Compra tu arbolito de navidad en el Ajusco

Levántese lo más temprano que pueda, abríguese muy bien y tome la carretera panorámica Picacho-Ajusco, deténgase en el kilómetro 12.5 en el Paraje El Cofre, Lomas de Tepemecatl. Elija alguna de las cabañas del lugar y saboree las deliciosas quesadillas o una jugosa cecina. Independientemente de su elección, no olvide dejar espacio para el delicioso pan de nata calientito y un aromático café de olla. Con el “tanque lleno”, espere lo suficiente para cabalgar, o bien, aproveche la energía del desayuno para caminar entre los bellos ayacahuites, pinos mexicanos sembrados por comuneros forestales para su venta durante la temporada navideña.

La inspiración

Durante su exploración por este magnífico escenario boscoso, pida a los miembros del centro que le expliquen el proceso de crecimiento de las plantaciones, así como la mejor manera de aprovechar los recursos forestales, ya que fomentar su conservación y cuidado, es uno de los compromisos de los comuneros. “Las ramas amortiguan la caída del agua de lluvia al suelo, con ello se evita la erosión del suelo, con el ‘cajete’ las raíces absorben más agua”, mencionó don Israel Hernández, socio del Centro Piloto, proyecto perteneciente a la “Unión de Grupos Rurales Ecoturísticos de la Ciudad de México”, asociación civil que reúne otros 11 proyectos ubicados en diferentes delegaciones de la capital y que persigue lograr el desarrollo justo, armónico y rentable de las actividades asociadas con el turismo en la naturaleza.

Córtelo usted mismo

Tárdese lo que quiera, pregunte lo que sea, suba y baje, busque su arbolito entre los miles de ayacahuites que comparten la superficie de unas 80 hectáreas con pequeños oyameles y douglas, especies que ya empiezan a sembrarse. Elija el que más le guste, los comuneros se encargarán de cortarlo, envolverlo y montarlo a su auto, después, ellos y sus familiares cubrirán ese lugar en el bosque: “Por cada árbol que cortamos, plantamos uno, además, el ayacahuite tiene muchas ventajas, crece en la mitad de tiempo que otros y le brotan más retoños”, comentó don Israel.

Súper paquete

Admirar los azules de un cielo tan limpio como el aire que aquí se respira, escuchar las enseñanzas de los miembros del Centro Piloto de Árboles de Navidad, mientras escoge el arbolito que le acompañará durante esta temporada, son algunas de las valiosas ofertas que encontrará en Lomas de Tepemecatl, San Miguel y Santo Tomás Ajusco.

Este arbolito…

De 2 a 3 metros es la altura de los ayacahuites —también llamados vikingos— cuyas edades oscilan entre los 7 u 8 años. Para llegar hasta ese punto fue necesario sembrar el retoño o recolectar la semilla, llevarla a un vivero para germine en 40 días y después de dos años, plantarlo en el campo. Posteriormente, a lo largo del año, se realizan “brechas corta fuego”, corte de yerbas y pasto (para evitar incendios), podar la conformación cónica del árbol, replantación de los árboles, quitar la maleza de los caminos y poner a la venta los árboles con permisos de la Comisión Nacional Forestal.

Tips del viajero

• Este plan aplica para fin de semana o cualquier día que tengas tiempo. También solo puedes tomar camino una tarde cualquiera e ir directo por tu arbolito, el centro está abierto de 9 a 18:00 horas hasta el 24 de diciembre.
• En San Miguel Ajusco se levantó un templo que data del siglo XVII, y en Santo Tomás Ajusco, a medio kilómetro del centro, están los vestigios de la pirámide de Tequipa.
•  El Ajusco es hogar de especies en peligro de extinción como el venado cola blanca, el coyote, el armadillo, el conejo el teporingo, el gato montes, las palomas huilotas, la paloma de alas blancas y varias especies de reptiles.
•  A sólo unos kilómetros está el Parque Ejidal San Nicolás Totolapan, ideal para practicar ciclismo de montaña, downhill, tirolesa, camping, pesca y observación de fauna silvestre.

Azul Núñez