“Juramento para no tomar”, documento católico mexicano que salva vidas
El juramento para no tomar es solicitado por miles de mexicanos con abuso leve, dañino o dependencia severa a las bebidas embriagantes
Para 20 millones de mexicanos (16% de la población del país) el consumo de alcohol no solo significa un momento de placer sino también de autodestrucción. Por eso muchas de estas personas se lanzan en la aventura de encontrar una solución a su adicción como sea, por ejemplo en el ya tradicional “juramento para no tomar”.
El juramento para no tomar es un recuadro de papel o cartón que los alcohólicos católicos mexicanos adquieren en las parroquias del país, en especial dentro de la Basílica de Guadalupe y el Santuario del Señor de Chalma, para escribir en ellos una promesa de que no beberán por un mínimo tres meses.
Juramento para no tomar es solicitado por abatidos del vicio
Aunque también los hay de seis meses y hasta un año, y es que muchos requieren de un largo periodo de abstinencia para desintoxicarse, pues no son pocos quienes llegan a los templos a “jurar” demacrados por recién haber salido de las salas de urgencias o incluso cargando un suero vitaminado aún conectado a la vena.
Los sacerdotes que por años han expedido estos juramentos tiene clasificados en tres tipos a sus solicitantes: la gente de abuso leve, abuso dañino y los de dependencia, la idea es prevenir para que nadie llegue en esta última etapa.
Parroquias en donde dan el juramento para no tomar
Dependerá de la parroquia a la que se vaya a jurar, pero si es en la de San Hipólito, cerca del metro Hidalgo de la Ciudad de México, el cartón de juramento portará un San Judas Tadeo, si es en la Basílica una Virgen de Guadalupe y si es en Chalma la imagen será la de Jesucristo. Las mencionadas anteriormente son las principales, pero hay en toda la República mexicana.
El interesado en dejar de beber colocará en el juramento para no tomar su nombre y el periodo en el que dejará de hacerlo. Después deberá recibir la misa especial para los que juran, hacer la promesa ante Dios o un santo de que no tomará y por último le pondrán en su “documento” el sello oficial de la parroquia. Sin embargo en algunos casos también tendrán que confesarse y enfrentar con más fuerza su promesa.
Los días en que más llegan por el juramento para no tomar
Son los viernes y lunes los días en que más personas llegan a las parroquias a “jurar para no tomar”, en el primer caso es porque empieza el fin de semana y con ello aumenta la presión para beber y en el segundo caso para evitar las tentaciones en días laborales.
Y sabiendo que las amistades son las que más presión hacen para ingerir alcohol, el cartón del juramento para no tomar sirve a los juramentados para ser mostrado a sus amigos y evitar de esta forma la insistencia.
La creencia de que les va mal a quienes rompen la promesa
Esto porque entre la población mexicana que está acostumbrada a hacer uso de este instrumento de abstinencia, existe la creencia de que en caso de que el juramentado no cumpla con su promesa, caerá sobre él una oleada de maldiciones y malas rachas.
De cualquier manera, muchos de los solicitantes acuden en compañía de uno o varios de sus seres queridos, como para que haya testigos y en consecuencia presión para cumplir con lo acordado ante el ser supremo.
Cerramos este texto con un dato duro: tan solo al templo del Señor de Chalma llegan a diario 800 personas por su juramento para no tomar. Con frecuencia Dios es la única salida (al menos temporal) del abismo del vicio.
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