El cañón de Huaxtla, un paraíso en Zapopan, Jalisco
El cañón de Huaxtla es uno de los lugares más sorprendentes de Jalisco; por la majestuosidad de sus paisajes y por la aventura que ofrece a los viajeros.
Aventura extrema en el cañón de Huaxtla
El cañón de Huaxtla es uno de los lugares más espectaculares de Jalisco. Se localiza en la Sierra de Huaxtla, a tan solo 30 minutos de Zapopan. Su belleza se debe a los increíbles paisajes que ofrece a sus visitantes, así como a las formaciones rocosas en su interior. En el cañón de Huaxtla se pueden experimentar todo tipo de aventuras extremas: cañonismo, saltos de cascada, rapel, clavados en fosas y más.
El comienzo del viaje
Esta aventura por el cañón de Huaxtla comienza en el corazón de esta tierra, en una hacienda a tan solo 50 minutos del aeropuerto de Guadalajara: Hacienda Defranca, un refugio en medio de montañas y cercana a la barranca de San Cristóbal. La paz se respira al llegar a este sitio. Es el lugar perfecto para descansar y desconectarse del ajetreo y del estrés del día a día. He de confesar que llegué con mil pendientes y un dolor de cuello que me agobiaba, pero como a los 30 minutos de estar ahí, la magia me envolvió: el dolor se esfumó. Simplemente me dejé cobijar por el fresco ambiente de montaña. Dicen que algunos días las nubes llegan a bajar tanto que prácticamente estás sobre ellas; la imagen de estar parada entre algodones de vapor de agua me emocionó.
La locación de Defranca es un sueño y una invitación a caminar por la barranca vecina. Luego de 15 minutos en auto, ya estábamos comenzando un periplo ligero en la parte baja de la barranca; la primera parada fue uno de los afluentes principales del río Santiago: una cascada que está en el cañón de Huaxtla. Este sistema está conformado en su parte más turística por cuatro cascadas; nosotros visitamos el Salto de San Lorenzo, que es la más accesible y no involucra cañonismo de aventura. Algunos de los pobladores locales quisieron darnos indicaciones de cómo llegar a la cascada, pero lo que no sabían es que Carlos, nuestro guía, es un experto y domina el camino.
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Parte de los sistemas de riego que desde el tiempo de la Colonia se usaron hoy nos sirven de guía natural: son las acequias, canales que captan el agua por gravedad y permiten acarrearla hacia las tierras más bajas, hacia algunas huertas de plátanos, mangos, ciruelos y nopaleras que aparecieron en nuestro recorrido. Subimos, bajamos, trepamos algunas rocas pequeñas y nos sentimos grandes expedicionarios al escuchar ya cerca una caída de agua: ¡era el Salto de San Lorenzo!
Estuvimos en total paz, disfrutando de la vista, tomando fotografías y saludando a libélulas de colores lila y azul que llegaban curiosas a hacernos compañía. La hondonada que forma el salto de agua es perfecta para nadar y practicar algunos clavados, y lo mejor es que en el mismo sitio hay un nacimiento de agua termal, “convenientemente” para los visitantes, cae de otro pequeño chorro al que todos llaman “regadera”… Ya se imaginarán por qué. Este viaje sin duda estaba siendo mucho mejor de lo que había planeado. ¡Y todo esto a menos de una hora de Guadalajara!
Al otro día
Después de una deliciosa vista al spa de la hacienda, una copiosa cena y una reparador sueño, decidimos quedarnos todo el día en Guadalajara para averiguar qué había de nuevo. Una casona en la colonia Americana aloja a El Vago Imperial, donde nos recibe “Trufa”, una perrita labrador color chocolate que convive con los comensales (¡genial, es pet friendly!, pensé). Cuando vi el menú sentí un poco de miedo porque ofrecía desde pato hasta rarezas culinarias como lengua o labio; definitivamente un menú para aventureros. Me decidí por algo más tradicional: “sope de campeonato”, frijol, queso gratinado, rajas con crema, carne adobada y un huevo estrellado por encima; pero David, nuestro fotógrafo, sí se aventuró a probar unos chilaquiles servidos con lengua de res y quedó fascinado. Fue así como terminó esta visita a tierra tapatía.
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- Mejor temporada
De agosto a octubre encontrarás un panorama totalmente verde en las montañas. - Qué llevar
Tenis para caminar (te recomiendo #Ultrarange, @vans_mx y @vansgirls_mx), jeans, traje de baño, bloqueador solar, gorra o sombrero. Por la noche el clima refresca, así que una chamarra ligera es buena opción. - Debes saber que..
El paseo a bordo de calandrias eléctricas cuesta $300 por una hora y $200 media hora. Puedes subir y bajar en el lugar que decidas, incluso ir a comprar un café y regresar. Es una forma linda, clásica y ahora ecológica de conocer el centro de la capital jalisciense. - ¿Dónde dormir?
Hacienda Defranca Km. 20.2 de la carretera a Colotlán.
reservaciones@haciendalomajim.com
T. 01 (33) 3616 0625.
defranca.mx - ¿Dónde comer?
Vago Imperial Café Guadalupe Zuno 2143, General San Martín, Guadalajara, Jalisco.
@vagoimperial