¿Horror o arte? El diamante creado con las cenizas del arquitecto Luis Barragán
¡Arte contemporáneo! La artista norteamericana Jill Magid escandalizó a muchos al convertir en diamante las cenizas del arquitecto Luis Barragán.
Todo comenzó el día que Jill Magid visitó la casa de Luis Barragán en la Ciudad de México y quedó enamorada de ella. Ahí pudo consultar sin problema los archivos del arquitecto tapatío.
Sin embargo, no tuvo la misma suerte cuando solicitó consultar el acervo del arquitecto en la Barragan Foundation, en Suiza.
A partir de ahí, Magid, quien explora temas como el poder de las instituciones, cuestionó la imposibilidad de que el acervo de Barragán, incluidos planos y maquetas, pueda ser consultado libremente.
¿Un archivo de Luis Barragán como regalo de compromiso?
En realidad, Rolf Fehlbaum, el entonces director de la empresa suiza de muebles de diseño, Vitra, en 1995 adquirió el acervo profesional de Barragán y se dice que se lo dio como regalo de compromiso a su novia Federida Zanco, una historiadora italiana.
Actualmente, Zanco tiene los derechos de autor del acervo y muy pocas personas han tenido acceso a tan preciado material.
Fue entonces que Magid concibió la idea de transformar las cenizas de Luis Barragán en un diamante; montarlo sobre una sortija y proponerle a Federica Zanco un intercambio: el anillo de compromiso que nunca recibió a cambio de que el archivo regresara a México y fuera abierto al público.
Para lograr su obra de arte, la artista obtuvo la autorización de varios miembros de la familia Barragán, y con el visto bueno también de las autoridades de Jalisco, sacó una cuarta parte de las cenizas del creativo de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres y mandó a hacer el anillo. El costo de producir el diamante fue de unos 30 mil dólares.
Ya con el anillo, Magid se reunió con Federica Zanco en Suiza, le hizo la propuesta y ella no aceptó. A partir de ese momento la pieza ha sido exhibida en varios museos del mundo, incluido el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) en Ciudad Universitaria.
En México, la exposición generó enconadas críticas, tanto de familiares de Barragán como del gremio cultural. Juan Villoro, el escritor, calificó la obra como digna de un museo de horror.
Hoy, el debate sigue abierto, ¿es justificable la creación del anillo como medio para cuestionar que el legado de un artista mexicano sea propiedad de una empresa suiza y por lo tanto, inaccesible?
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