La cabeza olmeca en Vallecas, influencia de México en España
¿Sabías que el barrio madrileño de Vallecas está decorado con una cabeza olmeca? Te contamos cómo y porqué llegó hasta ese lugar.
Las culturas que han existido a lo largo de la historia de México son admirables, motivo por el cual han recibido homenaje mas allá de las fronteras. Ejemplo de ello es la cabeza olmeca en Vallecas, un barrio de Madrid, España. Se trata de una zona habitada por población de alto poder adquisitivo, además de tener altos edificios comerciales y amplias avenidas.
Vallecas también es uno de los barrios más nuevos de Madrid, por lo cual para algunos es símbolo del poder de las inmobiliarias y la gentrificación. Debido a su crecimiento desproporcionado, Vallecas también ha sido objetivo de los okupas. Sin embargo, en 2005, cuando la zona vivía su momento de auge, se decidió construir su primer monumento. Se trata de una cabeza olmeca, trabajo del escultor mexicano Ignacio Pérez Solano que reprodujo fielmente la Cabeza Colosal Número 8, tallada por los Olmecas entre los años 1200 y 900 a.C.
La cabeza está situada en una glorieta y mide 2.18 m de alto y 1.46 m de ancho; pesa 5 toneladas y está esculpida en piedra sedimentaria gris. Se trata de una réplica de una cabeza que se expone en el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México. El monumento es conocido en Madrid como «El Rey».
La cultura olmeca, inspiración para Vallecas
Durante el Periodo Preclásico Mesoamericano (2500 a.C – 200 d.C), los olmecas (“habitantes de la región del hule”) habitaron fundamentalmente en lo que hoy es parte del sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco.
Esta fue propiamente el área nuclear de la cultura más antigua de Mesoamérica, aunque hay que decir que posteriores evidencias arqueológicas hablan de presencia olmeca, es decir, de marcados rasgos culturales, en otras zonas como Chiapas, en los valles centrales de Oaxaca y en la Depresión del Balsas en Guerrero.
Lo cierto es que las redes comerciales mesoamericanas hicieron que con el tiempo muchos de estos rasgos culturales olmecas se extendieran más allá de sus metrópolis originales, cuestiones como por ejemplo el culto a la Serpiente Emplumada que adoptaron muchas de las culturas posteriores; de hecho, Coatzacoalcos, zona eminentemente olmeca, quiere decir: “Lugar donde se esconde la serpiente”, que fue por donde cuenta la leyenda que Quetzalcóatl huyó hacia Centroamérica.
Es pues, un hecho incontrovertible, que la cultura olmeca tuvo una influencia cultural y religiosa determinante en todo Mesoamérica, por lo menos hasta el final del Periodo Preclásico.