Desierto, bosque y selva (Puebla)
La división política del país, caprichosa por antonomasia, permitió al estado de Puebla contar con todos los climas y paisajes.
Vive una experiencia única:
Villa Zardoni Cuetzalan
Un recorrido por su territorio lo lleva a uno a través de lugares fantásticos. Vale la pena, por ejemplo, ir al sur, enla colindancia con Oaxaca y Guerrero, donde encontraremos repliegues montañosos absolutamente carentes de vegetación; parecería que se está en alguno de los desiertos africanos, pero a poco empiezan a multiplicarse los cactos, primero unos como cirios enormes que algún gigante devoto hubiera ofrendado a las deidades de la montaña; y luego otros de muchos brazos, parecidos a grandes candelabros, a veces floridos, pero el mayor tiempo muy verdes; sólo cuando uno se asoma al fondo de las barrancas, por donde corren escuálidos arroyos apenas perceptibles, es notoria la diferencia; con el vital líquido se nutren infinidad de plantas, pero apenas arrimadas a las riberas en franjas muy angostas: son rebosantes papayos, zapotes, aguacates, plátanos y otatales. De pronto, esa semiaridez se llena con los llamativos penachos de los cañaverales, cuya presencia se denota mucho antes por el humo de los chacuacos de los múltiples ingenios.
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