Colore, formas y sabores de Oaxaca
En la ciudad de Oaxaca los colores, las formas y los sabores se manifiestan en la vestimenta de los habitantes, en las construcciones y hasta en la comida que se puede degustar en los mercados y tianguis populares.
Los colores de Oaxaca parecen cambiar caprichosamente conforme trascurren las horas del día y los rayos del sol se combinan con los cabellos de las mujeres, de la misma manera que los colores que utilizan los artistas, se combinan para dar vida a sus vistosas cerámicas y artesanías. Lo mismo sucede con la cantera con que la mayoría de los edificios y calles están hechas, la cual, al ser tocada por el agua de la lluvias, adquiere ese intenso color verde que identifica a la capital del estado, permitiendo que sobresalgan las imponentes construcciones del Conjunto Conventual de la Soledad y su Basílica, el Templo y Exconvento de Santo Domingo, la Catedral, el Teatro Macedonio Alcalá y el soberbio Palacio de Gobierno.
Otra notable edificación, es el Museo Regional de Oaxaca, el cual alberga el famoso tesoro encontrado por don Alfonso Caso en la Tumba 7 de Monte Albán, así como diversas muestras representativas del arte de los diferentes grupos étnicos de Oaxaca, entre los que podemos mencionar a los Chatinos, los Huaves, los Ixcatecos, los Cuicatecos, los Chochos y los Triques entre otros, quienes con sus vestidos y peinados, bailes y gastronomía, siempre enriquecen las costumbres y tradiciones de este colorido estado.
En cuanto a los olores, existe un lugar al cual el visitante debe acudir de manera obligatoria; se trata del tianguis dominical del Mercado de Abastos, en el que encontramos desde los más curiosos platos y vasos, que aún huelen a barro húmedo, hasta los más tradicionales platillos típicos del estado, entre los que destacan los diferentes tipos de mole, tamales, queso, tlayudas y los siempre llamativos tacos de chapulín.Por todas estas razones, y por su riqueza cultural, la ciudad de Oaxaca es una amalgama de colores, figuras, sabores y texturas.
