Deforestación y sequía: el lado negativo de comer aguacates
Todos amamos el aguacate, sin embargo, su producción masiva ya genera efectos adversos en Michoacán: sequías y deforestación.
La producción de aguacates se encuentra en su momento cumbre, con un consumo de más de 5,000 millones de kilogramos al año en el mundo. Aparentemente, nadie desea escapar de su delicioso sabor, ya que se puede comer en una gran cantidad de formas y siempre estar satisfecho.
Sin embargo, por más delicioso que sea, la producción de este fruto ya comienza a causar estragos en nuestro planeta, principalmente en México. Aunque nuestro país tiene la producción mayoritaria del «oro verde», su cosecha masiva no está destinada preponderantemente al consumo local, ya que es exportado a Estados Unidos, Canada, Europa y Asia.
Michoacán es el principal estado mexicano productor de aguacate; 8 de cada 10 aguacates en México crecen en Michoacán, y 5 de cada 10 en el mundo tiene dicho origen. Debido a ello, los campos de plantación del fruto en Michoacán abarcan el equivalente a 196,000 campos de futbol y la economía depende de los 2,500 millones de dólares anuales que ingresan por su siembra.
Hasta hace veinte años, el gobierno mexicano había prohibido la exportación del aguacate a Estados Unidos, debido al riesgo que representaba para la agricultura. En 1997, las condiciones legales cambiaron, pues se confirmó que el aguacate estaba libre de plagas; entonces la exportación comenzó. Asimismo, la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, firmado por el presidente Carlos Salinas de Gortari, fortaleció la industria del aguacate mexicano.
El costo de los aguacates para el Super Bowl
En 2005, los aguacates mexicanos llegaron a todos los supermercados de Estados Unidos, país que se convirtió en el primer consumidor de la fruta y cuyo consumo ha aumentado al doble en los últimos diez años. «Avocados from Mexico» (Aguacates de México) fue la primera empresa agrícola en pagar un anuncio para el Super Bowl. Durante el Super Bowl se consume el 7% del consumo anual en un sólo día.
Aunque las cifras deberían de ser un motivo de celebración para los mexicanos, la situación es, más bien, alarmante. La producción masiva de aguacates está generando un efecto adverso, con daños ambientales irreparables que contribuye significativamente al cambio climático.
La producción del fruto en Michoacán ha requerido del desmonte y la tala masiva de ecosistemas forestales, ya que la planta requiere de grandes cantidades de luz solar, lo que la vuelve incompatible con grandes árboles. A través de la tala ilegal y los incendios forestales provocados, los productores de aguacates buscan generar nuevos espacios para hacer frente a la demanda global del aguacate.
Cambio climático
Como consecuencia, Michoacán ya experimenta cambios de temperaturas y lluvias torrenciales. Estudios de la Universidad Autónoma Nacional de México han mostrado que la sequía y las temperaturas altas en Michoacán se presentan con cifras irregulares, lo cual ha impactado en fenómenos como la migración de la mariposa monarca.
Asimismo, los cerca de 9,500 millones de litros de agua diarios que se ocupan para regar las plantas de aguacates amenazan con secar los mantos acuíferos del estado. La sobreexplotación de los yacimientos de agua también han generado movimientos telúricos irregulares.
El factor social también ha cambiado con la explotación del aguacate, ya que la industria se ha convertido en uno de los puntos de inversión del crimen organizado. En coalición con autoridades gubernamentales corruptas y la tala ilegal, la amenazante producción del aguacate se ha cobrado víctimas defensoras del medio ambiente y de las comunidades de los pueblos originarios.
Ante la situación, en Michoacán suman once municipios autónomos que han decidido resistir frente al ecocidio que representa la producción del aguacate. Cherán fue el muncipio pionero que ha apostado por la reforestación y la protección del medio ambiente desde 2011.
La Persea americana, conocida popularmente como aguacate o palta es un árbol del género Persea y de la familia familia Lauraceae. Su fruto, es una baya comestible y es originaria de la región de Mesoamérica, especialmente de las zonas del centro de México y Guatemala.
Las evidencias más antiguas de su consumo datan de hace más de 10,000 años de antigüedad y fueron encontradas en el Coaxcatlán, Puebla. Sin embargo, actualmente se cultiva en casi todos los lugares del mundo donde existe un buen nivel de humedad y calor.
- Fuente: Manuel Ochoa Ayala, El aguacate: el «oro verde» que provoca estragos ambientales.