Campos de Algodón en México, de la tierra al textil
En los campos de algodón de nuestro país, la tradición y la cosecha se entrelazan en una danza que ha perdurado a lo largo de los siglos.
En los vastos paisajes de México, los campos de algodón se despliegan como un tapiz natural que es testigo de siglos de historia y cultura. Más allá de ser simplemente plantaciones, estos campos representan el alma de una tradición textil arraigada en la tierra misma.
Conozcamos más sobre el fascinante mundo de esta planta que narra la historia del trabajo y sostenibilidad en nuestro país.
Cultivo de algodón en México
Existen en el mundo más de 40 especies de algodón que tienen su origen en Asia, África, la India y América. Sin embargo, hay una especie que es endémica de México, se trata del algodón de tierras altas o algodón mexicano (Gossypium hirsutum).
Existe evidencia arqueológica que muestra el cultivo de algodón en el Valle de Tehuacán hace cerca de 5 mil años. De hecho, a esta especie de algodón se le conoce como ichcatel, en lengua náhuatl.
No obstante, algunos investigadores apuntan a que el origen de la especie del algodón mexicano, así como sus variedades se dio en los límites entre el sur de México y Guatemala. También existe una voz maya que reconoce al algodón como “taman”.
Las mujeres mayas de la antigüedad tenían dos tipos naturales de algodón para trabajar, uno blanco y el otro marrón claro, llamado cuyuscate, ambos teñidos comúnmente. La preparación del algodón para hilar era muy onerosa, ya que tenía que lavarse y quitarse las semillas. El algodón solía estar asociado con las élites.
Esta especie se caracteriza por ser una planta herbácea que crece año tras año y que alcanza de 60 a 150 centímetros de altura. Su tallo es verde y, a veces, tiende a ser de un tono rojizo, con una pilosidad simple.
Sus flores salen de la inflorescencia axilar y alcanzan los 2.5 centímetros de largo. El color de las mismas es blanco, amarillento o rojizo. Mientras que su fruto es una cápsula con tres a cinco partes.
El uso de esta planta es principalmente textil. Por ejemplo, en las sociedades mayas, ya lo utilizaban para hilar diversas vestimentas. Inclusive el uso de algodón solía asociarse con las élites de aquel entonces.
Tradición que perdura en los campos de algodón
El algodón continuó cultivándose y cosechándose en nuestro país desde entonces. Se desarrolla principalmente en zonas cálidas, pues para su crecimiento requiere de temperaturas mayores a los 15 grados centígrados. Además de una buena iluminación y riegos constantes.
Debido a nuestras condiciones climatológicas, México se convierte en un lugar ideal para la producción de esta planta. Es por ello, que en la actualidad nuestro país se coloca como uno de los principales productores a nivel mundial.
Hoy en día, se ha reportado la existencia de especies nativas de algodón en al menos 27 estados. Aunque son seis las entidades federativas las que arropan el cultivo agroindustrial del algodón: Tamaulipas, Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Durango.
Es importante señalar que el 70 por ciento de la fibra de algodón que se produce en nuestro país se destina a la industria textil nacional, mientras que el resto se exporta, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Otros usos
Sin embargo, los campos de algodón también ofrecen un producto que puede utilizarse en otros rubros de la vida. Por ejemplo, la semilla también puede ser utilizada para la producción de aceite y para consumo forrajero.
Además, de usarse como materia prima para playeras, pantalones, toallas, se puede aprovechar para la producción de papel, billetes, alimentos, y mucho más. Incluso se puede utilizar para la industria cosmética, fibras, jabones- y hasta biocombustibles.
Estas esferas blancas han sido testigos del trabajo arduo y la evolución de la producción en el campo mexicano desde hace ya varios años.