Huitzilopochtli fue representado como demonio por los europeos
Estas fueron las razones de por qué a Huitzilopochtli se le consideró como demonio por cronistas y evangelizadores españoles a su llegada a Mesoamérica.
Existen grabados antiguos en donde Huitzilopochtli, deidad máxima de los mexicas, aparece en su trono satánico gobernando el mundo indígena; se le exhibe con alas de murciélago, patas de cabra, un rostro perverso, además de otros símbolos demoníacos.
Se conocen al menos tres obras en donde se muestran estas ilustraciones. La más antigua, que se sepa, es de 1671. Se trata de “América”, imagen hecha por Arnoldus Montanus, quien se basa aparentemente en la descripción de Huitzilopochtli que se hace en la Descripción de las Indias Occidentales de Antonio Herrera y Tordesillas.
Ilustraciones de Huitzilopochtli como demonio
La siguiente es la ilustración del libro francés Description de I’univers, del año 1683. Aquí la deidad mexica, nombrada como “Uitziliputzili”, aparece por primera vez con la patas de pezuña, así como unas quince personas venerándolo.
Una tercera imagen apareció en el libro alemán America, del año 1714. Ahí es nombrado como “Uiztlipuztli idolum Mexicanorum”. Aquí los adoradores portan penachos y le llevan ofrendas.
El demonio se construyó a partir de los dioses de la gente
Como apunta el investigador Antonio García de Léon, en Mesoamérica, como había ocurrido en la Europa de los primeros tiempos cristianos, el demonio fue construido a partir de los dioses de la gente.
Así se tomaron características de Huitzilopochtli o Mictlantecuhtli, por ejemplo, combinándolas con los poderes o vicios del panteón de la Grecia Antigua. Desde la perspectiva de fray Bernardino de Sahagún, por ejemplo, Xilonen es “otra Ceres”, Tlazoltéotl otra diosa protectora de las brujas y Tecatzóncatl otro Bacco.
Huitzilopochtli, una popular advocación al diablo entre cronistas
Al menos durante el siglo XVI y XVII, anota la historiadora Berta Gilabert Hidalgo, Huitzilopochtli se convirtió en una popular advocación del diablo para los cronistas. Un ejemplo:
“Este dios llamado Huitzilopochtli fue otro Hércules, el cual fue robustísimo, de grandes fuerzas y muy belicoso, gran destruidor de pueblos y matador de gentes”, describió Fray Bernardino.
Huitzilopochtli no se quita el estigma de ser en demonio
Después, no tardaron en aparecer en Europa representaciones gráficas para un público ávido de conocer ese nuevo rostro. Con los años esta visión continuó, aunque cada vez reduciéndose más con el olvido de Huitzilopochtli como consecuencia con la destrucción de templos mexicas y la evangelización. Sin embargo aún hay rasgos de esta idea.