Cabo Pulmo, el paraíso marino de los buzos
Existe un lugar perdido en el mapa mexicano conocido como Cabo Pulmo. Los buzos del mundo entero lo buscan como buscaba Cortés a la isla de Calafia, además aquí, seguramente, fue donde Jacques Costeau quedó enamorado de la Baja.
Cuando preguntas por Cabo Pulmo, los que saben, sonríen. No es para menos, no solamente estamos hablando de un Parque Marino – decretado como Patrimonio Natural por la UNESCO – al sur de la península de Baja California, es además un proyecto de éxito donde la comunidad se organizó para no depredar el lugar y convertirlo en un proyecto sustentable.
Llegar no es fácil, y por ende, sólo los que realmente quieren llegar, llegan. Tampoco es tan complicado; desde La Paz o San José del Cabo puedes partir sin problema. La segunda ciudad es tu mejor opción, ya que la distancia de San José a Cabo Pulmo es el más corto.
Ahora bien, tienes dos opciones, ya sea que vayas por Las Cuevas o por Shipwreck Point. El primero es un camino pavimentado y por ende el más sencillo. El segundo es pura terracería, y el paisaje es maravilloso. De hecho, por el segundo camino encontrarás un sinfín de puntos surf de nivel mundial. Cuando llegues a Cabo Pulmo, tú relájate. Es una pequeña comunidad que la puedes caminar de punta a punta en 10 minutos. La mayoría presta el servicio al turismo, ya sea que desees bucear, snorkel, pesca deportiva, senderismo o simple y sencillamente tomar un café y disfrutar de la vista.
Para desayunar, nada mejor que sentarte y tomar café en Pepes Place. Platica con Pepe Murrieta, uno de los grandes impulsores del proyecto de Cabo Pulmo. Ahora si ya no te aguantas y deseas sumérgete al agua del Mar de Cortés, entonces acércate a Eco Aventures. Ellos cuentan con todo el equipo necesario para cumplir tus sueños submarinos.
Ponte tu traje de neopreno. Prepara tu cinto, careta, aletas y tanque de oxígeno. Sumérgete lentamente y disfruta de otro mundo bajo el mar. Abajo, encontrarás una diversidad maravillosa que va desde arrecifes vivos, crustáceos, peces, tortugas marinas, mantarrayas, y si tienes suerte, tiburones, focas o el gran tiburón ballena.
