Vive las celebraciones de Día de Muertos en Mixquic
En el Barrio Mágico de Mixquic en la Ciudad de México podrás ser testigo de la convivencia entre los vivos y los difuntos con motivo de las celebraciones del Día de Muertos.
Ahí estaba yo, en el Barrio Mágico de Mixquic, que se prepara para dar inicio a las celebraciones tradicionales de Día de Muertos a partir del 29 de octubre y hasta el 2 de noviembre.
Sus calles ya están impregnadas del olor a copal y mirra, del color anaranjado de las flores de cempasúchil que los niños venden a 15 pesitos la maceta y de los puestos de pan de muerto y golletes, tan típicos en los altares que se ofrendan a los muertos.
Fue en Mixquic, justo en un puesto de pan de muerto, que me contaron el significado de los golletes, esas rosquillas de pan dulces pintadas de rosado que son tan comunes durante estas fechas. Se dice que en la época prehispánica, cuando los guerreros luchaban y vencían a su oponente, les enterraban una lanza en su cráneo. Los golletes representan el cráneo, por esa razón este pan tiene un agujero en el centro y está pintado de rosa, que simboliza la sangre del difunto.
El Templo de San Andrés Apóstol también se prepara para recibir a las almas de los muertos; las personas ya están empezando a limpiar el cementerio que lo rodea para poder adornarlo con flores y con la luz de las velas.
Mixquic es considerado como uno de los mejores lugares de México para ser testigo y vivir la experiencia del Día de Muertos, pues aquí la mezcla del culto prehispánico y católico se han fusionado para dar paso a una celebración tan viva que honra a la muerte.
Este año, a partir del sábado 29 de octubre y hasta el miércoles 2 de noviembre, el Barrio Mágico se llenará de vida no sólo por la forma en la que sus habitantes honran a sus muertos, sino por las actividades culturales que se realizarán, como las ofrendas, muestras gastronómicas y dancísticas, así como conciertos musicales y representaciones teatrales.
El sábado 29 en punto de las 12:00 del día, las campanas empezarán a replicar para esperar a los muertos que están en el limbo, aquellos que no fueron bautizados. Para ellos, los habitantes de Mixquic reciben en sus casas a estas ánimas a quienes le dan la bienvenida con un camino de flores de cempasúchil y les ofrecen agua, sal y algunos platillos que disfrutaban en vida.
El domingo, los habitantes tomarán un descanso para prepararse para los siguientes días, que es cuando llegan las almas de los niños y los adultos. Finalmente, el 2 de noviembre se realiza «La Alumbrada», a partir de las seis de la tarde y hasta la media noche. En este periodo, los pobladores llenan de velas el cementerio para iluminar el camino de regreso de los santos difuntos y que éstos tengan un retorno seguro al Mictlán, el inframundo de la mitología mexica.
La Alumbrada es uno de los festejos más importantes de toda la celebración de Día de Muertos en Mixquic y es el momento en el que los vecinos cantan, conviven con sus familias, rezan en las tumbas y se escucha el replicar de las campanas de la torre agustina.
Después de escuchar de voces de los propios pobladores de Mixquic me quedé con ganas de volver y vivir junto con ellos este momento en el que la vida y la muerte se toman de la mano.
Tips de viajero
- Si decides darte una vuelta por Mixquic para las festividades de Día de Muertos, te recomendamos ir bien abrigado, porque la temperatura es baja, sobre todo durante la noche.
- No olvides llevarte a casa unos gollotes rosados, típicos de esta temporada. También prueba del pan de muerto de arándano, una delicia que va muy bien con café de la olla o chocolate caliente.
- Aprovecha tu visita a este Barrio Mágico para visitar el Museo Biblioteca Andrés Quintana Roo, que se encuentra a un costado del Templo de San Andrés Apóstol y en donde hay una maravillosa exposición artesanal de catrinas.
Dato curioso
Este año, la marca de cerveza mexicana INDIO seleccionó a Mixquic para celebrar la autenticidad y diversidad con una etiqueta edición especial que reconoce los lugares más auténticos del país. La etiqueta fue diseñada por Abraham Ruiz, quien reflejó en cada trazo el festejo de «La Alumbrada». Y ahora esta misma etiqueta es parte central de las ofrendas del destino.
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