Fin de semana en Cuernavaca, Morelos
Cuerna, como se llama coloquialmente a la antigua Cuauhnáhuac, es un excelente destino de Morelos. ¡Anímate a viajar y pasa tu fin de semana en Cuernavaca!
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De Cuernavaca, Morelos dice Novo que “antes de ponerse de moda Acapulco para veranear, Cuernavaca fue sitio predilecto en que las familias mexicanas construyeron residencias”; por su parte, Alfonso Reyes la llamó “pausa de libertad y esparcimiento/a la breve distancia de un suspiro”. Recorre esa distancia y disfruta de las Lagunas de Zempoala, museos, jardines y más lugares de Cuernavaca en fin de semana.
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VIERNES
16:00 ¿Dónde comer en Cuernavaca? Nuestra primera escala es en CHICONCUAC, unos cuantos kilómetros adelante de la ciudad, por la salida aeropuerto Tepetzingo; donde cruzamos la carretera. Llegamos a un semáforo, damos vuelta a la derecha hasta un crucero por el que tomamos nuevamente a la derecha y en la primera cuadra otra vez a la derecha. A unos metros está el RESTAURANTE EL ANDALUZ, en donde disfrutaremos un sabroso plátano relleno de mariscos y una refrescante cerveza.
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Resuelto tan apremiante asunto, regresamos al crucero y seguimos de frente hasta el centro del pueblo, para empezar a recorrer los atractivos de Cuernavaca y sus alrededores. Allí, un acueducto atraviesa la calle y entra a la HACIENDA DE SANTA CATARINA, donde nos reciben para hacer un breve recorrido por las restauradas y elegantes instalaciones en las que se realizan eventos que ofrecen el privilegio de conocer los patios, corredores, jardines y la capilla que no están abiertos al público. Aunque fundada mucho antes, Santa Catarina tuvo su esplendor como hacienda cañera en el siglo XIX y hoy lo recupera como escenario a donde ir el fin de semana a reuniones, conciertos o fiestas que la llenan esta hacienda de música y la cubren de fuegos de artificio.
18:00 De nuevo en la carretera, seguimos los anuncios que llevan a otro de los lugares para el fin de semana: Cuautla. Aquí visitamos la HACIENDA DE ATLACOMULCO, más conocida y de más larga leyenda. Para empezar, su fundación se atribuye a Hernán Cortés, quien allí inicia el cultivo de la caña en el estado; luego, el hecho de que los descendientes del conquistador conservaron la propiedad hasta la Revolución, pasando por un periodo en que se proyectó como el ingenio más moderno del país gracias a la administración del célebre historiador Lucas Alamán; a esto, añádase una etapa colonial en que sus propietarios, respetuosos de las restricciones impuestas por la Corona española al trabajo esclavo de los indios, lo sustituyeron por el de negros traídos del otro lado del Atlántico. Actualmente, y tras un largo proceso de adaptación y restauración, la hacienda alberga un exclusivo hotel que cuenta con lo necesario para la realización de convenciones y banquetes, así como para el agradable rato que ahora pasamos en uno de sus bares, rodeado de amates y buganvilias, bajo sus cuatro chacuacos.
19:00 Nos dirigimos al centro de la ciudad, donde tenemos reservación en el REPOSADO, que aunque es un bar ofrece también servicio de alojamiento, y se encuentra a espaldas de la catedral. Después de dejar el equipaje salimos a dar un paseo calle arriba hasta Comonfort, donde está la CASA DE LAS CAMPANAS, pues sabemos que allí siempre se exponen fotografías. En estos momentos hay todo un ajetreo pues mañana se inauguran tres exposiciones. A pesar de ello, amablemente Gabriela se da un momento para contarnos que el lugar es sede de la ESCUELA ACTIVA DE FOTOGRAFÍA, y que las que se inauguran son: una colectiva de ex alumnos, un performance y una con las fotos que Ulises Castellanos trajo de los últimos viajes a donde lo mandó la revista Proceso.
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20:30 En el ZÓCALO se oye música de danzón. Las sillas delimitan el rectángulo en que una veintena de parejas sacuden la polilla. Los sábados –me informan– el baile es en el MORELOTES a las seis. Suena el Nereidas y en la improvisada pista se despliega la elegancia. Todos gozamos.
21:00 El MORELOTES, como su nombre lo indica, nos recuerda al más ilustre descendiente de aquellos negros importados. Se encuentra cruzando la calle, mirando al Palacio de Gobierno, por donde avanzamos rumbo a la PLAZUELA DEL ZACATE en la que hay varios barecitos con mesas y bocinas exteriores tras las que encontramos enjundiosos cantantes que nos recuerdan que “no hay nada más difícil que vivir sin ti”, o que “siempre que se hace una historia se habla de un viejo, de un niño o de sí”. La noche es joven, como todos los aquí reunidos, así que buscamos qué hay en Cuernavaca para brindar por la eterna primavera.
