Donde las artes y la cultura han florecido (Estado de México)
El eje volcánico que divide al territorio nacional cruza por el Estado de México, dándole el regalo de los viejos volcanes coronados de nieve que vigilan permanentemente los valles de México, de Toluca y de Solís.
Escápate un fin de semana:
Paseo en globo aerostático por las pirámides de Teotihuacan
En la superficie que hoy ocupa el estado otras pequeñas serranías se entrecruzan, dejando sólo pequeños espacios para la agricultura, lo que contribuye a un desarrollo artesanal vigoroso y diversificado que a pesar de su importancia cultural está seriamente amenazado con desaparecer por el cada vez más vertiginoso crecimiento industrial.
Recordemos a vuelo de pájaro las mejores expresiones del arte popular mexiquense: de fuerte tradición, los rebozos de Tenancingo van de la mano con los sarapes teñidos con tintes naturales que se tejen en Gualupita, San Felipe del Progreso y Xoncatlán; las mejores obras de alfarería son las de Metepec, lugar famoso por sus gigantescos y policromos “árboles de la vida”, pero también se trabaja el barro en Valle de Bravo y en Texcoco, donde el vidrio soplado goza de merecida fama. La obsidiana se talla en Mazapa, el cuerno en San Antonio de la Isla y la mejor cestería se teje en Santa Ana Tlapaltitlán. Las mejores reatas del país tejidas con ixtle se elaboran en Timilpan y Coatepec, siendo reconocidas a nivel internacional las alfombras anudadas a mano de Temoaya.
El hierro forjado se trabaja en muchas poblaciones, pero es Valle de Bravo donde ha tenido su mejor desarrollo. Como producto de años de trabajo y cuidadosa investigación y experimentación, el Estado de México tiene el indiscutible mérito de contar con el único taller artesanal donde se reproducen a la perfección tanto los muebles “taraceados” e incrustados con plata y concha, como los famosos “enconchados” que tuvieron su auge durante el siglo XVII. Esta extraordinaria artesanía se elabora en el municipio de Naucalpan de Juárez. Madera tallada, cuero bordado, pirotecnia, bordados muy finos de lana y algodón y diversos trabajos de talla de cantera son otras tantas actividades artesanales del estado.
Auténticas esculturas en azúcar son los dulces que con antiguas recetas se trabajan con gran refinamiento en Toluca y en Tenango, y para quien no tiene miedo a subir de peso, el pan de Tejupilco y de Atlautla ha resultado desde hace mucho tiempo un festín para los glotones. La serie de danzas, fiestas y otro tipo de celebraciones es verdaderamente interminable, por lo que sólo nos limitaremos a mencionar las más importantes. De origen prehispánico son las danzas de Concheros y Aztecas, así como la de Tecuanes; como resultado del mestizaje cultural tienen arraigo las de Moros y Cristianos, los 12 Pares de Francia, Santiagueros, Sembradores, Huacaleros, Guarincitos, Tecomates y Chinelos; estas últimas como producto de la colindancia con el estado de Morelos.
Fuente: Guía México desconocido No. 71 Estado de México / julio 2001
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