En busca de la Lacandonia Schismatica (Chiapas)

Así empezó la aventura de México desconocido en busca de la Lacandonia Schismatica. Pero, ¿qué hace tan importante esta planta para que se organice una expedición con el propósito de buscarla en lugares tan remotos, así como ir acompañados de especialistas científicos, fotógrafos y camarógrafos de gran experiencia y compromiso por la conservación?   

Todas las plantas con flores o angiospermas -como se les conoce en general- suman aproximadamente 250 mil especies, según el World Conservation Monitoring Centre,y uno las puede encontrar si cuenta con la suerte de poseer jardines o parques en la ciudad donde buscarlas. Todas, aunque diferentes en aspectos y formas, son muy similares; en general, son plantas vasculares con flores; todas tienen una raíz, un tallo, una estructura llamada sépalos (cáliz), los pétalos o perianto (corola), las estructuras sexuales masculinas denominadas estambres (androceo) rodeando las estructuras sexuales femeninas llamadas carpelos o pistilos (gineseo).      

El tamaño varía desde apenas un centímetro en las lentejas de agua (Lemna), hasta más de cien metros en algunos árboles (Eucalyptus). Junto con los gimnospermas, los helechos y los briofitos, reúnen a más de 14 % de los seres vivos conocidos. La Lacandonia Schismática fue descubierta en 1985 en la Selva Lacandona por el biólogo mexicano Esteban Martínez y en 1987 propuesta como género nuevo ante el Missouri Botanical Garden como Lacandoniaceae (Triuridales). En 1988 se acepta la existencia de esta nueva familia de México y en 1989 se publica oficialmente al mundo científico. La diferencia de la Lacandonia Schismatica respecto de las otras 250 mil especies de flores es la relación espacial que presentan sus órganos reproductores, cuyas flores poseen estambres en el centro y están rodeados por los carpelos. Esta característica de los órganos sexuales la hace diferente a todas las demás; es endémica de la Selva lacandona y está en México.   

EL INICIO DE LA AVENTURA   

Salimos de Ciudad México hacia Villahermosa, Tabasco, continuamos hasta Palenque -importante lugar turístico por su sitio arqueológico-, de ahí seguimos por la carretera Fronteriza del Sur 170 km al sureste hasta el denominado Crucero Corozal, corroboramos nuestra altitud de 180 msnm, justo donde se encontró por vez primera laLacandonia Schismatica.   

la región de la Selva lacandona es uno de los últimos reductos de selvas tropicales de México y Centroamérica, importante fuente de agua que con su captación contribuye a la cuenca hidrológica más importante del país, la del río Usumacinta. Los tipos de vegetación dominantes son las selvas altas perenifolias y subperenifolia, las cuales hasta mediados del siglo XX cubrían gran parte del territorio de Chiapas y más de dos millones de hectáreas de la citada selva. Hoy en día se pueden encontrar poco más de 350 mil hectáreas en buen estado de conservación. La mayoría se perdió en los últimos 30 años, entre 1970 y 2000, por extracción de madera, incendios forestales, agricultura y ganadería mal planificadas, así como problemas sociales, entre otras causas.      

El terreno donde se encuentra laLacandonia schismaticapertenece a la Comunidad Zona Lacandona, integrada por tres etnias, los tzeltales, los lacandones y los chales, que habitan Frontera Corozal; en conjunto, son dueños oficiales de 614 mil hectáreas de selvas, muchas actual- mente invadidas y desmontadas. En compañía de algunos habitantes chales fuimos a buscar nuestra planta, la cual, según su descripción es una hierba blanca con flor y fruto, vive sobre materia orgánica, en lugares muy húmedos, así descrito el 30 enero 1987, E. Martínez S.   

Desde la orilla del camino, donde dejamos el vehículo, caminamos unos 300 metros entre terrenos destinados a la agricultura y la ganadería. Buscamos y encontramos la planta – con la ayuda de nuestros guías- en un pequeño manchón de selva; sin ellos hubiera sido imposible hallarla debido a sus dimensiones. Después de explorar el sitio y los alrededores visitamos la Comunidad de Frontera Corozal, a orillas del río Usumacinta, nos hospedamos en el campamento de ecoturismo Escudo Jaguar, administrado por gente de la comunidad chol, y por la tarde visitamos el museo comunitario local. Al final de día, recuperando la experiencia, nos preocupó la situación actual de la Selva Lacandona, tan explotada y reducida desde el punto de vista biológico.   

Al día siguiente, decidimos ir a Lacanhá Chansayab, comunidad donde habitan los lacandones. Contratamos un guía del lugar y nos internamos en la espesura de la selva acompañados de él y su hermana, quien desempeña igual trabajo en uno de los campamentos destinados a proyectos de ecoturismo. Durante la caminata nos comentó sobre la riqueza natural, y como experto conocedor de la región nos mostró la diversidad biológica, pero a su vez la preocupación ante la deforestación y los incontrolables incendios que ocurren año tras año.En la Selva Lacandona pueden encontrarse animales de gran importancia como jaguares, guacamayas, monos de dos especies –saraguato o araña- y cocodrilos, entre otros; asimismo, árboles como ceibas, caobas y cedros, entre otros. Nos decía nuestro guía que todos estos animales y plantas tienen la función de alimentar nuestro espíritu y nuestro cuerpo, y sin ellos no podríamos vivir.   

EL MAYOR RETO       

De regreso a Frontera Corozal y después de evaluar los recorridos, así como las pláticas con los habitantes de la región y de comprobar el estado actual de la selva, nos dimos cuenta de que la verdadera aventura apenas comenzaba: conservar la riqueza natural de la Selva lacandona, y como ejemplo laLacandonia Schismatica,además de todos los otros miles de organismos, plantas y animales existentes en la región y en grave riesgo de desaparición.   

Nos preguntamos, ¿cómo pueden subsistir en armonía el hombre con todos sus problemas y la naturaleza con todas sus riquezas? la Selva lacandona está amenazada de muerte; el reto es conservarla para el uso de los pobladores locales y el beneficio de todos los mexicanos. Afortunadamente, el hallazgo de laLacandoniarevolucionó el mundo científico, pero cuántas especies más no se han encontrado y cuántas otras no hallaremos nunca a causa de la deforestación y los incendios.   

Regresamos a Ciudad México dejando atrás esta planta, tan pequeña a la vez que tan importante, así como a los pobladores de las comunidades locales. No obstante, trajimos con nosotros la experiencia y el conocimiento, al igual que el entusiasmo de saber que ésta aventura podemos compartirla con ustedes.   

Fuente:  México desconocido No. 320 / octubre 2003

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