Chetumal y sus alrededores
En Quintana Roo los turistas se dirigen generalmente a Cancún y a la Riviera Maya, pero muy pocos a Chetumal, pequeña y risueña ciudad que se refresca con la brisa de su bahía, y que es, además, la capital del estado.
Escápate un fin de semana:
VNV Marina, renta de yates en Cancún
La historia nos cuenta que a sus playas llegó el náufrago español de origen andaluz Gonzalo Guerrero, quien se integró a la cultura maya, adoptó sus costumbres y se casó con la princesa maya Zazil Ha. Cuando más tarde los conquistadores arribaron al lugar y quisieron rescatarlo, él prefirió quedarse a vivir entre los naturales. De su unión con la princesa nacieron los primeros mexicanos de que se tiene noticia.
¿Quieres escaparte a Chetumal? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable.
En sus orígenes la ciudad fue un puesto militar cuya función era impedir el paso de las armas con las que luchaban los mayas rebeldes durante la Guerra de Castas (1847-1901).En 1898 se funda ahí una aldea denominada Payo Obispo, caserío que fue creciendo con la llegada de campesinos, aventureros de todos lados, emigrantes de Líbano y de Belice, etcétera, que mezclados con los mayas fueron conformando la población actual de esta apacible ciudad caribeña, que en 1936 recibió oficialmente el nombre de Chetumal.
Visitar esta región caribeña significa remontarse al siglo XVII, a los tiempos de los corsarios, cuando la ciudad de Bacalar, en la ribera del lago del mismo nombre, era atacada por los piratas ingleses que luchaban por el control comercial de las maderas preciosas y del palo de tinte; hoy el fuerte de San Felipe se yergue majestuoso y armónico como mudo testigo de aquellas batallas. La Laguna de Bacalar, con los siete cenotes que la alimentan, es un caleidoscopio de azules con callos de arena. Es larga, delgada, bellísima. Ahí desemboca el Río Hondo, frontera natural y límite entre México y Belice. En las aguas de la laguna se practica la vela, el remo, el buceo. Comunicado con ésta por unas venas subterráneas surge de pronto el Cenote Azul, uno de los más grandes y hermosos del estado, en cuyas aguas se refleja la exuberante vegetación de las riberas.
Si quieres planear tu escapada a Chetumal da clic aquí.
Atravesando los pequeños poblados con sus casas tapizadas de enredaderas, aparece en el corazón de la selva e integrada al paisaje la gran palapa del hotel ecológico Explorean Kohunlich, donde el visitante podrá pasar unos días en una agradable casa de campo en medio de la jungla; ahí lo colmarán de apapachos y le ofrecerán un abanico de excursiones ligeras, llenas de emoción pero sin riesgos, guiadas por jóvenes profesionales que están enamorados de su trabajo. En la construcción y decoración del hotel abundan los materiales del área: palma, maderas preciosas como el cedro, la caoba y el palo de rosa, algodones, mimbres. Hay excursiones por la selva a pie y en bicicleta; remo en kayak, vela y esnorqueleo en las lagunas; rapel en las paredes de un cenote.
Todos los recorridos se hacen en medio de la exuberante flora y fauna de la región que los guías van identificando. Al terminar la excursión el huésped se llevará la gran sorpresa de ser recibido por el chef con una mesa con manteles, velas y una cena formal ¡en plena selva! Las visitas a los sitios arqueológicos de Kohunlich y Dzibanché le harán vivir la magia de sentirse ciudadano invisible y atemporal de esas ciudades llenas de gente, de colores, de sonidos de caracoles marinos, de tambores y niños jugando. Vivir esta experiencia es renacer a la sencillez de nuestros orígenes, es despertar los sentidos descansando la vista en formas suaves y naturales, percibiendo los diferentes olores de la selva, probando las frutas cortadas por nosotros mismos, sintiendo cómo corren por el cuerpo el sudor y la adrenalina: es llenar el espíritu de paz y de armonía con la naturaleza.
¿Quieres escaparte a Quintana Roo? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable