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Historia

Las calamidades que miles sufrieron para tener la carretera México-Cuernavaca

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Alejandro Humboldt fue uno de los primeros que sufrío al cruzar el camino que antecediera a la carretera México-Cuernavaca.

Cuando vamos hacia Cuernavaca o Acapulco nos sentimos tan cómodos en el viaje que ni siquiera pensamos en las dificultades que enfrentaron los antiguos mexicanos para hacer esta misma travesía. Caminos polvorientos, días y días en burro o a caballo,  tramos pedregosos, voladeros, asaltos, encontronazos y muerte, eran lo usual para los viajeros del pasado. Pero vayamos al paso, kilómetro a kilómetro, detrás de la historia de la carretera México-Cuernavaca. 

Antecedentes de la carretera México-Cuernavaca

Sacar las riquezas fue lo que motivó a los españoles a crear el primer camino rumbo a Acapulco

Apenas se habían cumplido 10 años de la caída de Tenochtitlán cuando los españoles tuvieron la necesidad de buscar un puerto por el que pudieran sacar  todas las riquezas y metales que se empezaban a extraer del territorio recién conquistado, así que ante esta necesidad el español Gonzalo de Sandoval descubrió Acapulco. Fue él quién mandó a hacer los primeros caminos —que más bien parecían senderos— del puerto a la capital.  

El español Gonzalo de Sandoval

En 1565 Miguel López de Legazpi descubrió algo que cambiaría la historia naval mundial: la ruta marítima Manila-Acapulco, la cual aprovechaba el impulso de una corriente marina especial que hacía que las embarcaciones llegasen más rápido al puerto acapulqueño. El barco que hacía este viaje fue, muchos ya lo habrán adivinado, el Galeón de Manila, también conocida como la Nao de China. 

La llegada constante de una gran cantidad de productos provenientes de Asia a través de la Nao de China y la necesidad de transportar todas estas mercancías a la capital de la Nueva España —especialmente para llenar los aparadores de los primeros almacenes de la ciudad—  obligó a las autoridades a crear el primer “camino de herradura” (una vía para transitar a pie, montados en caballos o en carruajes) de Acapulco a la Ciudad de México, éste se concluyó en el año de 1592, a iniciativa del virrey Luis de Velasco.

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El nacimiento del «camino de herradura» entre la capital de la Nueva España-Cuernavaca y Acapulco

Pero ni con el camino de herradura las cosas estaban fáciles. Giovanni Franceso Gemelli Careri, el viajero italiano en cuya vida se basó Julio Verne para escribir su novela La Vuelta al Mundo en 80 Días, describió en 1694 el viaje de Acapulco a la capital como horrible, lleno de montañas empinadas, accidentados tramos, lejanos poblados y trayectos infames de mosquitos. Gamelli incluso sugirió sustituir a las bestias por otro sistema pues tuvo que cambiar varias veces de burro (los animalitos se cansaban o de plano morían) durante el trayecto para poder continuar. 

Monjas, frailes y prisioneros que tenían que partir hacia los dominios asiáticos del rey también padecieron por décadas aquellos caminos como describe Trabulse: “en el recorrido hasta Acapulco, las monjas viajaron en mulas con sillones de camino, de que las proveyeron en México; y padecieron notable trabajo, por ser grande la aspereza de los caminos recios los soles, los calores insufribles y la multitud de mosquitos intolerable. Habría que preguntarse cómo serían las condiciones que padecieron los miles de presos que fueron a purgar sus faltas a Filipinas para no volver jamás a la Nueva España”. 

Cuando a Humboldt le tocó sufrir el agreste camino

Alejandro Humboldt fue otro de los famosos que narró las vicisitudes de cruzar por el camino que hoy ocupa la carretera México-Cuernavaca-Acapulco. En 1803 escribió que desde Acapulco hasta México el camino iba de mal en peor, pues a partir de Cuernavaca rumbo a la capital los tramos se empezaban a volver más angostos. Incluso urgió en su escrito a las autoridades para que mejorasen la vialidad pues en general era “penosa”. 

“Las dificultades que más entorpecen las comunicaciones entre la capital y el puerto de Acapulco, nacen de las rápidas avenidas de dos ríos, el Papagallo y el río de Mescala. Estos torrentes que en tiempos de sequedad no tienen 60 metros de ancho, en tiempos de lluvia tienen de 250 hasta 300. En la época de las grandes avenidas, muchas veces están las cargas paradas durante siete u ocho días en las orillas de Papagallo, sin que los arrieros se atrevan a tantear el vado”, describió Humboldt. 

Alejandro Humboldt

Alejandro Humboldt también se extrañó de por qué no había interés oficial en mejorar este importante camino para el desarrollo comercial y económico de la Nueva España. Para el académico Alfonso de Jesús Jimenez esto se explica porque las autoridades no tenían en mente la construcción de una nación sino únicamente apoyar el desarrollo de España. 

Dos décadas después de la consumación de la Independencia de México el español Anselmo Zurutuza estableció las diligencias México-Cuernavaca que salían a las 6 de la mañana los lunes, miércoles y viernes, transporte al que le tomaba solo 7 días en llegar a su destino. Fueron el primer transporte público que transitó por la zona, el antecedente de los autobuses de la actualidad.  

El Congreso de la Unión destina dinero especial para construir un mejor camino, pero fracasa

Con todo esto el camino seguía siendo agreste, rudo e indomable. El Congreso de la Unión destinó en 1869 una suma mayor al millón 200 mil pesos (cantidad considerable en aquel entonces) para el mejoramiento de la vialidad, pero parece que no sirvió de nada pues el geógrafo Friederich Ratzel narró en 1874 que la vía que iba de la capital de México a Cuernavaca y después a Acapulco no es una carretera de países civilizados, “apenas es solo un camino de herradura”. 

Específicamente en el año 1877 el camino de Acapulco a la ciudad de México se encontraba de la siguiente manera: de 511.224 kilómetros que había de distancia entre México a Acapulco, sólo 39.042 eran transitables para vehículos. El resto (472. 825), nada más servían para el paso de animales de carga. Además seguían existiendo tramos en los que dos caballos que se encontraban de frente no podían compartir camino, pues de un lado estaba el voladero y del otro acantilado, alguno tenía que retroceder como pudiera. 

Intereses empresariales para que no se construyera una carretera México-Cuernavaca-Acapulco para los autos

A la llegada del siglo XX eran tres las empresas que sacaban provecho comercial de la carretera México-Cuernavaca-Acapulco rentando recuas de mulas para quienes necesitaban mover mercancías de un lado a otro, fueron los dueños de estas compañías quienes en numerosas ocasiones sobornaba a los ingenieros enviados por el gobierno mexicano para quedeclararan ante sus jefes que no era necesario un camino por el que pudieran transitar automóviles o vehículos más grandes. 

Pero las presiones por crear un camino más seguro y menos agresivo con los paseantes continuó los próximos años. En 1927 la Comisión Nacional de Caminos contrató a la compañía estadounidense Byrne Brothers para que construyera el primer tramo entre México y Cuernavaca (el gobierno mexicano hizo esto porque no tenía experiencia en este ramo). Un dato curioso de esta época fue que una enorme piedra obstruía los trabajos de construcción de la carretera, así que desde el Castillo de Chapultepec el presidente Plutarco Elías Calles accionó, por teléfono, una carga de dinamita que rompió la portentosa roca. 

Al fin, el 11 de noviembre de 1927, la carretera México-Cuernavaca-Acapulco, quedó inaugurada, al día siguiente llegó el primer automóvil a Acapulco al cual le tomó solo 36 horas llegar. Casi de inmediato arribaron los primeros visitantes con intenciones turísticas más que de negocios. La vida turística del puerto había quedado inaugurada. 

Pero la nueva carretera México-Cuernavaca presentó nuevos problemas

Pero la nueva carretera tuvo sus propios problemas no calculados, solo podía cruzar por ella un auto a la vez, faltaban puentes para cruzar grandes ríos (las explicaciones sobre cómo le hacían para cruzar los autos si no había puentes es algo difusa por lo que no se explica en el presente texto). 

Foto archivo Mediateca INAH

Con todo y sus defectos la carretera trajo muchos beneficios económicos tanto a Cuernavaca como a Acapulco, en ambas localidades aumentaron los hoteles (La Marina, Papagayo, El Mirador, Villa del Mar…) , restaurantes, balnearios y otras prestaciones de servicios turísticos, la economía de ambas regiones iba en ascenso. 

La conectividad terrestre entre la Ciudad de México con Cuernavaca y Acapulco había mostrado sus bonanzas, así que para 1952 comenzó la construcción de la autopista México-Cuernavaca, la primera autopista de todo México. 

La historia nos hace sensibles; el caso de los motociclistas muertos en la autopista México-Cuernavaca

Escribo esta crónica el miércoles 18 de agosto de 2021, el pasado domingo una nueva tragedia pintó de rojo el asfalto de la autopista México-Cuernavaca con la muerte de seis motociclistas que viajaban a velocidades prohibidas que rondaban los 250 kilómetros por hora. ¿El trágico fin de estos jóvenes atraídos por las altas velocidades no habría ocurrido si supieran algo sobre toda la historia que hay detrás de la creación de la carretera México-Cuernavaca-Acapulco?

Soy de los que piensa que la historia regala, a quienes se atreven adentrarse en ella, es sensibilidad para ver y pisar de forma diferente, y hasta más prudente, aquellos lugares en los que se andan.

historia de la carretera México-Cuernavaca
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