Casa de la Cultura de Juchitán: un referente del Istmo y de Oaxaca

La Casa de la Cultura de Juchitán (Lidxi Guendabiaani), se ha vuelto un referente de la región istmeña y del estado de Oaxaca. Fundado en 1972 por el pintor Francisco Toledo, este espacio promueve la cultura así como la creación artística de los zapotecas.
Oaxaca es probablemente, de los estados con una de las mayores vidas culturales y artísticas del país. Tanto su capital como sus ocho regiones, gozan de una enorme actividad creativa que no solo surge de las manos de autores en solitario, sino que también nace de lo social y se vuelve un quehacer comunitario. En el Istmo de Tehuantepec, desde la histórica ciudad de Juchitán, un espacio se ha encargado de la labor de difundir la historia, la cultura y el arte de los zapotecas istmeños. Hablamos del la Casa de la Cultura de Juchitán (Lidxi Guendabiaani).

Francisco Toledo: el fundador de la Casa de la Cultura de Juchitán
Originalmente, el inmueble que ocupa la casa fue un convento de frailes dominicos. Formaba parte del conjunto de la Parroquia de San Vicente Ferrer, santo patrono de Juchitán. Tras la Guerra de Reforma en el siglo XIX, se empleó como cuartel militar. Finalmente sería transformado en una escuela secundaria, tiempo antes de que pasara a ser el complejo cultural.
El centro fue fundado por el célebre pintor oaxaqueño Francisco Toledo en 1972. Se inauguró bajo el nombre de Casa de la Cultura de Juchitán, Lidxi Guendabiaani (casa de cultura) en zapoteco juchiteco. Y es que precisamente, Toledo nació en esta famosa ciudad istmeña. El fin del espacio fue, desde aquél entonces, brindar talleres, actividades culturales y artísticas a la comunidad. Pero sobre todo, su prioridad fue preservar y difundir las creaciones artísticas así como la historia de los binnizá (zapotecos) de la región del Istmo.

Un poco de la historia de la Lidxi Guendabiaani
A lo largo de sus 52 años de historia, la Casa de la Cultura de Juchitán ha cobijado lo mejor del mundo así como ha promovido la creación artística de los zapotecas istmeños. En la década en que fue fundada, se relacionó estrechamente con el movimiento político y social que encabezó la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI). Su lucha por justicia e igualdad trajo consigo un renacer de la cultura binnizá en toda la región, de la que fue partícipe este espacio.

Dentro de la casa, se han presentado músicos como Chava Flores, Horacio Guaraní y Eustaquio Jiménez Girón “Staquiu Nigui». Este último dio clases de guitarra y piano. Toledo donó antiguas piezas zapotecas y de otros pueblos mesoamericanos para el pequeño museo arqueológico del sitio. Junto a éste, en la Sala de Arte Contemporáneo, hay obras de arte que también donó el famoso pintor. Por su biblioteca pasaron Carlos Monsiváis, Eraclio Zepeda y otros afamados escritores. Inclusive el recinto dio cobijo a la caravana del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la cual que se dirigía a la Ciudad de México en el 2001.
También es justo decir que la Casa de la Cultura de Juchitán ha vivido momentos de dificultades, particularmente la falta de apoyo gubernamental. Otro arduo trance, fueron los daños que sufrió durante el terremoto de la madrugada del 7 septiembre del año 2017, el cual golpeó a toda la región del Istmo. Apenas el pasado 17 de enero del 2025, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) entregó a Juchitán su amada casa de cultura, además de la Parroquia de San Vicente Ferrer, totalmente restaurados.

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