SÁBADO
9:00 Desayunamos en LA PANCHA, que está en la casa que fue de Abel Quezada, a orillas de la barranca, en el barrio de Acapantzingo, con el rumor del arroyo como música de fondo. De allí caminamos un par de cuadras para empezar a cruzarnos con los jardines de Cuernavaca. Los primeros fueron los JARDINES DE MAXIMILIANO, la casa que el archiduque y fracasado emperador liberal adquirió en 1866 para disfrutar del clima, los jardines de Cuernavaca y –según las malas lenguas– de cierta india bonita. Actualmente aquí está el MUSEO DE MEDICINA TRADICIONAL Y HERBOLARIA JARDÍN ETNOBOTÁNICO. Aunque la construcción es modesta, vale la pena recorrer las salas del museo y pasear entre fuentes admirando flores y hierbas que nos revelan sus secretos.
11:30 Llegamos en auto a la esquina de Plan de Ayala y Teopanzolco. A unas tres cuadras de allí, en el fraccionamiento de Vista Hermosa, encontramos lo que la edición 1996 de la Enciclopedia de México ubica como un “sitio arqueológico situado a corta distancia de Cuernavaca”. Antiguamente conocido como EL MOGOTE, TEOPANZOLCO es un centro ceremonial en el que destaca la estructura conocida como el Gran Basamento, caracterizado por tener una doble escalinata, al igual que el Templo Mayor de Tenochtitlan, lo que permite fechar su construcción después de 1427, año de la conquista de los tlahuicas por el imperio de Itzcóatl. En lo alto del basamento encontramos dos templos, dedicados a Tláloc y Huitzilopochtli, en los que aún se observan restos de pilares que denotan la existencia de techos elaborados con materiales perecederos.
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12:30 Nuevamente en el centro iniciamos nuestro recorrido por los museos de Cuernavaca en el PALACIO DE CORTÉS, actual MUSEO CUAUHNÁHUAC. El edificio, una de las construcciones civiles más antiguas del continente, semejante al de Colón en Santo Domingo, es de estilo renacentista. Ubicado sobre lo alto de la colina que dominaba la ciudad, el palacio fue residencia del conquistador, cárcel y sede de los gobiernos federal, municipal y del estado, hasta que en 1974 se convirtió en el museo que nos cuenta la historia de Cuernavaca a través de los restos del teocalli tlahuica, de las paredes pintadas por Diego Rivera y de una magnífica colección de objetos de diferentes épocas.
14:00 Siguiendo la mirada del cura guerrillero atravesamos el JARDÍN MORELOS entre fotografías con escenografía de montañas surianas, caballitos de madera y sombreros zapatistas; seguimos por el JARDÍN JUÁREZ rodeados de globos y a la sombra de su quiosco inglés de finales del siglo XIX para llegar hasta el JARDÍN BORDA que, tras una modesta entrada, esconde un remanso vegetal que se remonta a la Colonia, cuando el hijo del emprendedor minero hizo construir aquí terrazas, fuentes, verandas y un lago artificial. Ahora el sitio es compartido por jóvenes parejas, familias y algún deportista solitario que acuden a conciertos, escenifican obras de teatro, aprecian la obra plástica que se expone en los jardines y las galerías o simplemente corren, se sientan, se miran y callan. Hoy se encuentra aquí la exposición-homenaje nacional a Manuel Álvarez Bravo, cuya reciente pérdida lamentamos. Hay, además, un restaurante y una librería.
16:30 Para concluir por este día nuestro recorrido por museos y galerías, atravesamos frente al JARDÍN REVOLUCIÓN que fuera la huerta de la actual catedral y damos vuelta para llegar al número 4 de Nezahualcóyotl. Allí está la CASA DE ROBERT BRADY, convertida en un museo donde se exhiben las colecciones de arte reunidas por este pintor nacido en Iowa. Entre las pinturas que aquí encontramos destaca el célebre Autorretrato con changuito, que Frida Kahlo pintó en 1945, así como numerosos trabajos de Miguel Cobarruvias, Pelegrín Clavé, María Izquierdo, Toledo y Tamayo. Pero Brady no coleccionó sólo pintura mexicana, sino también de autores norteamericanos y europeos, muebles antiguos, admirables piezas de arte africano primitivo y realizó ambientaciones como la habitación roja, decorada con objetos y pinturas originales de la India.
17:30 Visitamos ahora la CATEDRAL, construida por los franciscanos en el siglo XVI y que, con el paso del tiempo habría de convertirse en una galería de estilos al ir perdiendo sus capillas posas en favor de los nuevos templos de la Tercera Orden, de Nuestra Señora de los Dolores y de la Virgen del Carmen (en honor de la esposa de don Porfirio). Afortunadamente se conserva la capilla abierta y durante el obispado de Sergio Méndez Arceo se realizó una valiente y valiosa labor de rescate y restauración que le devolvió a la nave principal de la Catedral de Cuernavaca su espíritu franciscano, despojándola de los afeites neoclásicos que le habían añadido, lo que permitió recuperar los murales que cuentan el martirio en Japón del primer santo mexicano.
