa, y finalmente: la Bahía Emiliano Zapata.

En este trayecto conviene tener a la mano los binoculares y la cámara fotográfica, ya que el tapir, el manatí y el pecarí entran aquí en escena.

Con suerte este es el momento de descubrir algún jaguar, aquí, sobre estos ríos subterráneos de agua dulce que interconectan cenotes con petenes, es el hogar de este imponente felino.

Punta Allen, pueblo de pescadores

Este pequeño poblado que en realidad se llama Javier Rojo Gómez, aunque sigue siendo conocido por los lugareños como Punta Allen, es perfecto para la pernocta y para contratar los servicios de los pescadores para realizar excursiones en lancha.

En estas travesías marítimas se llega a las playas más vírgenes e inaccesibles, con los colores más encendidos y extraordinarios de toda la reserva.

Se pueden apreciar, del mismo modo: el faro de Punta Allen, los manglares y humedales de la zona, varios arrecifes de coral y dunas costeras.

Pero quizá lo más emocionante es observar a los delfines que nadan cerca de la embarcación, y también los peces león, y la fabulosa Isla de Pájaros.

Otras actividades y servicios

En el poblado de Punta Allen también se pueden contratar viajes especiales en lancha para la pesca con mosca, sábalo, pez hueso y róbalo son las especies más apreciadas.

Las playas cercanas al pueblo son perfectas para las actividades acuáticas, veleros, kayaks, y sobre todo el buceo y el esnórquel, y es que los arrecifes de coral son aquí simplemente espectaculares.

Así mismo la comunidad ofrece para hospedarse cabañas y hoteles, pero también existen en la playa todos los servicios para acampar, y por supuesto, excelentes restaurantes para degustar los pescados y mariscos de la región.

Muy cerca de la comunidad hay varias brechas que llevan a playas idílicas, cerca del faro, por ejemplo, existen rincones espectaculares.

La zona tiene la peculiaridad de ofrecer recovecos playeros solitarios, las caminatas y los trayectos marítimos son aquí una caricia al alma, se trata pues, de un retiro nostálgico y melancólico, solo las aves irrumpen de vez en cuando, y en las brechas de la selva se espera siempre al jaguar, porque si en algún lugar ha de manifestarse es aquí, en lo más recóndito de “Donde nace el cielo”, en el paraíso de los mayas.

En fin, si quieres tener una experiencia mágica, ven a Sian Ka´an, ya que puedes tener la certeza de que te encontrarás en el lugar más extraordinario del planeta, el lugar donde los mayas descubrieron el cielo.

¡Muy buen viaje!

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