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Fray Bartolomé de las Casas, el dominico que denunció la crueldad de la Conquista

Bartolomé de las Casas es considerado precursor de los derechos humanos por ser de los primeros defensores de los indígenas.

Fray Bartolomé de las Casas nació en Sevilla en 1484, dentro de una familia española allegada a Cristóbal Colón y al proyecto de la conquista.

En 1493 el tío de Bartolomé, Juan de la Peña, volvió de una expedición junto a Colón. La entrada de los colonizadores consistió en un desfile donde se exhibieron aves y siete esclavos originarios del Nuevo Mundo. Esta imagen marcó al sevillano.

A la edad de 15 años Bartolomé recibió a su padre, Pedro de las Casas, quien volvía de la tercera expedición de Colón. En esta ocasión el botín consistió en 600 indígenas traídos como esclavos.

Como regalo, Pedro de las Casas puso al servicio de Bartolomé un esclavo traído de las Indias. Bartolomé aprovechó al esclavo como objeto de estudio, emprendiendo una investigación de religiones comparadas y filología.

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En 1500 Isabel la Católica penalizó con muerte la posesión de indios esclavos, exigiendo a Colón que dejara de maltratar a los súbditos indios de la corona. Como consecuencia, el esclavo del joven Bartolomé fue liberado y devuelto a su lugar de origen.

La legislación no fue bien recibida por Colón, quien consideraba que los indígenas podían ser esclavizados por ser paganos. La reina entonces promovió la evangelización para los indios en sus propias tierras.

Hasta su muerte, y aún en su testamento, Isabel I solicitó que se tratara con dignidad a los indígenas.

Isabel I de Castilla

Primer viaje de fray Bartolomé de la sCasas a las Indias

Tras terminar sus estudios religiosos, Bartolomé se embarcó en una expedición al Caribe en 1502. Algunos consideran que el viaje se debía a su vocación religiosa, otros lo atribuyen al deseo de proteger los negocios en ultramar.

En las Indias se formó un nuevo sistema de conversión, las encomiendas, que puso a los indígenas bajo la protección de los españoles. Sin embargo, las encomiendas comenzaron a ser formas de esclavización simulada.

Entre las labores más ligeras de los indios se encontraba la caza, no obstante la minería era prioridad para los españoles. Como consecuencia muchos indígenas comenzaron a morir, principalmente en las minas de oro.

A su llegada a La Española (Haití y República Dominicana), Bartolomé se puso a las órdenes de Nicolás Ovando, quien se encontraba en disputa con Colón. Durante su estancia presencio el asesinato de líderes indígenas, además de participar en la lucha armada contra la población originaria. Como pago por sus servicios, Bartolomé de las Casas recibió su propia encomienda.

En 1506 Bartolomé regresó a Sevilla y se ordenó sacerdote, para luego ser ordenado presbítero en la ciudad de Roma.

Cristóbal Colón llega a las Indias

Segundo viaje a las Indias

En 1508, fray Bartolomé viajó nuevamente a La Española. En esta ocasión la isla se encontraba bajo el gobierno de Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón,  quien le da nuevamente una encomienda. Durante su estancia recibe a los primeros frailes dominicos, quienes comienzan un movimiento en favor de los derechos de los indígenas.

El 21 de diciembre, cercana la navidad, la orden de los dominicos denunció la crueldad de los españoles en el texto conocido como «Sermón de adviento». El texto describe la opresión encubierta de las encomiendas.

Del mismo modo que Cristóbal, Diego Colón hizo una protesta conservadora, lo cual provocó la radicalización de los dominicos. Tras varios debates en España, surgen las Leyes de la Indias, el primer trabajo de derechos humanos en la historia. Pese su cercanía con los dominicos, Bartolomé conserva sus encomiendas.

En 1514 Bartolomé se dirigió a Cuba. Fue nombrado capellán y recibió una encomienda numerosa, misma que explotó en la extracción de oro.

Durante esta etapa de la conquista Bartolomé gestó una reputación polarizada. Por algunos indígenas  era considerado un pacificador y predicador piadoso, por otros un asesino ambicioso. Los sentimientos hacia su persona y la contemplación del sufrimiento comenzaron a cobrar cada vez más relevancia para Bartolomé.

La situación generó un proceso de reflexión en el clérigo, quien ese mismo año renunció a sus encomiendas.

Franciscanos y dominicos

Fray Bartolomé de las Casas y la mirada humanista

En 1515 Bartolomé de las Casas redactó una nueva denuncia contra los conquistadores y viajó a España para entregarla. Durante su estancia promovió un plan de cristianización pacífica.

