10 cosas que hacer alrededor de Jalpa de Canovas
En este pueblo ya no está Manuel Cánovas ni su descendencia custodiando las tierras, quedan en cambio la casa grande, la parroquia y las presas para dar cuenta del esplendor de antaño.
Este Pueblo Mágico de Guanajuato guarda bastantes sorpresas para el viajero. Te espera con dulzura, vinos, haciendas y hermosos paisajes.
Museo Luis Cabrera
Una extensa colección de objetos que hablan del pasado de Jalpa se encuentra en el Museo Luis Cabrera —llamado así por el cronista del pueblo, quien se encargó de organizarlo—. Ahí podrás observar desde fotos del siglo XIX, documentos históricos y herramientas de labranza, hasta planos de la hacienda y un archivero inglés que perteneció a Manuel Canovas.
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La casa grande
Entra a la casa grande, ahora convertida en museo, de la antigua hacienda que perteneció a Manuel Canovas. Se ubica justo en el centro de Jalpa, y en ella encontrarás tanto muebles de época como un pedacito de la historia de este pueblo mágico.
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Parroquia del Señor de la Misericordia
Admira la arquitectura de la Parroquia del Señor de la Misericordia. Es la iglesia de estilo neogótico que mandaron construir Guadalupe Canovas, hija de don Manuel, y su esposo Oscar Braniff. Los trabajos comenzaron en 1885, pero al despuntar el siglo XX fue traído el arquitecto Cecil Luis Long para que continuara con la edificación.
Las nogaleras
En Jalpa se cultiva trigo, también membrillo, manzanas y zarzamoras. Pero el producto estrella es la nuez de cáscara de papel. Puedes caminar desde el centro hasta las nogaleras para conocer esos árboles que en la zona abundan.
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Parque Cañada de Negros
En la carretera que va de Purísima del Rincón a Manuel Doblado, se extiende el Parque Cañada de Negros. Tiene cabañas en renta, así como bicicletas y kayaks para navegar en su lago. Es el sitio ideal para pasar la tarde en familia: mientras que los niños se entretienen con los animales de un breve zoológico, los adultos tienen una tirolesa y un puente colgante a su disposición.
La tienda Braniff
Prueba en la pequeña tienda Braniff —así llamada en honor a Oscar Braniff, yerno del hacendando Manuel Canovas— los licores, mermeladas y conservas que se elaboran a partir de los regalos del suelo.
Las presas
Ve a visitar las dos presas que presume el poblado. La presa vieja pertenece al siglo XVIII y en su tiempo fue una notable faena de ingeniería. La presa nueva o Santa Efigenia posee una alargada cortina en forma de arcos que también construyó el arquitecto Cecil Luis Long entre 1901 y 1911. Con esta gran obra hidráulica, la producción de trigo en la hacienda se duplicó entonces.
El Rincón de la Galera
Come en El Rincón de la Galera, un hotel y restaurante donde se sirven los típicos guisos de la región: caldo de zorra (una sopa de verduras que lleva xoconostle), mole de nuez y enchiladas con cecina.
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Bodega El Lobo
No muy lejos de Jalpa, pero ya en San Francisco del Rincón, se hallan los viñedos de Bodega El Lobo. Haz una reservación con cinco días de anticipación para conocerlos. Pensando en las similitudes que tiene el vino con la música, sus etiquetas llevan el nombre de distintas óperas. Así, el Zinfandel rinde homenaje a Fausto, el Tempranillo se llama Madame Butterfly, Tosca es el Syrah, mientras que el Merlot se identifica como Rigoletto y el Malbec como Pagliacci.
Las Musas
A 18 kilómetros de Manuel Doblado existe otro paisaje que vale la pena conocer: Las Musas. Es un área natural protegida con un río que corre entre sabinos, esos asombrosos árboles de tronco grueso y raíces retorcidas. Dicen que el bosque se llama así porque a él acudían las hijas de uno de los dueños de la cercana Hacienda de Atotonilquillo.
