La emocionante carrera de ollas en la Huasteca Hidalguense
En la Huasteca hidalguense, en diversos municipios y poblaciones, se lleva a cabo cada año una peculiar y vertiginosa competencia. Se trata de la carrera de ollas ¡Conócela!
La Huasteca Hidalguense es una región rica en cultura, historia, tradiciones y gastronomía. Con diferentes celebraciones a lo largo del año, se engalanan los municipios y poblaciones que la conforman con diferentes festividades. Una de ellas, destaca por lo divertida y emocionante que resulta para los espectadores y los participantes. Se trata de la carrera de ollas.
La Huasteca Hidalguense
La Huasteca en el estado de Hidalgo, abarca la porción noreste de dicho territorio. Incluye ocho municipios: Atlapexco, Huautla, Huazalingo, Huejutla de Reyes, Jaltocán, San Felipe Orizatlán, Xochiatipan y Yahualica.
En todos estos lugares, la población huasteca es mayoritaria, representando aproximadamente el 85% del total de habitantes de la zona. Está organizada habitualmente en un sistema de gobierno autóctono, con autoridades municipales, así como una asamblea general indígena cuyo órgano máximo de decisión comunitaria es el Consejo de Ancianos, a quienes se les reconoce su papel de autoridad suprema a través de la entrega del báculo, símbolo de poder.
Las comunidades huastecas se sirven de ciertas formas de organización propias, fundadas a través de la colaboración vecinal y familiar en las comunidades. A sus integrantes se les otorga cargos como el de “topil”, “fiscal”, “capitán”, que son personajes encargados de preparar y organizar las celebraciones locales de manera directa.
La Semana Santa y la carrera de ollas
La carrera de ollas se da en el marco de las celebraciones de Semana Santa en toda la Huasteca Hidalguense. Estas celebraciones, con evidente carácter religioso, incluyen diversas conmemoraciones y eventos.
Suelen destacar los números de música, entre ella el ritmo tradicional de la región, es decir, el son huasteco. También se le conoce como huapango o cuauhpanco. Son sones que se ejecutan a base de guitarra quinta o huapanguera, violín, jarana y antiguamente también con arpa. Se baila sobre pequeñas tarimas y en él se distinguen distintos estilos, cuya constante es la improvisación para elaborar ingeniosas coplas así como el empleo del canto en falsete.
Respecto a la competencia con ollas, en ellas participan exclusivamente mujeres (para los hombres hay carreras de carretillas con costales). Las corredoras deben llevar sobre su cabeza una olla de barro, llena completamente de agua, sin usar las manos y sin romperla. Deben partir de una meta, recorrer algunos metros ya sea trotando o acelerando totalmente, llegar a un segundo punto, y de ahí regresar al inicio de la pista que es delimitada con cal y banderillas.
Estos eventos congregan a todos los vecinos, y en general a toda la comunidad, la cual se divierte por lo trepidante del certamen. A las ganadoras se les da un premio consistente usualmente en algo de dinero. De acuerdo a algunos, la carrera con ollas llenas de agua es una forma de reconocimiento a las mujeres de la región, ya que por necesidad, ellas son las que deben acarrear el vital líquido con estas frágiles vasijas desde los ríos y manantiales, hasta sus viviendas.
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