El delicioso lechón medieval que sirven en la CDMX
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El delicioso lechón medieval que sirven en la CDMX

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Si quieres tener una aventura medieval visita este lugar y prueba su delicioso lechón a la segoviana, una experiencia que deleitará tu paladar.

En cuanto el pequeño cerdo sale del horno es colocado en una tabla, sobre la cual el chef que se encargó de cocinarlo lo parte en cuatro usando solo el canto de un común plato de cerámica, para demostrar a las personas que están a punto de comerlo, que el animal posee una carne suave. El ritual concluye azotando el trasto con el que el puerco fue partido momentos antes.

Esto lo presencié en el Mesón del Cid, un restaurante de cocina española ortodoxa que tiene la fama de ser uno de los mejores lugares para comer lechón y cochinillo a la segoviana de toda la Ciudad de México, al parecer el estupendo sabor, además de la receta, se debe al uso de cerdos de edad y crianza correcta.

El lechón a la segoviana, es decir el que se prepara en el Mesón del Cid, obtiene su exquisitez del ajo, la manteca de cerdo fresca, las hojas de laurel, la manteca de cerdo fresca y el tomillo con el que se hornea.

Al comerlo no hay trabajo en separar la carne del hueso, y el sabor en cada bocado tiene un ligero y delicioso sabor a mantequilla que es acompañado con pan y aceitunas que ponen en la mesa.

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Los dueños de El Mesón del Cid recomiendan abrir el apetito antes del lechón con una sopa de cocido, una crema de cangrejo o un gazpacho, aunque éste último solo se recomienda si vas al restaurante en una época calurosa. Y mientras degustas el platillo principal se hace necesario acompañarlo de una copa de vino.

Sin embargo comer lechón involucra también la experiencia de comer en este restaurante que trata de imitar una casona antigua española de tendencia medieval, en las paredes hay armaduras e inscripciones, además de muebles antiguos y un ambiente algo oscuro que hacen que los comensales se conecten con la atmósfera del medioevo.

Incluso cada fin de semana se realiza en el Mesón del Cid una cena medieval en la que magos, arlequines y acróbatas divierten a los asistentes el sábado de cada mes. 

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