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El escorpión de Campeche, un habitante desconocido en México

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El escorpión de Campeche, un habitante desconocido en México fifu

Aparentemente no existían reptiles llamativos o vistosos que pudieran haber permanecido en el anonimato hasta el día de hoy, ¡pero los hay!

Aparentemente no existían reptiles llamativos o vistosos que pudieran haber permanecido en el anonimato hasta el día de hoy, ¡pero los hay!

México, como se sabe, posee una de las floras y faunas más ricas y variadas en el mundo, riqueza que se debe más a su particular situación geográfica que a su tamaño. Sin embargo, es menos difundido el hecho de que ningún país del planeta alberga tantas especies de reptiles como el nuestro. ¿Cuántas hay con exactitud? Nadie lo sabe hasta ahora. Al consultarlo con un experto en la materia, éste dirá que existen aproximadamente 760, una cifra cercana a las especies de reptiles hasta ahora identificadas científicamente. Pero con seguridad su número es mayor, ya que año tras año se descubren nuevos ejemplares y, naturalmente, también otro tipo de animales.

En el caso de los reptiles, en su mayoría se trata de saurios y de serpientes poco vistosas, casi insignificantes, ocultas en escondrijos, que hasta nuestros días han logrado sustraerse a la vista humana. Tal es el caso de los animales que viven en muchas regiones de los sistemas montañosos mexicanos aún inaccesibles para el estudioso. Por otro lado, no se espera que aún existan reptiles llamativos o vistosos que pudieran permanecer en el anonimato hasta el día de hoy. ¡Pero los hay! El mejor ejemplo lo ha brindado Gunther Koehler, un herpetólogo alemán que en 1994 encontró en el sur de Campeche un saurio hasta ahora desconocido, del género Ctenosaura, llamado iguana negra.

Koehler, experto en este grupo de iguanas, la designó Ctenosaura alfredschmidti en honor de su amigo y promotor de la herpetología, Alfred Schmidt.

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En la actualidad, la Ctenosaura alfredschmidti es únicamente conocida en el lugar en que se le encontró por primera vez, esto es, cerca de la carretera principal que va de Escárcega a Chetumal. Su modo de vida y sus costumbres apenas están siendo conocidos con exactitud. La Ctenosaura alfredschmidti vive en los árboles y rara vez se desliza al suelo. En su lugar de origen se le conoce como “escorpión” porque erróneamente se le cataloga como venenosa.

El “escorpión” mide como máximo 33 cm, lo que significa que no es tan grande como las especies de mayor tamaño de su género, las cuales llegan a medir hasta más de un metro en total. De todas ellas el “escorpión” es indudablemente el más bonito. Lo que llama la atención es su cola, relativamente corta, cubierta de escamas espinosas, que utiliza para asirse firmemente dentro de su escondrijo, haciendo prácticamente imposible sacarlo de ahí. El colorido de su cuerpo también lo distingue de todas las demás iguanas, con excepción del de su pariente cercano, la iguana Ctenosaura defensor, que al igual que el “escorpión” vive exclusivamente en la península de Yucatán y es conocido popularmente como “chop”.

En términos generales, el “escorpión” y la iguana Ctenosaura defensor son muy parecidos, aunque entre ellos existen diferencias en cuanto a su modo de vida. Mientras que el primero vive en los árboles, el “chop” habita en estrechos agujeros de las rocas, cerca del suelo.

El “escorpión” macho es especialmente colorido. Su cabeza, cola y patas traseras resplandecen con un color azul malaquita, mientras que su lomo es negro en la parte delantera, y rojo obscuro o café rojizo en la parte trasera. Es capaz de cambiar su color casi tan rápido como un camaleón. Al dejar su escondrijo en la mañana, el “escorpión” presenta tonos opacos, pero a medida que su cuerpo se calienta y entra en actividad, exhibe un espléndido y reluciente colorido.

El “escorpión” hembra, de color café, es menos vistoso que el macho y de menor tamaño. Al igual que todas las especies Ctenosaura, el “escorpión” posee garras fuertes y afiladas que le permiten trepar fácilmente por los árboles más resbaladizos.

Por lo general el “escorpión” es el único habitante dentro de su agujero. En el mismo árbol podrían alojarse simultáneamente un macho y una hembra, aunque en diferente hoyo. Esta especie pasa la noche y la mayor parte del día en su madriguera, cuyo diámetro es lo suficientemente grande para que pueda entrar y salir sin problema. Sin embargo, su crecimiento va condicionando el cambio de su morada con cierta frecuencia. En su escondrijo se desliza normalmente hacia adelante, dejando que su cola bloquee el acceso al agujero, con lo que es prácticamente imposible que enemigos potenciales lo ataquen.

Al calentarse el aire, el “escorpión” se desliza hacia atrás de su agujero para asolearse. Cuando su cuerpo ha alcanzado la temperatura adecuada, se da a la tarea de buscar el alimento cotidiano. Se alimenta, como todos los de su género, de plantas, es decir, de las hojas del árbol en donde vive, y ocasionalmente también de insectos y de otros invertebrados. Por el contrario, esta especie, en su etapa juvenil requiere para su crecimiento de una alimentación rica en proteínas, por lo que en dicha etapa es básicamente carnívoro.

Respecto de la reproducción del “escorpión”, su proceso es todavía desconocido. El “chop”, por ejemplo, deposita una vez al año, por lo general en abril, dos o tres huevos, y no es sino hasta junio cuando las pequeñas iguanas salen del cascarón. Es muy probable que la reproducción del “escorpión” sea similar a la del “chop” por el simple hecho de que ambos son parientes muy cercanos.

El “escorpión” de Campeche pertenece a la vasta y variada familia de las iguanas (Iguanidae) y no está estrechamente emparentado con los saurios del género Heloderma, igualmente caracterizado en su terruño como “escorpión”. Ambas especies, Heloderma horridum y Heloderma suspectum, forman como únicos saurios realmente venenosos una misma familia (Helodermatidae) y viven en la zona costera del Pacífico, que se extiende del suroeste de Estados Unidos (Heloderma suspectum), a través de todo México, hasta Guatemala (Heloderma horridum). Es común que todos los “escorpiones” tengan pocos enemigos naturales. Ctenosaura alfredschmidti no es por cierto venenosa como su primo, pero puede morder extraordinariamente fuerte, pese a su tamaño regular, y causar profundas heridas. Además, está siempre alerta y rara vez se aleja de su escondrijo. Como habitante de un árbol tiene especial cuidado de las aves de rapiña.

Indudablemente el hombre representa la más grande amenaza para este reptil de prehistórica apariencia. Se conoce todavía muy poco sobre el “escorpión” como para concluir que su existenciase encuentre amenazada. Aunque sólo es conocido en su propio lugar de origen, puede especularse que su área de distribución en Campeche es más vasta. Sin embargo, las principales amenazas para su sobrevivencia son, por un lado, la paulatina tala de los extensos bosques en los que habita, y por el otro, la recolección indiscriminada de leña en las proximidades de los pueblos, que incluye los viejos y nudosos árboles donde se esconde.

Para la adecuada protección del “escorpión” es necesario ante todo estudiar su modo de vida y su distribución. Es importante también informar a la población local sobre su naturaleza inofensiva y acerca de la importancia que tiene su protección como especie. De lo contrario, sería una lástima que este habitante único y raro de México desapareciera para siempre, antes incluso de que se tuviera la oportunidad de conocerlo.

Fuente: México desconocido No. 279 / mayo 2000

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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