18:30 Rumbo al restaurante pasamos de nuevo por el zócalo, a la hora en que “trina la urraca/ y el laurel de los pájaros murmura”. Llegamos a la avenida Juárez y entramos a la que fuera casa de Mario Moreno, que hoy aloja a uno de los restaurantes de Cuernavaca más vistosos: el RESTAURANTE GAIA, de exquisita cocina y una decoración que incluye un mosaico en la piscina atribuido a Diego Rivera. Después de unas costillas de cordero a la menta, nos dirigimos al TEATRO OCAMPO, donde un grupo estudiantil ofrece una aceptable versión de Jesucristo Superestrella.
21:30 Aprovechando que nuestra posada ofrece también servicio de bar, terminamos el día oyendo música de Miles Davis al calor de un ron oscuro, mientras pensábamos qué hacer el fin de semana, bueno el resto…
DOMINGO
9:00 Hoy desayunamos en LA UNIVERSAL, que está en el zócalo, en una privilegiada esquina que debería ser para uso exclusivo de peatones, por lo menos los fines de semana. No obstante, el lugar tiene el encanto de un café a la antigua, con barandales de hierro forjado, cecina de Yecapixtla y jugo de naranja fresco. Después de lo cual pasamos por el equipaje y nos ponemos en camino.
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10:30 Un poco más arriba del CALVARIO dejamos el auto en el estacionamiento del MUSEO DE CUERNAVACA que luce, orondo, una placa conmemorativa de la iniciativa del ayuntamiento encabezado por el actual gobernador para fundarlo, aunque no dice qué pasó con el Museo de Zapata que allí se encontraba. A dos años de su inauguración, el museo sólo ocupa una de sus tres salas, en la que se presenta una exposición fotográfica. Vemos ahora el CHAPITEL DEL CALVARIO, estructura de base cuadrada con una cúpula de 14 m coronada por una cruz, construida en 1532. Volteando al oriente encontramos una curiosa construcción sede del minúsculo MUSEO DE FOTOGRAFÍA ANTIGUA, conocida como “EL CASTILLITO”.
11:30 En auto nos dirigimos al SALTO DE SAN ANTÓN, cruzando la barranca por un puente erigido también por el Ayuntamiento 2000. Al llegar a la calle por donde se baja a la cascada encontramos una colorida invasión de las banquetas, ocupadas por una sucesión de invernaderos y tiendas de flores y plantitas. Entre éstas aparece el acceso que nos lleva a contemplar la impresionante caída de 36 m de altura, flanqueada por una pared de prismas basálticos y una balaustrada que da la vuelta a la barranca, pasando por debajo del propio salto. Envueltos en su estruendo y mirando hacia abajo el arcoiris que se forma y las golondrinas que parecen juguetear alrededor, apenas descubrimos con tristeza las carretadas de basura que se acumulan detrás de la cascada. De regreso, nos detenemos un momento a tomar un refresco y recuperar el resuello.
13:00 Ya de salida, por la avenida Emiliano Zapata, hacemos un alto en la IGLESIA DE TLALTENANGO. Destaca la fachada policroma del SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LOS MILAGROS, cuya construcción quedó concluida en 1730, a excepción de la torre, de finales del siglo XIX. A su lado se encuentra la modesta CAPILLA DE SAN JOSÉ y el SEÑOR DE LA MISERICORDIA, edificada a principios del XVI.
14:00 Habiendo tomado por la carretera libre a México, nos desviamos a la altura de HUITZILAC y poco a poco quedamos rodeados de nubes y montañas, pinos y oyameles hasta topar con los letreros que nos indican el acceso a las LAGUNAS DE ZEMPOALA. Siguiendo el camino que rodea las Lagunas de Zempoala llegamos a la zona donde se encuentra una hilera de fondas en las que se preparan sopas de hongos, tacos de longaniza con nopales, quesadillas y frijoles. A un lado se rentan caballos y la gente acampa, juega por el valle, se interna en el bosque o retoza en el arroyo con los niños. Unas muchachas toman el sol, una mamá batalla con el anafre y unos sobrinos alegan con el tío que no fue gol, que iba muy alta. Ahora ya sé de dónde salen todos los que atascan la carretera por las tardes. Regina dice que mejor les recomiende que vengan aquí el viernes, y puede que tenga razón.
¿Cómo llegar a Cuernavaca?
Desde la Ciudad de México, tomar la Carretera Federal número 95, Cuernavaca está a 75 km, en el Estado de Morelos y es uno de los viajes de fin de semana cerca del DF que puedes hacer.
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