La historia del Charrito Pemex, un personaje que casi nadie recuerda - México Desconocido
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La historia del Charrito Pemex, un personaje que casi nadie recuerda

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Tras la expropiación petrolera nació el "Charrito Pemex", un personaje que acompañó la imagen de la empresa paraestatal.

Antes de contar la historia del “Charrito Pemex” habrá que narrar muy brevemente algunos antecedentes. El 18 de marzo de 1938, el presidente Lázaro Cárdenas del Río logró lo impensable: impedir que 17 empresas extranjeras siguieran extrayendo el petróleo de mares y tierras del territorio mexicano para que el Estado fuera el único autorizado en la explotación del valioso hidrocarburo.

Para el pueblo mexicano esta acción de tata Cárdenas fue más que un cálculo a favor de las arcas públicas, fue la historia de David contra Goliat, fue el pez pequeño comiéndose al tiburón corporativo Sinclair Pierce Oil Company (y 16 compañías más). Y para apuntalar todavía más ese ánimo nacionalista, el gobierno cardenistas tomó otras populares decisiones. 

Primero vino la creación de Pemex y tiempo después colocar el alegre dibujo de un charrito con las piernas arqueadas en uno de los productos estrella de la paraestatal mexicana: el queroseno —el combustible por excelencia para quinqués y estufas de la época—. De inmediato la gente empezaría a llamar a aquel dibujo como “El Charrito de Pemex” o “El Charrito Pemex”.

El Charrito Pemex de carne y hueso

Pero es aquí cuando la historia empieza a ser algo difusa. En eventos de Pemex y en estaciones de carga de gasolina fue común ver a un hombre de carne y hueso chaparrito, enfundado en traje de charro y con las piernas arqueadas como si se hubiera bajado del caballo sin darse cuenta, haciendo promoción de los productos de la paraestatal, era la viva imagen del charrito de las latas de queroseno. El nombre de este hombre originario, dicen, de Salamanca, era Álvaro Sánchez Otelo. 

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Y digo que la historia se empieza a hacer difusa porque hasta la fecha no queda claro si don Álvaro sirvió como modelo para que un poco talentoso ilustrador creara el dibujo del “Charrito Pemex” de las latas de queroseno. O bien, don Álvaro aprovechó su parecido con el dibujo para ofrecerse de “mascota” de Pemex, tal vez nunca salgamos de la duda. 

Dicen que el “Charrito Pemex” de carne y hueso contaba con un sueldo de la paraestatal, otros más que solo le pagaban por cada aparición en público, sin embargo estas versiones podrían no ser ciertas porque en la década del 80 muchos aseguran haberlo visto, vestido de charro (enquistado en el pasado de su fama)  mendigando unas monedas en las inmediaciones de la Avenida Juárez de la Ciudad de México. 

Picasa

A modo de paréntesis sobra decir que este personaje es el origen de que algunos mexicanos, digan “pareces Charrito Pemex” cuando alguien toma una postura en la que las piernas se le ven arqueadas. 

Hace no mucho salió a la luz la que podría ser la última foto del “Charrito Pemex”. Se la tomaron en 1987, en ella se le ve (como siempre) orgullosamente vestido de charro y mostrando en el pecho el nombre de la paraestatal que lo hiciera famoso. Murió alrededor de 1990 en la absoluta pobreza. 

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