El Hundido, el abismo subterráneo más profundo en Chihuahua
Hace algunos meses apareció en el foro virtual de espeleólogos una invitación, de parte del Antonio Holguín, director de Turismo del municipio de Jiménez, Chihuahua, para que explorara esta cavidad natural que parecía ser muy profunda.
Sin pensarlo dos veces, viajé para allá y así, ya estaba en un tortuoso camino de terracería que avanza en medio del desierto chihuahuense. Fueron más de tres horas de andar entre la llanura y las cactáceas. Si no es por mis guías, difícilmente hubiera dado con el sitio. Durante el trayecto sostuvimos una larga plática sobre cuevas y otros sitios naturales de esta región. Además, es siempre muy agradable platicar con la gente de los lugares, quienes conocen su tierra muy bien, y les gusta compartir historias, leyendas, mitos y otras cosas. El desierto tiene su fascinación, no por nada he dedicado algunos años de mi vida a explorar algunas de estas zonas, principalmente en Chihuahua y Baja California.
Finalmente llegamos al rancho El Hundido, localizado en la base de una pequeña sierra calcárea. Desde ella se tiene una grandiosa visión de la llanura desértica. A escasos 300 metros de la casa del rancho, está el pozo. Anochecía cuando llegamos, pero estaba ansioso de ver la sima y no resistí la tentación de asomarme, lo que ví me sorprendió bastante.
Abismo vertical
Era de considerable profundidad. Su boca, con un diámetro de entre 30 y 35 metros, se abría entre una serie de estratos calcáreos horizontales que se perdían entre las tinieblas. Era impresionante. Pero lo que llamó más mi atención fue observar que en la orilla del pozo se encontraba un gran malacate, movido por una potente máquina diesel, que permitía que una cómoda canastilla metálica descendiera hasta lo más hondo. El doctor Martínez, dueño del rancho, me explicó que tal sistema de descenso fue construido por su padre, unos 40 años antes, ya que siendo esta región una de las más secas de Chihuahua, siempre tenían problemas con el agua, y era difícil mantener ganado o sembrar. Como a la luz del día se ve que el fondo tiene un gran cuerpo de agua, el señor Martínez y otros se animaron a descenderlo para explorar sus posibilidades de utilizar el agua. Al hacerlo, encontraron que la profundidad vertical del pozo fue de 185 metros, sin embargo, lograron su descenso y encontraron que en su fondo el cuerpo de agua es bastante amplio, con un diámetro de aproximadamente 80 metros y una profundidad desconocida. Esto los animó a colocar una tubería que uniera el fondo con la boca del pozo y una potente bomba para subir el agua. Después de un arduo trabajo lo lograron, y así pudieron utilizar el preciado líquido.
Con el fin de hacer más fácil el descenso para las labores de mantenimiento, posteriormente adaptaron un tambo metálico de 200 litros como canastilla.
Así que cuando llegué, me encontré con estas sorpresas: rancheros ganaderos del desierto convertidos en espeleólogos improvisados.
El descenso
Aunque llevaba mi equipo y cuerdas para bajar, decidí utilizar el sistema del doctor Martínez y tuve un descenso muy peculiar. Bajar en la canastilla es ciertamente cómodo, y uno puede disfrutar de las impresionantes vistas del abismo. La boca, que originalmente tiene los 30 metros, poco a poco se va abriendo, hasta que en el fondo el diámetro casi alcanza los cien metros. La canastilla llega hasta la única isla que hay en el cuerpo de agua, que tendrá unos 5 o 6 metros de diámetro, y es donde se encuentra instalada la bomba hidráulica. La luz del sol llega tenue hasta el fondo, pero alcanza a iluminar las paredes, dando visiones un tanto fantasmagóricas.
Fue el doctor Martínez quien ha medido con precisión la profundidad del pozo: 185 metros de absoluta vertical, lo que lo convierte en el abismo vertical más hondo de Chihuahua y uno de los más profundos del norte de México, sólo le ganan dos: el cenote Zacatón, en Tamaulipas (vertical de 329 metros), y el nacimiento del Río Mante, también en Tamaulipas. Sin embargo, éstos están totalmente inundados.
Fue una grata experiencia encontrarme con este pozo. Pronto volveré para hacer un mapa detallado y explorar más por los alrededores, ya que prometen otras sorpresas. Mientras tanto le doy las gracias a los que nos invitaron, recalcando el amor que le demuestran a su tierra, cuidando estas maravillas y compartiéndolas con quienes las apreciamos, entre ellos, ustedes, los lectores de México desconocido.
Cómo llegar:
Jiménez se encuentra a 234 km al sureste de la ciudad de Chihuahua. Para llegar debes tomar la carretera No. 45 en dirección sureste, pasando por las comunidades de Ciudad Delicias y Ciudad Camargo.
¿Quieres escaparte a Chihuahua? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable