FestivAlebrije reúne eminencias del arte popular mexicano en Huatulco
Este festival presentó a artistas del barro, textiles, alebrijes y lo mejor de la gastronomía oaxaqueña.
FestivAlebrije en su cuarta edición reunió a maestros del arte popular oaxaqueño y mexicano donde expusieron su obra y ofrecieron charlas sobre su trabajo. Nombres como Gilberto Martínez Fabián, diseñador de trajes de tehuana, y Carlomagno Pedro Martínez, artesano de barro negro, convirtieron al evento en un cónclave del talento que perdura en las manos de los artistas y artesanos mexicanos.
Entre la exuberancia formada por tabachines y huanacaxtles, iguanas negras y gaviotas de la costa oaxaqueña en Bahías de Huatulco, circularon alebrijes, calaveritas, tonas y nahuales.
Brilló el carmín de la grana cochinilla y el añil en los tejidos de lana típicos de Teotitlán del Valle. Creaciones atrapadas en lienzos, estoicos en barro negro. Acomodadas delicadamente como joyería de filigrana o en los espíritus humeantes de una taza de café de Pluma Hidalgo.
Todo sucedió durante el FestivAlebrije en Dreams Huatulco Resort & Spa, donde los pasillos se convirtieron en un zoológico de seres fantásticos. Lo verdaderamente especial de la reunión fue este espacio de diálogo abierto con los maestros artesanos para que ellos mismos dieran una visita guiada de su trabajo. Gracias a este acercamiento, nos permitió conocer el detalle en el arte de filigrana y la tradición que protege el maestro oaxaqueño, José Jorge García.
O el lujo de aprender un poco sobre la historia y la cultura impresa en los trajes de tehuana, expuesto con inmensa pasión por el diseñador istmeño Gilberto Martínez Fabián, quien describió su trabajo en cada enagua y cada huipil que embellecen a la mujeres del Istmo. Por su parte, el artista Edgar Jahir Trujillo habló sobre su trabajo pictórico con la grana cochinilla, y nos detalló sobre la importancia que este pequeño bicho ha tenido para la economía y la cultura nacional.
La corona del evento fue conocer al heredero de la tradición de los alebrijes, creaciones monstruosas que aparecieron en los sueños de Don Pedro Linares, y que ahora su nieto Carlos Linares mantiene vivo en su trabajo de cartonería. Y el gran cierre de Jacobo Ángeles representando a San Martín Tilcajete con el Taller Jacobo & María Ángeles, el exitoso proyecto que ha permitido un desarrollo sustentable en su comunidad y la preservación de la cultura y tradición zapoteca mediante la enseñanza de oficios como la talla de madera, pintura, cerámica y cocina tradicional.
No faltó la intervención de cocineros oaxaqueños con sus interpretaciones de recetas tradicionales, menos aún los mezcales de Tileño para romper el hielo y hacer comunidad con la palabra. Al final, el cierre de gala estuvo a cargo de la pasarela de Soid Pastrana, en una reunión de visitantes y artesanos, seres reales e imaginarios, juntos en una atmósfera mágica e irrepetible vivida en este paraíso costero llamado Huatulco.
