Recorre la Fábrica de Billetes de México, el lugar donde nace nuestro dinero
La Fabrica de Billetes de México es un lugar que sorprende, lo mejor es que puede ser visitada.
Todos los billetes que has tenido en las manos a lo largo de tu vida nacieron aquí, en el 691 de la Calzada Legaria. Se trata de un discreto edificio, sin anuncio alguno en su exterior, que lo mismo podía pasar por una factoría de jabón que una empaquetadora de lácteos.
Pero no, lo que aquí se fabrican son un promedio de 1,500 millones de billetes al año en todas las denominaciones, algunos impresos sobre planas de plástico manufacturado en Australia y otros en planas de papel algodón sembrado en Egipto.
Las máquinas europeas con tecnología offset, serigrafía y alto relieve que le colocaron la tinta a cada una de esta piezas son estruendosas y parece que nunca se detienen en la misión de fabricar el dinero que a diario usan 125 millones de mexicanos de todo el territorio y 40 millones de extranjeros que visitan México durante el año.
Pero el trabajo en la Fábrica de Billetes de Legaria 691 no solo es la impresión; hay personal que con ayuda de máquinas se dedican a foliar cada pieza, otros más se encargan de cortar las planas para que cada billete tenga el tamaño exacto, otros los empaquetarán en plástico y los formarán con el fin de que los camiones blindados lleguen por ellos y los lleven al Aeropuerto de la Ciudad de México desde donde volarán a cada punto de la República Mexicana.
En total son 320 personas las involucradas de manera directa en la producción de cada billete. Ellos son los primeros en tocar el dinero antes de que llegue a las manos de los usuarios, son tal vez sobre quienes recae la mayor tentación, y por si eso no funciona, hay decenas de cámaras al pendiente de todo el proceso de producción.
Todo esto es lo que se aprende al recorrer la fábrica de dinero del país que este 2019 cumple 50 años de haber entrado en funciones.
A propósito, el primer billete que expidió en México fue el de 100 pesos con la imagen de Miguel Hidalgo, casualmente nombre de la alcaldía de la Ciudad de México en donde se asentó este lugar, que tal vez sea la factoría más importante del país.
Antes de 1969, año en que se fundó la Fábrica de Billetes de México, nuestra moneda en papel era impresa por la estadounidense American Bank Note Company, que con el paso de los años fue encareciendo los costos, lo que obligó a México a pensar por primera vez en la manufactura de sus propios billetes —fabricar cada billete le cuesta a México en la actualidad un promedio de un peso— independientemente de tamaño y denominación.
Aunque Alejandro Alegre Rabiela, director de emisión del Banco de México y quien guió a México Desconocido en este recorrido, comenta que los primeros billetes de los que se tiene registro en el país fueron unos cartoncillos rectangulares surgidos en 1813, expedidos en San Miguel de Allende, Guanajuato, en 1813.
Y posteriormente, y casi el finalizar la Revolución Mexicana, cada uno de los grupos rebeldes expidió su propio papel moneda lo que generó gran confusión en la población, lo que obligaría al Congreso Constituyente de 1917 a plantear la creación de un banco único de emisión de billete que diera certeza a los mexicanos sobre el valor y autenticidad de las piezas.
Después del recorrido por la Fábrica de Billetes, preguntamos lo que seguramente todos preguntan: «¿dan recuerditos?» La respuesta como siempre fue «no».
Nota: Para programar una vista a la Fábrica de Billetes hay que enviar un correo a [email protected] en donde se indique si la visita sería a la factoría de Jalisco o de CDMX
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