Isidoro Ocampo, arte popular y revolucionario en grabado
Las artes gráficas han sido particularmente importantes en la historia de México. En este rubro, uno de sus mayores exponentes ha sido Isidoro Ocampo, un auténtico maestro del grabado.
Nuestro país ha visto nacer a una ingente cantidad de pintores y otros artistas plásticos. Por si fuera poco, las artes gráficas han sido un género particularmente fértil, en el cual se han logrado acercar las imágenes al pensamiento popular. En México hay muchos autores, todos ellos con brillantes y destacadas carreras. Uno de los más interesantes e importantes fue Isidoro Ocampo, quien con su trabajo de índole social, demostró la maestría que poseía en el grabado.
Nacimiento y educación de Isidoro Ocampo
Isidoro Ocampo nació en el puerto de Veracruz, el día 20 de junio de 1910. Buena parte de su primera niñez acompañó a su padre en su labor como guardafaro en su ciudad natal. A los 5 años, fue enviado a la Ciudad de México para que iniciara su educación primaria.
En medio de las tribulaciones de la Revolución Mexicana y el proceso de reconstrucción del país, el pequeño Isidoro de 10 años descubrió su habilidad y gusto por el dibujo. Sin embargo, la estrecha situación económica de su familia hizo que su progenitor lo enviara a estudiar comercio.
Ingreso a la Academia de San Carlos
A pesar de la decisión de su padre, Isidoro Ocampo se rebeló ante ese hecho. Por esta razón ingresó a estudiar arte en la Academia de San Carlos, entre 1928 y 1932. Tomaba sus clases durante el turno nocturno; fue alumno de grandes maestros grabadores como Francisco Díaz de León, Emilio Amero y Carlos Alvarado Lang.
Con esta formación académica como sustento, pronto empezó a incursionar en la creación artística. Rápidamente se integró al circuito cultural y artístico mexicano que predominó durante los años treinta y cuarenta del siglo XX.
Los grabados de Isidoro Ocampo: una perspectiva de la modernización de México
Es así que Ocampo mantuvo una intensa actividad tan pronto empezó a hacerse de un nombre en el mundo artístico de México. En medio de la consolidación de las luchas obreras y sociales de la época, formó parte de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de 1935 a 1937. También fue integrante del Taller de Gráfica Popular desde 1937 hasta 1948. De esta manera, la pericia en su trabajo impulsó la producción gráfica en el horizonte nacional, lo que lo llevó a consolidarse como un gran maestro de las artes gráficas.
La obra de Isidoro Ocampo expone con claridad la profunda politización y luchas sociales que caracterizaron los años treinta y cuarenta. Es así que gracias al vasto imaginario de lo histórico en México, este maestro grabador creó un amplio repertorio de imágenes que se sitúan más allá de la mera propaganda y acción política. Retratan la cotidianidad de los obreros y trabajadores de la ciudad. A su vez, su obra denota la fuerte influencia que tuvo del expresionismo alemán, por lo que ilustra las contradicciones de la modernización que vivió la Ciudad de México y el resto del país.
Fallecimiento
Tras una vida dedicada al grabado y otras artes gráficas, murió en la Ciudad de México, el 4 de febrero del año de 1983. El legado de su obra ha sido más que palpable, ya que junto a otros destacados autores conformó nuestra forma de imaginar la historia social de nuestro país. Por si esto fuera poco, sigue influenciando a jóvenes artistas que van construyendo su propio camino.
