Historia de mujeres que iluminan las fiestas oaxaqueñas
Las chinas oaxaqueñas son el alma de las fiestas tradicionales del estado. Si asistirás a la Guelaguetza, ¡no dejes de admirarlas!
Coloridas y siempre sonrientes, las chinas oaxaqueñas son el alma de las fiestas tradicionales del estado. Se distinguen por portar hermosos trajes de tonos vivos, portar canastas llenas de flores como ofrendas a la Virgen de la Soledad y a la Virgen María y por llevar su cabello recogido en trenzas adornadas con listones. También se caracterizan por bailar alegres al ritmo del Jarabe del Valle, entonado en vivo por una banda tradicional.
René Castillejos es un fotógrafo con ascendencia oaxaqueña (parte de su familia paterna proviene del Istmo de Tehuantepec) que, a través de su lente, ha inmortalizado a estos folclóricos personajes. Te compartimos algunas imágenes de las chinas oaxaqueñas de Doña Casilda, capturadas en escenarios emblemáticos como el exconvento de Santo Domingo y en algunos paisajes de la ruta del mezcal.
Las calendas son alegres desfiles que se llevan a cabo en las fiestas tradicionales oaxaqueñas. Van precedidos por las chinas oaxaqueñas, quienes desfilan por las calles de los barrios de la ciudad bailando al ritmo de la música y portando coloridos trajes.
Tradicionalmente, las chinas oaxaqueñas provienen del Barrio de las Chinas, un barrio de alfareros de la capital oaxaqueña. Estas mujeres comercializaban sus piezas de cerámica en los mercados.
Las chinas oaxaqueñas son devotas de la Virgen de la Soledad. Además de flores, en sus canastas portan representaciones religiosas, como cruces, estrellas, coronas o la «M» de «María».
Las joyas son parte fundamental de su ajuar. Estas alhajas son heredadas de generación en generación y se portan con gran orgullo.