Historias de cantina CDMX: Salón Tenampa
Esta cantina es de las más tradicionales y un imperdible si visitas la Plaza Garibaldi y quieres escuchar mariachis acompañado de un tequila o un mezcal.
Todos en algún momento de nuestras vidas nos encontramos justo donde yo me encuentro el día de hoy: frente a la entrada del ahora Salón Tenampa. Este lugar no siempre fue así, ni el título del establecimiento, ni la fachada, mucho menos la Plaza Garibaldi. Imaginemos por un momento que nos situamos en 1850, justo en esta plaza, que en ese entonces se llamaba Plazuela de Jardín, lugar donde se celebraba la vendimia local. Pronto, se le renombró como Plazuela del Baratillo. A todo esto, la Cantina Tenampa todavía no existía. Avancemos la historia hasta 1925, cuando Tenampa (cantina desprovista aún de los adjetivos “histórica”, mítica” o “legendaria”) abrió sus puertas. Ahí sí empieza esta historia.
Es probable que para este momento, siguiendo la escena inicial, ya hayamos ingresado a este colorido salón. Los sonidos estridentes de las trompetas seguramente nos habrán invitado a ocupar una de las mesas disponibles, si es que hay. Aquí las voces suben de volumen, las palabras deben ser casi cantadas para poder llegar a los oídos del interlocutor. Todo es parte de la experiencia.
Es difícil concebirlo (al menos para mí) pero la tradición musical del mariachi no existía como tal antes de la apertura de la Cantina Tenampa. Fue hasta que el coculense Juan I. Hernández, fundador, cuyo retrato se halla en el lugar de honor, trae desde Jalisco al Mariachi Cocula de Concepción Andrade, y al Mariachi Reyes de José Reyes. Ahí comenzaron los mariachis a adueñarse de las noches del Centro de la Ciudad de México, no nada más puertas adentro del Tenampa, también de la explanada en la Plaza Garibaldi.
Volvamos más de 70 años y situémonos en este mismo lugar. El calendario detrás de la barra dice que el año es 1940. El ambiente y la concurrencia paredes adentro dice que nos encontramos en la Década de Oro del Mariachi, que concuerda con la Época de Oro del Cine Mexicano; años que unieron estas dos formas de arte en varias decenas de películas que enaltecían la cultura vernácula mexicana, muchas de ellas filmadas aquí. Aquí es cuando la cantina convertida en salón se gana los adjetivos de los que antes carecía.
Para continuar con esta historia podemos dejar que sus protagonistas tomen la palabra: Amalia Mendoza “La Tariacuri”, Cornelio Reyna, José Alfredo Jiménez, Chavela Vargas, Vicente Fernández, Jorge Negrete, en forma de cuadros; Cantinflas, materializado como una piñata colgando del techo; o bien, los mismos músicos que rodean aquel conjunto de mesas. Probablemente nos cuenten una historia parecida, y si no muy parecida, sí con la misma banda sonora.
Nuestra voces, ya sea por el elevado volumen de la conversación, por cantar o por la suave lija del tequila o del mezcal que los cantineros no cesan de proveer, ahora se encuentran rotas, desgastadas, pero eso no impide que podamos volver a imaginar cómo era este local, esta plaza. Antes de que todo esto se volviera mítico, histórico o legendario.
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Lo que debes saber
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En 1976, el ahora Salón Tenampa fue ampliado para quedar como lo vemos en la actualidad.
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La Plaza Garibaldi, mítico paraje donde se sitúa el Tenampa, debe su nombre a Giussepe Peppino Garibaldi, activista australiano que se unió a las filas Maderistas en 1911.
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En esta plaza también se encuentra el Museo del Tequila y el Mezcal (MUTEM). Su terraza y su cantina son lugares muy concurridos por turistas y locales.
¿Dónde está?
Salón Tenampa
Plaza Garibaldi #12,
Centro Histórico, Ciudad de México
Horario: Domingo a Jueves: 13:00-1:00; Viernes a sábado: 13:00-2:00
Metro: Bellas Artes (Línea 2) y Garibaldi (Línea 8 y B)
T. 5526 6176 ó 5772 6419
www.salontenampa.com