Cácaro, el mágico oficio de proyectar películas proviene del purépecha
El cácaro se encargaba de proyectar las películas en las salas de cine de México. Sin embargo, cada vez se le recuerda menos.
¿De dónde viene el cácaro?
La palabra cácaro es muy común e importante en la industria cinematográfica mexicana. Se refiere a aquella persona que se encargaba de proyectar películas en las salas de cine, es decir, de hacer posible que los espectadores pudieran ver una película.
De acuerdo con Juan Carlos Hidalgo, locutor proveniente de Michoacán y con amplia experiencia en la proyección de películas, esta palabra deriva del purépecha cacarani y se ha traducido como «llaga reventada». Esta palabra se originó en la sala azul de Guadalajara a principios del siglo XX.
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Según se cuenta, en ese entonces un comerciante contrató a un hombre llamado Rafael González para que lo ayudara en una sala. No obstante, González tenía numerosas marcas en el rostro causadas por la viruela, por lo que lo apodaron cácaro. Posteriormente, el apodo se extendió a todos los proyectistas.
Otra versión señala que, debido al calor y a la monotonía de su trabajo, el proyectista se estaba quedando dormido por lo que el encargado le gritaba a su ayudante «¡cácaro, despierta!». De lo contrario, hubiera arruinado la proyección para los espectadores. Cabe señalar que aquel joven también tenía todo el rostro marcado por el paso de la viruela.
Y aunque se desconoce el origen preciso del momento en que surgió la palabra, se volvió común gritar ¡Cácaro! como reclamo cuando fallaba la proyección de la película.
Empero, a pesar de que durante décadas los cácaros hicieron posible que los mexicanos viviéramos la experiencia del cine, hay quienes ya no los recuerdan debido a que la mayoría de cines actuales ya sólo utilizan proyectores digitales o proyectores láser.
Cuéntanos, ¿llegaste a gritar «cácaro» cuando la película fallaba?