El universo cultural y gastronómico de Coahuila
Ubicada al norte del país, la entidad coahuilense ofrece un maravilloso repertorio de fiestas, costumbres y platillos que, aunque no todos son originales, hoy por hoy son símbolos de esta orgullosa tierra.
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La condición semidesértica del territorio coahuilense hace más meritoria su variedad cultural y gastronómica, y es que aquí, en el llamado pan de horno, se combinan el maíz y el trigo, y cotidianamente se utilizan de manera indistinta la tortilla de harina y la de maíz; se prepara además un caldillo de machaca a base de carne seca, jitomate y venas de chile, y el llamado cortadillo, que es un guiso de carne de res y de cerdo con tomate y chile verde; también es muy sabroso y popular el llamado asado norteño; una versión al estilo Coahuila del mole del centro país.
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Por supuesto, no faltan los guisos del cabrito y de la machaca, y en el campo se suele preparar casi como un cebiche la víbora de cascabel. Un platillo de lujo que se acostumbra en fiestas muy especiales, como las bodas, es el llamado cabrito nonato; para el que se sacrifica a la madre preñada y el feto ya desarrollado se extrae de sus entrañas para hacer el guiso, bien sea en caldo o asado; naturalmente, la carne de la cabrita también es aprovechada para un suculento platillo al pastor o en barbacoa.
Cada pueblo tiene sus fiestas, y hay danzas de Matachines en Parras el 18 de febrero; en el desierto de Ocampo se hace la Danza del Quiote, como una petición de lluvia en la época de sequía; en diciembre se celebran las posadas y se manufacturan piñatas de gran belleza con fondo de olla; en los barrios se hacen reuniones, las llamadas «fogatas», con el propósito de distribuir las tareas inherentes a las celebraciones navideñas, como a quién corresponde determinada posada, en que casa se va alojar el niño; quien se va a encargar de vestirlo; etcétera.
En julio y agosto se organiza una especie de mercado de caballos llamado La Cabalgata, en la que los entrenadores de los equinos ofrecen sus monturas a compradores que se unen a la caravana.
Los llamados sarapes de Saltillo son creación de los indios tlaxcaltecas que fueron llevados a Monterrey, pero como la feria más importante del norte se realizaba en Saltillo, la gente los identificaba como de este lugar. Sin embargo, los antiguos tejedores de sarapes decidieron trasladarse a Saltillo donde encontraban colorantes como el añil, la grana cochinilla y el huizache.
En el municipio de Múzquiz se asienta uno de los grupos más apegados a su cultura tradicional; se trata del grupo kikapúes, que siendo de origen norteamericano, pues pertenece a la familia aIgokina y está racialmente ligado con los cril canadienses y los seminolas de Florida, vinieron a México a poblar este territorio hacia mediados del siglo XVIII. Después de luchar por la tierra, el general Cárdenas los dotó de terrenos ganaderos.
Cerca de la población de Nacimiento existe otro pueblo: Nacimiento de los Negros, ya que los indios seminolas vinieron con todo y sus esclavos de origen africano; en la actualidad sus pobladores se alquilan como peones de los kikapúes, que son extraordinarios domadores de caballos y que se van a los Estados Unidos a trabajar en la época de rodeos, de donde regresan pertrechados de refrigeradores, televisores y otros electrodomésticos. Su vestido tradicional es de gamuza; y consiste en una camisa larga adornada con bordados de chaquira; en lugar de pantalones utilizan las tehuas, un calzón que va de la cintura hasta la punta de los pies, y para estos se ponen otras tehuas chicas, como mocasines, bordados también con chaquira. Se sabe que los hombres usaban una trenza larga y que ahora solo los ancianos conservan. Las mujeres visten al estilo campesino normal, pero son las encargadas de confeccionar la indumentaria de sus maridos; asimismo, hacen esteras y cestos de palma de zotol, collares con chaquira y alfileres de seguridad o de piedras semipreciosas engarzadas con plata. Hasta hace poco tiempo solían pintarse el rostro para las festividades.
Este es el sello cultural y gastronómico que enorgullece a los habitantes de Coahuila. Estamos seguros de que una visita a este territorio te resultará una experiencia enriquecedora.
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