Casa-Estudio Luis Barragán - México Desconocido
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Arte y Artesanías

Casa-Estudio Luis Barragán

Ciudad de México
Casa-Estudio Luis Barragán fifu

Con esta obra, se reconoce la gran influencia de Luis Barragán ejercida en el desarrollo de la arquitectura, diseño de jardines y paisajes urbanos, en el continente americano, durante la segunda mitad del siglo XX.

La gran mayoría de los sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial fueron creados muchos años antes de nuestra época: ciudades prehispánicas, castillos medievales, palacios renacentistas, etcétera. Solo un puñado de bienes (alrededor de 30) se originaron en los siglos XIX y XX, calificados por la Convención de la UNESCO como patrimonio moderno, término que alude directamente a la arquitectura y el diseño de ciudades de esas centurias. La vasta riqueza patrimonial de México permite cubrir también dicha categoría, uno de sus mejores ejemplos es la Casa–Estudio (hoy museo) del arquitecto Luis Barragán considerada Patrimonio Mundial, a partir del 3 de julio de 2004.

Sus cualidades

La austeridad de su fachada se integra al contexto formado por un caserío de trabajadores, talleres, tiendas y pequeñas fondas, esto impide imaginarnos desde fuera los maravillosos espacios que guarda en su interior. La construcción se desarrolla en una planta baja, dos niveles superiores y un pequeño jardín. La puerta principal de la casa conduce a un vestíbulo de acceso donde se recibe el primer impacto visual al observar un muro pintado de color rosa intenso, iluminado perfectamente por luz natural.

Del vestíbulo pasamos a la sala, diseñada con una doble altura donde destaca su viguería de madera; a través de su gran ventanal, cuya estructura tiene forma de cruz, apreciamos claramente el jardín. Para subir al salón de música, abordamos la sorprendente escalera de madera empotrada en la pared, que tanto ha inspirado a otros arquitectos mexicanos. Contiguo a la sala está el área del comedor, cuya mesa solo tiene una silla cabecera porque al arquitecto le gustaba presidir la comida con sus invitados. El desayunador ocupa un lugar más reducido, pero igual de acogedor que los otros espacios; tiene como particularidad: la altura inusual de su ventana, diseñada ex profeso para recibir los rayos del sol justo al momento de utilizarlo. La sencillez de los muebles de estos espacios recuerdan a aquellos utilizados en las haciendas mexicanas.

El arquitecto Barragán decidió que su jardín creciera libremente; se puede decir que evoca aquellas antiguas huertas donde la vegetación tomaba su curso natural. En el primer piso se localizan los dormitorios y sus baños respectivos. A la recámara principal, de aspecto monacal, se llega a través de una estrecha escalera que desemboca en un pequeño espacio iluminado por una luz tenue ambarina, filtrada por un pequeño vidrio opaco del mismo color. Resulta tan relajante dicho espacio que sí cumplió totalmente con el deseo del arquitecto: “reducir las presiones traídas del exterior”, antes de entrar a su recámara. En el último nivel está, además de los espacios del servicio, la famosa y muy retratada terraza de la azotea, con sus altos muros de color rosa y terracota que invitan abiertamente a la meditación. El estudio ocupa la parte norte del predio, y se puede acceder a él desde la sala, también se liga con el jardín mediante un patio; dos oficinas pequeñas dan hacia la calle.

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Sus valores universales

Después de reconocer que la labor del maestro Barragán permanece vigente por sus cualidades particulares (luz, texturas, color, materiales) y su contribución significativa al desarrollo del pensamiento creativo moderno, el ICOMOS calificó a este conjunto como una obra maestra del Movimiento Moderno de la arquitectura y el diseño, en la cual se integran corrientes tradicionales, artísticas y filosóficas provenientes tanto del Mediterráneo —en el uso del agua, jardines y paisaje—, como de México en cuanto a sus colores y materiales.

Los terrenos que ocupa el conjunto fueron adquiridos en 1939, y la construcción tuvo lugar de 1943 a 1948. Barragán nunca puso fin al diseño de su residencia, más bien la convirtió en una especie de laboratorio donde experimentó siempre con los espacios hasta su fallecimiento en 1988. La visita a estos monumentos es obligada, pues la verdadera arquitectura se debe sentir, no solo leer o mirar en fotografías.

Se une a la causa

El día sábado 30 de septiembre estará recibiendo visitantes sin cita de 10 a 13 horas, cobrando $50 pesos por persona. Estos fondos serán donados para apoyar a los damnificados de nuestra ciudad. #FuerzaMéxico

Casa-Estudio Luis Barragán 
General Francisco Ramírez 12,
Ampliación Daniel Garza, cerca de Tacubaya
CDMX
L-V de 10:30 a 17:00 hrs; S de 10:30 a 13:00 hrs
(normalmente se necesita hacer previa cita)

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autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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