Fruto de su activismo, Bartolomé recibió el título de «Protector de indios» por el Cardenal Jiménez de Cisneros.

Debido a la compasión que Bartolomé sentía por las muertes masivas de indígenas en las minas, propuso la importación de esclavos provenientes de África. Tiempo después también recapacitó y declaró que los negros merecían las mismas libertades que los indígenas.

A su regreso a La Española, Bartolomé de las Casas fue mal recibido por los conquistadores. Los españoles no estaban dispuesto a dar derechos a los indígenas. El egoísmo y la codicia se opusieron a la vocación filantrópica del padre Bartolomé.

En ese año la corona envió tres monjes para establecer un gobierno provisional en la isla, de inmediato los monjes tomaron partido por los colonizadores. Además del gobierno, los monjes tenían como tarea analizar psicológicamente a los nativos, concluyendo que los indígenas poseían una inteligencia animal. Con ello el racismo y la deshumanización por motivos económicos continúo su ruta.

Bartolomé de las Casas y la defensa de la dignidad indígena

Para combatir la idea de la idea de irracionalidad indígenas, Bartolomé emprendió un experimento en la costa venezolana. El proyecto consistió en una prédica pacífica con la ayuda de religiosos y campesinos. Sin embargo, una guerra previa entre conquistadores e indígenas hizo fracasar la misión.

Decepcionado, Bartolomé tomó el hábito de los dominicos y se retiró a un convento en 1523. Durante seis años se dedicó exclusivamente al estudio de las humanidades, explotando también su genio antropológico.

En 1529 Fray Bartolomé dejó su retiro y comenzó una segunda época de prédica. El éxito de Fray Bartolomé llegó en 1536, cuando logró convertir pacíficamente a una comunidad en centroamérica.

La denuncia contra los españoles

Tras su triunfo como predicador, Bartolomé realizó un nuevo viaje a España, el cual dio como fruto la promulgación de las Leyes Nuevas, legislación en la que se prohibía la esclavitud indígena.

En 1542 Las Casas terminó la redacción de su obra más conocida, la Brevísima relación de la destrucción de las Indias. El texto es una detallada descripción de la explotación y abusos ejercidos por los españoles.

Pronto fray Bartolomé cobró una gran reputación, razón por la cual le fue ofrecido el obispado de Perú, mismo que rechazó. En 1544 tomó se ordenó como obispo de Chiapas, lo cual le permitió mantener cercanía con las misiones centroamericanas.

En su estancia en México, De las Casas se volvió testigo presencial del proceso de conquista de Cortés. Durante el periodo de 1546 a 1547 se involucró en disputas con distintas autoridades del virreinato, algunos a favor de los derechos de los indígenas y otros que buscaban abrogar las Leyes Nuevas. Además, combatió la trata de personas en México y el viejo continente.

La última acción trascendente de fray Bartolomé en México fue la defensa de su tesis sobre la dignidad y capacidad de los indígenas, misma triunfó en la Ciudad de México.

Europa Press

Una voz vigente

Debido a la hostilidad que De las Casas encontró en la Nueva España, decidió continuar su labor cerca de la corona. Hasta su muerte en 1566, se dedicó a denunciar la violencia de los españoles en la conquista. Sus publicaciones, muchas veces malentendidas no son un manifiesto contra los españoles, son una exigencia de tolerancia y respeto hacia todos los individuos. La Brevisima relación de la destrucción de las Indias es para muchos la voz encarnada de la rabia, el dolor y la tragedia de la conquista.

Sin duda la labor del «Apóstol de los indios» aún es vigente, en una época donde nuevos sistemas de explotación simulada atentan contra la dignidad humana.

«La causa por que han muerto y destruido tantas y tales e tan infinito número de ánimas los cristianos ha sido solamente por tener por su fin último el oro y henchirse de riquezas en muy breves días e subir a estados muy altos […] por la insaciable codicia e ambición que han tenido, que ha sido mayor que en el mundo ser pudo, por ser aquellas tierras tan felices e tan ricas, e las gentes tan humildes, tan pacientes y tan fáciles a sujetarlas.»

Fray Bartolomé de las Casas, Brevísima relación de la destrucción de las Indias.

Sobre su labor, José Martí escribió en La Edad de Oro:

“No se puede ver un lirio sin pensar en el Padre Las Casas porque con la bondad se le fue poniendo de lirio el color… Él los vio quemar, los vio mirar con desprecio desde la hoguera a sus verdugos; y ya nunca se puso más que el jubón negro. Sino que se fue a consolar a los indios por el monte, sin más ayuda que su bastón de rama de árbol”.

Filósofo por formación. Contempla el alma e imaginación de México.
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