Juego de canicas de feria, tradición infantil mexicana

Jugar canicas en las ferias mexicanas durante la infancia es casi tan imprescindible como contar con acta de nacimiento. Te contamos la historia de este juego mexicano.
Se podría decir que junto con el acta de nacimiento, otro de los requisitos indispensables para ser considerado como un niño mexicano es haber participado al menos una vez en el juego de canicas de feria.
Porque el juego de canicas de feria ha sido por décadas una de las atracciones estelares de estas verbenas populares que se registran en todas las comunidades de México, desde Yucatán hasta Baja California.

¿En qué consiste en juego de canicas de feria?
El juego consiste en lanzar entre seis a siete canicas sobre un tablero inclinado, para que estas esferas de vidrio macizo se inserten en los orificios de la parte superior, que pueden ser entre 36 a 48 hoyos.
Cada agujero tiene un valor, como 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7… y se supone que si el niño participante alcanza a sumar 36 puntos, se lleva el premio de mayor valor, pero de no ser así también se llevan algún regalo, en su mayoría juguetes de plástico.

Los premios en el juego de canicas de feria
Algunos de los premios que los mexicanos más recuerdan que les dieron en el juego de canicas de feria son los clásicos luchadores de plástico, las espada de los Thundercats acompañada de la garra de Lion-O, manitas de goma que se adhieren a las paredes, juegos de té, una placa de policía con todo y esposas, una Barbie de baja calidad hecha en México, entre muchos más.
Y si bien las canicas no son mexicanas, pues su invención se la pelean al menos las antiguas culturas egipcia y romana, la realidad es que en nuestro país su uso ha tenido por años una enorme aceptación, ganándose los nombres de cuirias, cuicas o pichas, según el estado en donde uno se encuentre.

Un juego que ha llegado a todas las ferias estatales
Pese a lo anterior, lo que sí parece ser exclusivo de México es el juego de canicas de feria, o al menos es en nuestro país en donde es más popular, porque no existe estado de la República en donde no se hayan colocado estos negocios ambulantes dentro de las ferias, convirtiéndose en un imprescindible para los infantes de entre 4 y 10 años de edad.
