Comienza el Xantolo en las comunidades de la Huasteca de Hidalgo

Es 1° de noviembre y llegamos a Papatlatla, comunidad nahua del municipio de Calnali donde las tradiciones son muy arraigadas. Bajar a este poblado representa salir del frío de la sierra, donde se encuentra la cabecera municipal, a un sitio algo más cálido donde ya se respira el ambiente de la Huasteca.

En el atrio de la iglesia han comenzado los preparativos donde cada barrio pondrá un altar, tradición relativamente nueva, pues en realidad los altares son domésticos, pero desde hace algunos años se muestran de esta forma simplemente como convivencia entre los barrios.

Mientras tanto, en las calles se ven pasar las cuadrillas de Coles o Viejitos que durante estos días estarán visitando diferentes casas con el fin de llevar algo de diversion, pero también sus respetos a los altares de los hogares donde los llamen.

Sobre el origen de esta danza existen varias versiones, cuentan que los viejitos son representaciones que se mofan de los españoles o que llevan máscaras porque en tiempos de la colonia las danzas tradicionales fueron prohibidas por la iglesia y quienes los hacían debían hacerlo en espacios escondidos y con máscara para no ser identificados.

Al punto del mediodía las campanas suenan llamando a misa, este día es especial pues la liturgia es dictada en náhuatl y se acompaña con la participación del coro de niños, quienes tocan instrumentos de cuerdas y cantan en su lengua. Las señoras grandes han llevado sus veladoras y ceras para colocarlas al frente del altar, a fin de ser vendecidas al término de la ceremonia religiosa y poder llevarlas a sus altares.

Fuera del templo las cuadrillas de Viejos y los tríos de cuerdas ya aguardan el fin de la misa para dar inicio a su baile. Tan pronto salen las personas el zapateado y los sones se dejan oír en cada rincón del atrio.

Los Coles se forman en dos filas frente a cada altar, cada grupo tiene un líder el cual se acerca a los familiares de la ofrenda para hacer una plática burlesca con ellos para ofrecerle a sus hijos, es decir, a los otros viejos y mujeres con el rostro tapado que los acompaña y los cuales dice que son sus hijos.

Pero en la idea general los viejos también representan a los espíritus de las personas, tanto de los familiares recordados como a los que se han olvidado, por eso se les invita a bailar frente al altar, para convivir con ellos y compartir  los dones  dispuestos en el altar.

En un momento del baile al viejito que va delante se le pone un morral en la cabeza, como si fuera un mecapal. En él lleva fruta, pan y tamales acompañados por una servilleta recién bordada. A la mujer de la otra fila se le entregan los mismos presentes pero en una canasta. La ofrenda es recibida y bailada durante al menos un son, antes de ser guardada por los acompañantes y regresar el morral, la canasta y la servilleta que servirán para recibir a la siguiente cuadrilla.

Una vez que las cuadrillas han pasado por todos los altares las personas se retiran para continuar la tradicion en sus hogares y volver a recibir a los viejitos, quienes seguirán recorriendo la comunidad. Pero tambien las bandas de viento hacen lo propio, para entonces ya se escuchan tocando hacia varios rincones del pueblo.

Rumbo a Yahualica

Otro lugar de mucha tradición es Yahualica, poblado con una historia tan antigua que se remonta a la época prehispánica. Y es que este sitio es privilegiado, se encuentra en una meseta, en lo más alto de una montaña, desde la cuál se tiene el panorama de la sierra alta hacia un lado y de la husteca hacia el otro.

Su convento es de los primeros que construyeron los Agustinos en la región, cuenta Presibindo Lara, que “incluso es más antiguo que el convento de Huejutla”. Frente al templo se ubica un pequeño cuarto de piedra, es el osario o “huisario” del cual Presibindo es mayordomo este año.

La responsabilidad de Presibindo es resguardar en su casa el cuadro con la imagen del “Anima sola” durante el año en curso, pero en estas fechas la lleva al osario para acompañar los craneaos que aquí reposan y realizar en novenario en favor de todos aquellos que ya nadie recuerda, un gesto amoroso y de sumo respeto que habla de la relación que las personas de Yahualica con sus antepasados.

En este poblado también se realiza la danza de Coles para honrar a los muertos, la que encontramos fue a dar sus respetos al anima sola y bailó unos cuantos sones antes de seguir su camino, en un ritual que aún les espera un par de días de baile.

Calnali

Regresamos a Calnali para descansar, no sin antes encontrar, en el centro del pueblo, un festival.

En el festival había cuadrillas de Viejos de varias comunidades cercanas fueron invitadas para mostrar su baile.

Cada una distinta, cada una con sus atuendos y máscaras, pero todas con una misma finalidad, honrar a los difuntos.

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Francisco Palma Escritor y fotógrafo. “México es muchos Méxicos” y en cada uno de ellos busca aprender algo nuevo.